02 Jun
2014

Zona turística del Abuna en Pando ha sido destruida por impacto de las represas del Madera

La más importante zona turística de Pando ubicada en  Fortaleza del Abuna,  ha quedado completamente inundada por el lago formada por el reservatorio  de la represa hidroeléctrica de Jiraú.

La zona turística de Abuna está ubicada al frente de Fortaleza del Abuna, 20  kilómetros arriba de la confluencia entre el rio abuna y el rio madera que divide la frontera entre Bolivia y Brasil; y a 100 kilómetros de distancia de la represa de Jiraú.

De Julio a Septiembre unas 150 mil personas del Brasil visitaban cada año este paraíso natural  por sus playas de arenas blancas, su  pequeña cachuela, aguas trasparentes y abundante pescados. Toda esta gente que visitaban este lugar,  nunca más podrán ver las blancas playas del abuna y los pobladores locales tendrán que marcharse porque toda la economía giraba en torno al turismo que se acabó en la región.

Las playas del abuna se formaban en época seca cuando dejaba de llover y bajaban las aguas.  Ya en Junio las aguas deberían estar unos 5 metros abajo del nivel actual pero que se mantiene como si el rio estuviese en época  de llenura. Es decir, las  aguas no bajan y se mantienen sin corriente abajo, formando un remanso.

El especialistas  Philip Fearnside (1) que participó de una conferencia en Porto Velho, Rondonia invitados por el Ministerio Publico, afirmó que el nivel del agua en el rio  Abuna, en la confluencia con el rio madera se mantendrá un metro arriba de la cota cero por efecto del reservatorio o remanso ocasionado por la represa hidroeléctrica de Jiraú. Lo que significa que ni en época seca el agua bajara de nivel.

Los pobladores de fortaleza del Abuna, del lado del Brasil unas 300 familias, han perdido las esperanzas y no creen que las aguas bajen y se formen nuevamente las playas mágicas y blanquecinas que atraían a tanta gente en verano.

María, una pobladora del lugar dueña del mas importante restaurante vivió durante 40 años aquí dijo con lágrimas en los ojos: “Nos han matado nuestro sueño, aquí éramos felices y había mucha alegría, pero se acabó todo aquí, esta todo destruido”.

Agregó: “Nos han engañado, nos dijeron que la represa de Jirau no iba a afectar este lugar, pero era  mentira, ni siquiera han venido para observar cómo quedó aquí (…) ninguna indemnización podrá devolver lo que hemos perdido”.

Varios pobladores locales dicen estar extrañados por que  el consorcio de Jiraú  ni el gobierno no visito al lugar para observar el  impacto y para reunirse con las familias afectadas y negociar una compensación que no resolverá el problema pero que al final es un derecho que les asiste.

Existen algunas opiniones de las más extravagantes en el sentido de exigir a la empresa  encargada de la  hidroeléctrica de  Jiraú que construyan una playa, con su cachuela y piedras artificiales que no restituirá la naturaleza perdida, pero algo es algo.

No faltan los escépticos, como Raimundo Damián Rodríguez, una ex autoridad local que aún cree que las aguas sí bajaran y que las playas otra vez van aparecer y me desafía a que vuelva a visitar Fortaleza del Abuna,   el 7 de septiembre, fecha de la fiesta mayor donde más de 25 mil personas se reunían en este lugar paradisiaco cada año. Lo cierto es que según los datos oficiales y la verificación in situ, no da lugar a la esperanza.

Dicho sea de paso, también nos informó que una gran cantidad de Dragas extraen oro aluvional del rio abuna y en el rio Madera y que no hay control del lado boliviano y que no pagan impuestos. Justo cuando estábamos en puerto llego un deslizador (voladera) a gran velocidad que provenía de una de las dragas en busca de un repuesto que se le había deteriorado.

Del lado Boliviano se encuentra un puesto militar de control fronterizo donde encontramos un alférez que salió a recibirnos y nos dijo que ya se enfermó  6 veces de malaria y que pronto llegaría un pelotón acompañarlo en sus tareas de resguardo de soberanía. También confirmó los niveles de la inundación que abnegó la cocina y que falto 10 centímetros para que el agua llegue a las oficinas y al dormitorio del puesto fronterizo.

También nos dijo que en ese puesto militar se realizan las mediciones diarias del nivel del agua del rio Abuna pero que no nos podía proporcionar información por  orden superior.

Otro puesto militar ubicado al frente de la localidad Brasileña de nombre Abuna,  en el río madera  fue afectado completamente por la inundación y continuaba en mal estado.

Por otra parte, hemos podido evidenciar el impacto de la inundación del  río madera y del rio Abuna en la Reserva Bruno Racua y en el municipio de Nueva Esperanza en la Provincia Federico Román del lado Boliviano, información corroborada por las imágenes satelitales.

Guayaramerin Bolivia, es  otra ciudad turística y comercial que sobrepasa los  45 mil habitantes, también  fue afectado por la inundación del rio madera durante cerca de tres meses y  su economía quedó completamente destruida por la falta de turistas brasileños que venían en gran cantidad de forma diaria a comprar productos comerciales provenientes de la zona franca de Iquique.

Frente a esta situación de desastre de destrucción de los lugares turísticos naturales y de la economía regional el gobierno de Bolivia deberá actuar en consecuencia defender la soberanía y los intereses de los pobladores afectados y exigir a  Estado Federal del Brasil a reparar, mitigar,  compensar e indemnizar los daños causados por las inundación de las  represas del Madera.  Otra cosa no se puede hacer, el daño ya está hecho y permanecerá durante muchas décadas, con el agravante de  los eventos causados por el cambio climático.

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Fobomade

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