La quinta parte de los vertebrados en peligro de extinción

El documento utiliza los datos de la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) sobre el riesgo de extinción que amenaza a 25 mil especies que aparecen en la Lista Roja de ese organismo. Las especies de invertebrados, entre ellos mamíferos, aves, reptiles y anfibios, se encuentran aún más en peligro de extinción.

 

De las 25 mil especies estudiadas, la quinta parte está amenazada con desaparecer. Los anfibios figuran entre los de mayor peligro con 41 por ciento en riesgo. La población de mamíferos descendió 25 por ciento, la de reptiles 22% y la de aves 13%. En el medio acuático, el 33 por ciento de los peces cartilaginosos y el 15 de los óseos figuran en la lista roja.

 

La región de Asia Suroriental ha sufrido las pérdidas de biodiversidad más drásticas, a causa de la siembra de palmas para obtener aceite, la tala de bosques, la conversión de tierras silvestres en arrozales, así como la caza insostenible, señaló Edward O Wilson, de la Universidad estadounidense de Harvard, uno de los autores del estudio.

 

 

La amplia variedad de seres vivos, la variedad de ecosistemas y diferencias genéticas dentro de cada especie que permite la combinación de múltiples formas de vida, así como los patrones naturales que la forman, es lo que se entiende como biodiversidad.

 

El presidente de la Comisión de Sobrevivencia de Especies de la IUCN Simon Stuart destacó que los esfuerzos internacionales han demostrado ser efectivos, y evitaron la desaparición del rinoceronte blanco, del cóndor de California, del hurón de pies negros de Estados Unidos y el caballo de Przewalski de Mongolia.

 

En peligro el «Unicornio Azul» del Isiboro-Sécure

La organización ecologista Conservación de Aves en Bolivia advirtió el grave peligro de extinción del llamado «Unicornio Azul» del Parque Isiboro Sécure; un ave nativa del trópico de Cochabamba, cuya particularidad es el prominente «cuerno» azul que tiene a modo de cresta.

El Unicornio Azul (Pauxi Unicornis), también conocido como «Pava copete de piedra», es una de las especies más amenazadas de Bolivia, y ya es considerada en «peligro de extinción» por la UICN/BirdLife International y «críticamente amenazada» en el Libro Rojo de los vertebrados de Bolivia, señaló la bióloga Natalia Zambrana, coordinadora del Programa para la conservación de la Pava copete de piedra (parte de Conservación de Aves).

 

El ave frugívora (que se alimenta de frutos) habita en bajas densidades poblacionales, en los bosques tropicales perennifolios (que tienen hojas durante todo el año), principalmente en el pie de monte andino, entre los 400 y 1.300 metros sobre el nivel del mar.

 

La caza ocasional de subsistencia, seguida por la deforestación y el chaqueo indiscriminado dentro de su hábitat, son la principal amenaza contra el Unicornio Azul, destacó Zambrana.

 

Lo más llamativo del ave es su cuerno cilíndrico y largo de color azul, el cual mide entre 8,5 a 9,5 centímetros de largo. El Unicornio Azul es de color negro, con la zona ventral y la punta de la cola blanca, patas rojo pálido y el pico rojo brilloso; algunas hembras presentan el plumaje color café rojizo.

 

Según la organización ambiental Armonía, hasta la fecha en el país se han confirmado 14 localidades con la presencia histórica o actual de esta especie. Se trata de comunidades por lo general dentro de áreas protegidas como Carrasco, Amboró e Isiboro-Sécure: Rancho Bolívar Punta (cerca El Palmar), Guanay, Río Espíritu Santo, Río Leche y Río Colomelin/Cerro Leñe, en Carrasco; Serranía de Ichilo, Cajones del Ichilo, San Antonio, Río Blanco, Río Macuñucú y Río Saguayo, en Amboró; y Santa Anita, Santo Domingo y Villa Fátima, en Isiboro-Sécure.

 

Una de las amenazas más preocupantes para los ambientalistas es la actual construcción del Corredor Bioceanico San Ignacio de Moxos-Villa Tunari que dista a sólo diez kilómetros del hábitat de esta especie y que divide en dos al Parque Nacional Isiboro-Sécure.

 

Los investigadores aseguran que este proyecto carretero contribuirá al exterminio del «Unicornio Azul del Isiboro-Sécure» si no se toman medidas oportunas que permitan su protección. (Valle Press, agencia de noticias de Amdeco)

 

Búhos de la India amenazados por la hechicería

Al igual que los tigres, cuyos huesos y piel tienen alta demanda en el mercado negro local e internacional, los búhos están hoy amenazados de extinción en la India, debido a su utilización en prácticas de hechicería, según el ministro de Medioambiente Jairam Ramesh.

