¿Evo defensor de la Pachamama o mayordomo de Monsanto?

El gobierno del “primer presidente indígena” quiere aprobar entre hoy y mañana una Ley que autoriza el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) por primera vez en Bolivia. ¿Cómo puede el Defensor Mundial de la Madre Tierra abogar por un negocio antinatural que solo beneficia a un puñado de agroindustriales y transnacionales como Monsanto, que monopoliza el comercio de transgénicos?, pregunta consternado el movimiento ecologista internacional.

Por la prohibición del uso de transgénicos

Señor Evo Morales Ayma, Excmo. Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia: Diversas Instituciones y Organizaciones sociales, reunidas de emergencia el 9 de junio en Cochabamba, se pronunciaron unánime y contundentemente rechazando el intento de legalizar el uso de transgénicos en Bolivia mediante la Ley de Revolución Productiva que actualmente se tramita en la Asamblea Legislativa porque es incoherente con el artículo 255 inciso 8 de la Constitución, la Ley 3525 y fundamentalmente con los Derechos de la Madre Tierra y el Buen Vivir que su gobierno pregona.

Manifiesto del Conamaq: Por la vida y en defensa de la Madre Tierra, por un modelo económico del ayllu sin transgénicos (organismos genéticamente modificados)

El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, dentro el marco de sus derechos a la Libre determinación de los pueblos indígenas originarios, expresada en la Declaración  de las Naciones Unidas Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; el Derecho a la Consulta a los Pueblos Indígenas del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia. La Declaración del Foro Mundial de los Pueblos Indígenas de Tinquipaya, la Ley de Madre Tierra  y demás documentos del Foro Permanente de las Naciones Unidas Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas originarios.

La dictadura del agronegocio

En 2010 fueron asesinados al menos 93 sindicalistas en todo el mundo, y América se consolidó como la región más mortífera para dirigentes sociales y defensores de la naturaleza, revela la Confederación Sindical Internacional (CSI). Entre los represores, destacaron por su brutalidad los terratenientes y los empresarios vinculados al agronegocio.

Transgénicos por encargo

El 2005, el gobierno del entonces presidente Carlos Mesa aprobó la producción y comercialización de soya transgénica resistente al herbicida glifosato. Para ello tuvo que pedir a la policía que desaloje a periodistas y representantes de organizaciones campesinas que se hicieron presentes en el Ministerio de Desarrollo Sostenible, durante la reunión del Comité de Bioseguridad, entidad responsable de tal aprobación. Habían pasado 8 años desde que fue presentada la primera solicitud por Monsanto mientras nuevas solicitudes de ANAPO y FUNDACRUZ pretendían burlar las resistencias.