Temporada ciclónica 2011: 14 meteoros y dos huracanes

El fenómeno La Niña se caracteriza por un enfriamiento inusual de las aguas superficiales del Océano Pacífico tropical. La temperatura del agua incide sobre la presión atmosférica y los vientos, y esto desencadena cambios climáticos y tormentas en muchos lugares del mundo.

Las Niñas más fuertes y de mayor duración ocurrieron entre 1955 y 1956; entre mayo de 1988 y marzo de 1989, y entre agosto de 1999 y febrero de 2000.  El fenómeno La Niña en curso, que comenzó en julio de 2010 con abundantes lluvias en Paquistán, ha sido calificado como la anomalía más severa de su tipo en una década, y se le atribuyen las inundaciones en Australia, Colombia, Venezuela y Brasil, entre otros países.

La temporada 2010 registró 19 meteoros, entre los que sobresalen 12 huracanes, cinco de ellos de gran intensidad. Algunos países padecieron inundaciones importantes y se estiman en más de 300 los fallecidos por esta causa. Sin embargo, la temporada clasificada como la tercera más activa de la historia meteorológica y segunda con mayor cantidad de huracanes, fue bastante benigna, ya que la mayoría de los meteoros no tocó tierra.

Los primeros pronósticos para la temporada de huracanes de 2011 en la Cuenca del Atlántico y el Caribe se emitieron a fines de 2010. Un equipo de la Universidad Estatal de Colorado anunció una temporada 2011 con actividad por encima de lo normal. La empresa Tropical Storm Risk (TSR) del Colegio Universitario de Reino Unido también previó una temporada 40% por encima de la media histórica de 1950 a 2010, con 15 tormentas tropicales, ocho huracanes y cuatro huracanes mayores.

Desde 1953, las tormentas tropicales recibían nombres de las listas del National Huricane Center, de Estados Unidos, pero en la actualidad son bautizadas por un comité internacional de la Organización Mundial de Meteorología. Los ciclones tropicales pronosticados para 2011 son Arlene, Bret, Cindy, Don, Emily, Franflin, Gert, Harvey, Irene, José, Katia, Lee, María, Nate, Ophelia, Philippe Rina, Sean, Tammy, Vince y Whitney.

El 15 de marzo, meteorólogos de 26 países de América reunidos en el IV Comité Regional de Huracanes en George Town pronosticaron cerca de 17 ciclones en el Atlántico. Cinco serían de gran intensidad, ocho alcanzarían la categoría de tormentas tropicales y cuatro tendrían fuerza moderada.

En los primeros cuatro meses de 2011, las mediciones de la temperatura superficial del océano marcaron una tendencia hacia los cero grados centígrado, que indican condiciones normales y, por lo tanto, el fenómeno climático La Niña desaparecerá, vaticinaron especialistas del Centro de Predicción del Clima de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) el 6 de mayo.

Las temperaturas de las aguas en el Pacífico se acercan a la normalidad, lo que indica un debilitamiento del fenómeno “La Niña”. Eso significa que para el resto del año no habrá mayores alteraciones climáticas, y las temporadas secas e invernales del segundo semestre, deben ser normales, vaticinaron los especialistas del NOAA.Coincidiendo con esos pronósticos, el 10 de mayo el director del Centro Nacional de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET) José Rubiera dijo que la temporada ciclónica 2011 para el Atlántico norte, mar Caribe y golfo de México será menos activa que la anterior.

El 19 de mayo, el NOAA predijo la ocurrencia de hasta 10 ciclones tropicales en el Atlántico este año. En sus primeras predicciones había previsto la formación de entre 12 y 18 organismos con nombre, de los cuales entre seis y 10 podrían alcanzar la categoría de huracán. De los sistemas que se formarían en la cuenca del océano  Atlántico, entre tres y seis alcanzarían una gran intensidad, con vientos de hasta 177 kilómetros por hora.