 

Los brujos o chamanes indios recomiendan el uso del ave nocturna, o de partes de su cuerpo como el cráneo, plumas, garras, corazón, sangre, ojos, carne y huesos, entre otros, en rituales y ceremonias.
La mayor matanza de búhos con fines de brujería ocurre durante la actual temporada de Diwali, el llamado festival de las luces, que marca además el comienzo del año nuevo hindú, advierte el estudio elaborado por Traffic, un programa conjunto del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) y la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Esas aves también son cazadas para ser exhibidas en las calles, con propósitos de taxidermia, o con fines alimenticios. El tráfico ilegal de búhos, cuya caza está prohibida en la India desde 1972, está más arraigado en los estados de Uttar Pradesh, Madhya Pradesh, Chhattisgarh y Andhra Pradesh.
De las 30 especies registradas en el país, al menos 15 son las más perseguidas por los traficantes y cazadores furtivos. (Nueva Delhi, PL)

 

Antílope tibetano víctima del lujo

Suave, ligera, flexible y brillante, propiedades perfectas de una lana que al ser convertida en manta, además de brindar calor, representa para la alta sociedad elegancia, privilegio y nobleza.
Pero, para la fabricación de un solo chal o estola que posea esas bondades, se requiere de tres a cinco pieles de antílope tibetano, una especie en peligro de extinción. Denominado shahtoosh o Shahtush; el referido artículo de lujo es asimismo calificado como el mejor y más costoso de todos los de su tipo.
Su nombre proviene de una palabra persa que significa «Placer de los reyes». Etimológicamente deriva de la unión de shah (rey) y tus (lana).
La pieza, elaborada por tejedores de Cachemira, requiere de ellos mucha habilidad por tratarse de finas hebras de pelo (poseen un diámetro de entre nueve y 11 micrómetros), tanto es así que el producto final es capaz de pasar por dentro del aro de un anillo de compromiso, según describen. Esto, unido a la escasez de los chales en un inicio, le confirió la categoría de objeto precioso.
Sin embargo, detrás de tanta belleza, se oculta una triste y lamentable realidad: la caza furtiva de los referidos animales para la fabricación de tan preciada prenda.
El también nombrado chirú, mamífero artiodáctilo (con extremidades terminadas en número par de dedos), se mueve a gran velocidad por el altiplano Tibetano, llamado «techo del mundo», de una altura promedio a los cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
Durante años fue perseguido sin piedad en esa meseta, de un área de dos millones 500 mil kilómetros cuadrados, que cubre la mayor parte de la Región Autónoma del Tíbet y la provincia de Qinghai, en China, además de la ciudad de Ladakh, estado de Jammu y Cachemira, en el norte de la India.
El mercado de su lana está prohibido internacionalmente desde 1979, cuando fue reconocido en peligro de extinción y protegido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas.
Luego de sufrir grandes mermas en las pasadas décadas del 80 y 90, gracias a los planes de conservación del gobierno chino, la población de estos antílopes creció desde los 15 mil ejemplares contabilizados en 1998 -cuando sufrió el mayor descenso- hasta más de 50 mil en el 2008.
Grandes sumas se destinan en el Tíbet con vista a mejorar su hábitat y en Qinghai se crearon equipos especiales para luchar contra la caza ilegal.
Como parte de los programas para evitar su extinción, cuatro reservas naturales, dos ubicadas en la noroccidental provincia de Qinghai y las otras en las regiones autónomas del Tíbet y Uygur de Xinjiang -esta última adonde migran las hembras cada año para parir- aúnan esfuerzos a fin de intensificar la labor dirigida a la conservación de esa amenazada especie.
La idea es compartir experiencias, intercambiar personal y desarrollar investigaciones conjuntas, según Tseten Druk, director de la administración nacional del área de Hoh Xil, parque natural de Qinghai. A ello se suma el patrullaje en los hábitats descritos para prevenir la caza furtiva, dijo.
En la Meseta Qinghai-Tíbet nacen muchos ríos, incluido el Amarillo y el Yangtsé. En esa singular región de grandes alturas además viven el yak salvaje («buey gruñón» o «búfalo con cola de caballo») y los silvestres burros tibetanos.
En el mundo existen 91 especies diferentes de antílopes, 25 de las cuales se encuentra en serio peligro de extinción, según un estudio publicado en 2009. (Teresita Vives, Corresponsal de Prensa Latina)

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