Los puntos sobre las íes: el debate sobre los derechos indígenas y lo plurinacional en Bolivia

Bartolomé Clavero responde al Rector de la Universidad de la Cordillera y miembro de Delegación Boliviana en Río + 20 a propósito de sus comentarios sobre la Ley de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien , y le reclama por un lenguaje que "acaba siendo literalmente totalitario: el todo del pueblo boliviano ha de priorizarse sobre las partes de cada sujeto de derechos, comprendidos los pueblos indígenas. Ya no se trata de articular la plurinacionalidad, sino de imponer políticas nuevamente mononacionales".

La nueva ofensiva del «capitalismo verde”

 

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Una alianza de países desarrollados, transnacionales, instituciones financieras internacionales (IFIs) como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), organizaciones no gubernamentales (ONGs) e inclusive agencias de Naciones Unidas promocionan el “mercado de carbono” como principal herramienta de lucha contra la crisis ecológica y el cambio climático. Se trata de la mayor ofensiva del “capitalismo verde”.

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La crisis sistémica en los planos económico, alimentario, energético y sobre todo climático puso en evidencia la mayor y más destructiva contradicción del modo de producción capitalista: el crecimiento o “desarrollo” económico infinito en un planeta con recursos naturales limitados. La crisis climática es una realidad que afecta en mayor medida a las poblaciones del sur global como consecuencia del modo de producción y de consumo de los países industrializados del norte.  Los líderes mundiales no sólo no comprenden la gravedad del problema sino que ignoran sus causas. Lo peor de todo es que contribuyen a empeorarlo e inclusive aprovechan el desastre como una “oportunidad de negocio”.

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El capitalismo en crisis múltiple crea nuevas mercancías y desarrolla nuevos instrumentos para reproducirse, como por ejemplo el denominado “mercado de carbono”, donde compra y vende territorios, recursos naturales y “derechos” o “licencias” para contaminar y sobreexplotar la naturaleza.

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El clima planetario está a merced del capital, rehén del mercado de carbono. Aunque parezca “una dinámica extraña”, el comercio de emisiones puede financiar varios proyectos, “hacer que el desarrollo sustentable sea eficiente en costo, y lograr verdaderos progresos en la reducción de los gases de invernadero”, justifica el vicepresidente ejecutivo de Desarrollo y Mercadeo de la empresa 3Degrees Steve McDougal.

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Todas las propuestas ambientales del capitalismo verde, entre ellos los Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), han sido ineficaces en la práctica. Estas falsas soluciones permitieron a las naciones ricas seguir incumpliendo sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI); al tiempo que degradaron enormes extensiones de tierras y fuentes de agua, y alentaron la privatización de territorios indígenas y campesinos en todo el mundo.

La acumulación «tóxica” de desigualdades está matando masivamente a la población

La acumulación “tóxica” de factores sociales injustos y evitables como son la desigualdad económica, la precariedad laboral, la contaminación ambiental, la inseguridad alimentaria, entre otros, está matando masivamente a la población y produciendo grandes desigualdades en la salud. La llamada “globalización neoliberal” es la causa fundamental de las desigualdades en salud que producen la muerte prematura y el sufrimiento de millones personas, afirman los profesores Joan Benach y Carles Muntaner.

La sociedad civil del mundo frente al «capitalismo verde”

El “capitalismo verde” y sus instrumentos (mercados de carbono, “servicios ambientales”, “energías limpias”, y privatización de la naturaleza, etc.) no solucionarán la crisis climática y ecológica y solo beneficiarán al gran capital, a los especuladores financieros y a sus vasallos (gobiernos y ONGs), advierten las organizaciones de la sociedad civil más importantes del mundo. Científicos, investigadores sociales, líderes políticos y religiosos, e intelectuales coinciden en que las iniciativas del capitalismo verde acentúan la inequidad social y el desequilibrio ambiental; fomentan el acaparamiento de tierras, la biopiratería y la privatización de la naturaleza; y vulneran los derechos humanos más elementales, como por ejemplo los derechos a la vida, a la salud, al agua, a un medio ambiente sano, a una vida digna, a la cultura y al conocimiento. El capitalismo verde supone un nuevo ajuste estructural que consolidará la opresión colonial a países históricamente explotados por el capitalismo, y librará a las potencias depredadoras de sus obligaciones y de sus deudas históricas.

Un mundo sin bosques, sin pájaros y sin soñadores

Roberto Arlt sorprendió a muchos por su escritura tenazmente profética. Arlt vivió siempre aquejado moralmente por los males de su época, y uno en especial: la irrupción del nazismo, como la síntesis y la quinta esencia del mal, de un mal que él también supo delimitar y que anclaba al maquinismo, al capitalismo, a la tasa de ganancia, a lo que en suma, el escritor más feroz de la narrativa sudamericana, denominó como deshumanización, que es la consecuencia de lo antedicho.