Cae el valor del oro

El valor del oro aumentó más de 600% en la última década, de 250 dólares la onza en 2001 a 1.920 dólares en septiembre de 2011, pero comenzó a caer en 2012, sobretodo en mayo, considerado uno de los peores meses en 30 años para el metal precioso. La tendencia a la baja se debe al retroceso del euro ante el dólar, a la crisis de deuda en la Eurozona, a los problemas de Grecia, y al debilitamiento del sector financiero español.

Voz indígena en la OEA

Una representación de la IX Marcha Indígena en defensa del TIPNIS asistirá a la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se llevará a cabo en Cochabamba los primeros días de julio. La delegación de la marcha será recibida el 5 de junio; será la voz de los pueblos indígenas de tierras altas y bajas de Bolivia en este escenario político continental.

Sexta carta a las izquierdas

Históricamente, las izquierdas se dividieron en torno a los modelos de socialismo y sus vías de realización. Puesto que el socialismo no forma parte, por ahora, de la agenda política (incluso en América Latina la discusión sobre el socialismo del siglo XXI pierde fuerza), las izquierdas parecen dividirse en torno a los modelos de capitalismo. A primera vista, esta división tiene poco sentido porque, por un lado, actualmente hay un modelo global de capitalismo, desde hace tiempo hegemónico, dominado por la lógica del capital financiero, basado en la búsqueda del máximo beneficio en el menor tiempo posible, sean cuales sean los costes sociales o el grado de destrucción de la naturaleza.

¿Se desvió Unasur?

Ahora, cuando la ex canciller María Emma Mejía termina su año como secretaria general de Unasur, María Isabel Rueda ha estimulado el debate con polémicas afirmaciones. (1) Concentrémonos en sus aseveraciones sobre la construcción de infraestructura, que la columnista considera magnífica idea del ex dictador boliviano Hugo Banzer, origen y “agenda sana” de Unasur, supuestamente abandonada por esa entidad.

Nubes grises se ciernen sobre los tigres de Bengala

Semanas atrás, me adentraba sobre la cubierta de un viejo barco de vapor en los Sundarbans de la República Popular de Bangladés; ese silencioso delta localizado en la bahía de Bengala, donde convergen los ríos Ganges, Brahmaputra y Meghna, que conforman en las orillas bengalíes un manglar de 5.770 kilómetros cuadrados de extensión, que encarnan el 4% de los manglares de todo el planeta, y por ende, el último refugio del tigre de Bengala de esa nación.