Malí: Los bambara, lucha y tradiciones

Como otros grupos étnicos del Africa Subsahariana, desde sus inicios los bambara rechazaron la presencia de una metrópoli extranjera cuyo objetivo era explotar las riquezas naturales e implantar un humillante sistema de esclavitud colonial. Los bambara habitan en el valle medio del río Níger, en Malí, un extenso país del Africa Occidental, donde son el grupo mayoritario y en menor cuantía viven en la vecina Mauritania. Ese pueblo enfrentó la conquista colonial gala, la cual impuso su dominio sobre numerosas naciones de la región y con el tiempo constituyó la denominada Africa Occidental Francesa, una organización que reforzó la explotación del imperio en la zona.

Derechos Vitales, Pueblos Indígenas, Instancias Internacionales: A propósito del caso mina Marlin

El 26 de julio del año pasado, el 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció “el derecho al agua potable y el saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”. Bien está, quién puede ponerlo en duda, pero lo que debe extrañar es que sólo tras más de seis décadas de desarrollo de un cuerpo internacional de instrumentos de derechos humanos por parte de las Naciones Unidas vengan éstas a apercibirse de que el derecho al agua es un derecho básico para el disfrute de todos los derechos humanos. ¿Cómo ha podido tardarse tanto tiempo para este reconocimiento explícito? ¿Es que los derechos humanos han sido hasta hace poco cosa de gente acomodada o tal vez inconsciente que daba por hecho el suministro y la salubridad de agua, atmósfera y alimento, el agua potable, la atmósfera limpia y el alimento apropiado? ¿O tal vez de gente con una cultura tan ciega que no aprecia unos derechos humanos tan básicos?

El veneno en la miel del Convenio entre Repsol y los guaranís de Itika Guasu

A principios de abril, en el marco del aniversario de la Asamblea del Pueblo Guarani de Itika Guasú (APG-IG), su presidente anunciaba orgulloso la firma de un convenio con Repsol-YPF, que ponía fin a 6 años de conflicto. Según la organización, dicho acuerdo “reúne condiciones especiales que lo convierten en único en Bolivia e incluso en América Latina” y añadia que los principios aceptados por ambas partes en el Convenio “son útiles y servirán de ejemplo a otras comunidades indígenas”.  En el papel, Repsol se compromete a entregar 14,8  millones de dólares para un plan de Desarrollo de las comunidades guaranís, así como cumplir (ahora sí) con las leyes nacionales y tratados internacionales que otorgan a los pueblos originarios a decidir sobre el destino de su territorio.