En la etapa comprendida entre el 1 de junio y el 30 de noviembre se espera al menos 17 tormentas con vientos de más de 63 kilómetros por hora, nueve con posibilidades de convertirse en huracanes (por encima de los 119 kilómetros por hora), y cinco con categorías superiores a tres en la escala de Saffir-Simpson (a partir de vientos sostenibles de 178 kilómetros por hora), de cinco gradaciones (vientos de más de 250 kilómetros).

La temporada ciclónica que se inició el 1 de junio transita por su período de mayor actividad en lo referido a la formación de fenómenos naturales, cuyo pico suele ocurrir alrededor del 10 de septiembre. La temporada ciclónica en la cuenca del Atlántico transita por su período de mayor actividad entre el 15 de agosto y la primera decena de octubre.

Hasta el momento se han formado 14 organismos tropicales con nombre; y dos de ellos, Irene y Katia, alcanzaron la categoría de huracán. Emily fue el quinto organismo con nombre que se formó en la cuenca del Atlántico durante la actual temporada ciclónica.

El 2 de agosto, la tormenta tropical Emily se encontraba casi estacionaria a unos 435 kilómetros al sureste de San Juan, Puerto Rico, con vientos máximos de 65 kilómetros por hora. El 4 de agosto, el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba informó que Emily se debilitó y se convirtió en una onda tropical.

El 27 de agosto, el huracán Irene amenazaba la costa oriental de Estados Unidos con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora. La aerolínea Air France anuló los vuelos con destino al aeropuerto New York Kennedy y no descartó cancelaciones o cambios de horarios en viajes hacia Washington, Filadelfia, Boston y otros aeródromos de Nueva York.

Ese mismo día, la aerolínea española Iberia canceló todos sus vuelos con destino a Nueva York y comunicó a los pasajeros afectados que podrán pedir el cambio de fechas, en función de la disponibilidad de plazas, o solicitar el reembolso de sus billetes.

El 30 de agosto, el INSMET de Cuba informó que la duodécima depresión tropical de la temporada ciclónica se convirtió en la tormenta tropical Katia en el Atlántico central. Fue el onceno organismo con nombre de la actual temporada y hasta esa fecha registraba vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora y una presión mínima de 1.006 hectoPascal.

El 2 de septiembre, Katia recuperó la categoría de huracán, luego de  alcanzar vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora. A las 11 horas de Cuba el centro del sistema fue estimado en 17,5 grados de latitud norte y 52,4 grados de longitud oeste, a unos mil kilómetros al este de Antigua, grupo norte de las Antillas Menores. Con una presión mínima de 991 hectoPascal, Katia clasificaba como un huracán categoría uno en la escala Saffir-Simpson.

El 6 de septiembre, Katia alcanzó la categoría tres en la escala en la escala Saffir- Simpson, con vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora y una presión mínima de 950 hectoPascal. El centro de Katia se situó en los 26.6 grados de latitud norte y 65.2 grados de longitud oeste, a unos 646 kilómetros al sur de las Bermudas.

El 7 de septiembre, Katia degradó a categoría uno con vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros por hora, con rachas superiores y una presión mínima central de 973 hectoPascal. El 8 de septiembre, Katia se mantenía como huracán categoría uno en la escala Saffir-Simpson, y se ubicaba entre las islas Bermudas y la costa este de los Estados Unidos.

En la mañana del 8 de septiembre, la tormenta tropical María se movía rápido a través del Atlántico tropical y se localizó a 1.510 kilómetros al este-sureste de las islas Sotavento. El INSMET también vigilaba la depresión tropical número 13 de la temporada, que se localizaba en el Golfo de México, al sur-sureste de Lake Charles, Lousiana, así como de un área área de bajas presiones al sur de Halifax, Nueva Escocia.

Nate es el nombre del último fenómeno desarrollado hasta ahora, el cual se ubica a 205 kilómetros al oeste de Campeche, México. El Centro Nacional de Huracanes (CNH) con sede en Miami informó que Nate tiene vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora, y espera que se convierta en huracán a medida que avance hacia los estados mexicanos de Veracruz y Tamaulipas.

Con información Prensa Latina.

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