La barbarie del Imperialismo criminal y genocida

El sistema capitalista es una maquinaria de muerte.  Las guerras genocidas, el ecocidio, los desastres naturales, la pobreza de millones, la mafia alimenticia que envenena la humanidad  tiene un denominador común: Es el  sistema capitalista  imperialista  que mata y asesina de todas las formas posibles.

 Estamos indignados de tanta violencia y muerte,  Ahora el blanco es Siria. Es eminente el ataque de misiles y bombas asesinas enviadas por los criminales mundiales de los EEUU. ¿Cuántas vidas inocentes se cegaran? ¿Cuántos niños serán asesinados?  Ya no podrán abrazar a sus padres y hermanos, no podrán cumplir sus sueños sobre esta tierra. ¿Cuántas mujeres dejaran de amar?  ¿Cuántos hombres no verán más el sol amanecer? Cuántos ancianos… ¿Cuánto dolor? Por más solidario que seamos, jamás estaremos  en el cuerpo de nuestros hermanos que sufren y sufrirán el horror de la guerra y la muerte. No quisiéramos nunca padecer, ni saber ni sentir ese dolor desgarrador de la carne  quemada por las bombas  El dolor infinito de perder los seres perdidos. La guerra injusta y desigual, criminal y genocida nos marca para siempre. Estar ahí es una desolación total, es estar perdidos, desorientados; la gente enloquece de dolor. Ese es el único infierno que existe y que  fabrica la industria de la muerte por ambición de poder de las transnacionales y el poder imperial de EEUU.    ¿Cuánta tragedia seguiremos soportando todavía? ¿Cuánta angustia? El horror sin fin.  Y la  televisión no mostrara ese horror abominable de la guerra injusta para que la humanidad no la repudie, para apagar la sensibilidad.

Los ángeles de la muerte imperial no les interesa la vida y no ha bastado los 50 millones de vida que dejo la segunda guerra mundial. No basto las muertes de 220 mil Japoneses con las bombas de destrucción masiva lanzadas en Hiroshima y Nagasaki.

Aproximadamente 400 mil vidas ya se han perdido en las guerras en Irak, Afganistán, Libia. Cuántas vidas más cegaran en Siria, Y después de Siria seguirán invadiendo países y asesinando a miles de hermanos, apagando la vida de cientos de niños. Esto no va parar. La ambición, la angurria de poder imperial no tiene y no tendrá límites. La vida no vale nada para el imperio. Las vidas de niños mujeres y ancianos no valen nada. Todo por quedarse y apoderarse de las reservas petroleras de medio oriente.

Cada vez la industria de la muerte se sofistifica. Los drones (aviones no tripulados) han  iniciado la era de  los asesinatos control remoto en cualquier parte del mundo. Más de 3 mil asesinatos por drones se han ocurrido en medio oriente. Son asesinatos impunes y “no se pueden juzgar por limitaciones técnicas y tecnológicas explican los especialistas jurídicos”.

No solo matan las guerras hay otras formas de matar. Una de ellas son los desastres climáticos que ya han segado la vida de  370 mil personas  en la primera década del siglo XXI,  según la  OMM (Organización Meteorológica Mundial).  EEUU y una decena de países industriales son responsable modelo  económico  y del recalentamiento de la atmósfera que producen catástrofe naturales que causa muertes de  gentes especialmente en los países más pobres.

Al imperio y las transnacionales no le interesa cambiar la matriz contaminante que causa  la quema de carbón mineral, de combustibles fósiles y la quema de bosques. El efecto invernadero a causa de la excesiva emisión de dióxido de carbono aumenta la temperatura. En la última década las muertes causadas por las olas de calor han aumentado más del  2.300 por ciento. El futuro puede ser aterrador los cientistas han advertido que a causa del derretimiento del hielo polar norte se liberan millones de toneladas de gas metano del permafrost siberiano lo cual aumentaría considerablemente los gases de efecto invernadero lo cual nos podría en una situación de no retorno.

El sistema también fabrica  pobreza que también  mata. En el mundo hay tres mil millones de personas que padecen hambre que es otra forma de morir. 

La mafia dela producción de  alimentos también mata. El monopolio de la producción de alimentos es un sistema criminal que envenena a la población, destruye al medio ambiente y destruye las poblaciones.

Monsanto, gigante transnacional genocida mundial con sede en el imperio de EEUU. Esta empresa atenta contra la salud mundial. Monsanto vende y distribuye pesticidas y herbicidas altamente tóxicos; además de semillas genéticamente modificadas. Millones mueren silenciosamente de cáncer a causa de los alimentos envenenados.

Monsanto sigue vendiendo veneno para la agricultura, como el agente naranja que fue utilizado en la guerra de Vietnam por las tropas Norteamericanas. Cientos de miles de vietnamitas murieron por efecto del agente naranja. Posterior a la guerra un millón de vietnamitas padecieron y padecen en los efectos del agente naranja que son las malformaciones, mutaciones, daños al sistema nervioso. Estos crímenes de lesa humanidad son parte del largo historial de muerte, tragedia y desolación que los EEUU infringen a los pueblos del mundo en nombre de la democracia y la libertad.

Millones de abejas se están muriendo a causa de los alimentos transgénicos, el uso de pesticidas, agro tóxicos, monocultivos  y cambios en el clima. Sin abejas no se puede polinizar las plantas y estas dejan de producir. La producción de alimentos puede colapsar en un futuro próximo y la hambruna mundial puede matar millones.

También nos estamos quedando sin agua, Sin agua dulce no es posible la vida-  Mil millones de habitantes no tienen acceso al agua. El 2025 dos tercios de la humanidad  tendrán problemas de acceso al agua. Las guerras del futuro serán por agua dulce. El agua es finita y  solo  3 por ciento del agua del mundo es dulce. Sin embargo, el imperialismo capitalista  la utiliza como una mercancía más, millones de toneladas son desperdiciadas en actividades mineras y en las plantaciones de agro combustible.

Lo que hemos dicho aquí solo es una parte del genocidio a los pueblos del mundo perpetrado por el capitalismo imperialista encabezado por la bestia de EEUU, por sus gobernantes y dueños de las transnacionales. Muchas cosas más se podrían decir y denunciar sobre este sistema imperial, sobre esta maquinaria de la muerte,  que es responsable de tanta muerte inocente. No solo a través de las guerras para sustentar la industria armamentista sino también imponiendo un sistema económico que destruye la vida de millones. Todo por la hegemonía y poder mundial. Esta demencia inmoral que nos está llevando a la destrucción de la humanidad.

Los pueblos del mundo resisten. Unos ponen el cuerpo y se inmolan. Otros protestan y denuncian por todas partes. Defienden el derecho a la vida y a vivir en paz.

Fuentes: Prensa Escrita Mundial. Artículos de análisis publicados por diferentes autores en Ecoportal, Adital y Fobomade.

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Fobomade

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