Nuevas maravillas naturales y patrimonios culturales

La Fundación New 7 Wonders reveló hace poco una lista preliminar de las siete nuevas maravillas naturales del mundo: la Amazonía sudamericana, las cataratas de Iguazú, la bahía de Halong, la isla de Jeju en Surcorea, el Parque Nacional de Komodo en Indonesia, el río subterráneo del Puerto Princesa en Filipinas y la montaña de la Mesa en Sudáfrica.

La bahía de Halong, el mayor destino turístico de Vietnam, tiene 1.969 islotes de diversos tamaños, de los cuales 989 tienen nombre, así como las cuevas Thien Cung, Dau Go, Sung Sot o Trinh Nu. La bahía de Halong fue declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco por sus valores naturales en 1994 y por sus peculiaridades geológicas en 2000.

La Montaña de la Mesa (Table Mountain) es una elevación de cima plana con unos tres kilómetros de superficie, cuyo punto más alto se encuentra a 1.086 metros sobre el nivel del mar, desde donde se divisa toda la Ciudad del Cabo. Según especialistas, la elevación resiste la erosión desde hace más de seis millones de años y acoge la flora más diversa con unas 1.470 especies, además de muchos animales salvajes en vías de extinción.

La Amazonía sudamericana también fue declarada nueva maravilla natural, tomando en cuenta que América del Sur posee más del 40% de la biodiversidad y más de la cuarta parte de los bosques del Planeta, en más de 4,400 áreas protegidas que cubren alrededor de cinco millones de kilómetros cuadrados.

Brasil, Colombia, Ecuador, México, Venezuela y Perú cubren menos del 10% de la superficie terrestre, pero contienen aproximadamente el 70% de las especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios, plantas e insectos del mundo, reveló el informe América Latina y el Caribe: Una superpotencia en biodiversidad”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La inclusión de las Cataratas del Iguazú entre las siete nuevas maravillas naturales del mundo se traduce en una gran potencialidad turística para la región, evaluó el ministro argentino Enrique Meyer. Declarada en 1984 por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad, esta enorme cortina natural de agua es compartida por la provincia argentina de Misiones y la brasileña Foz de Iguazú.

Nuevas reservas de biósfera

En la 23 Sesión del Comité Coordinador Internacional del Programa El Hombre y la Biosfera celebrada el 30 de junio en Dresden, Alemania, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró Reserva de Biosfera a una región situada en la triple frontera entre El Salvador, Guatemala y Honduras, conocida como Trifinio Fraternidad.

Las Reservas de Biosfera son zonas de ecosistemas terrestres, costeros o marinos, o una combinación de éstos, reconocidas internacionalmente como tales en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la Unesco. Se estima que 580 sitios en 114 países fueron declarados Reservas con el fin de promover el desarrollo sostenible con base en acciones gestadas por las comunidades locales y demostrar una relación equilibrada entre los seres humanos y la biosfera.

La rica región conocida como Trifinio Fraternidad tiene una extensión de 1.541 kilómetros cuadrados, y es una de las mayores fuentes hídricas de Centroamérica que alimenta al principal río Lempa, que nace en Honduras. Es la primera Reserva de Biosfera Trinacional en el continente americano, y ya fue merecedora del título “La Joya de la las Américas” por su valioso patrimonio ambiental y cultural.

El 24 de octubre, la Unesco reconoció también a la Reserva de la Biosfera Agua y Paz, en el norte de Costa Rica, como una de las 28 más destacadas del mundo en la lucha por disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, con la participación de la población de la jurisdicción. Costa Rica cuenta con las reservas La Amistad, Cordillera Volcánica Central y Agua y Paz, que fue establecida en septiembre de 2007 y comprende 916 mil hectáreas, distribuidas en las provincias de Alajuela, Guanacaste y Heredia.

La Reserva Agua y Paz abarca ocho zonas de áreas protegidas, cuatro corredores biológicos y una comunidad indígena. Humedales, ríos navegables, bosques húmedos tropicales y grandes nacientes de agua son algunas de las riquezas naturales contenidas en esta reserva.

También es considerada una maravilla natural de Centroamérica el denominado Corredor Biológico del Caribe de unos 1.600 kilómetros lineales, que incluye la reserva de Biosfera-Jaragua-Bahoruco-Enrriquillo y la Cordillera Central en la República Dominicana. En la parte haitiana, están las zonas del Masif de la Selle, el Lago Azuei, Fore et Pins, La Visite y el Macizo Norte Central. Cuba aporta una amplia área de la Sierra Maestra, Baracoa, Nipe y Saguá. Este corredor biológico juega un papel clave en la protección de especies migratorias y en la recuperación de zonas degradadas, destacó el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana Jaime David Fernández.

El Arrecife Mesoamericano es la barrera de coral más grande del hemisferio occidental. América Central, a pesar de cubrir sólo el 0.5% de la masa terrestre, contiene el 10% de su diversidad biológica. El 50% de la vida vegetal en el Caribe no se da en ninguna otra parte del planeta, señala el estudio América Latina y el Caribe: Una superpotencia en biodiversidad.

Nuevos sitios en la lista del Patrimonio Mundial

El paisaje cultural del café de Colombia fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial, junto a la isla de Meroe (Sudán), la Zona protegida de Wadi Rum (Jordania), los Centros de poder de los longobardos (Italia) y la Fábrica de Fagus en Alfeld (Alemania). El sitio latinoamericano comprende seis paisajes cafetaleros y dieciocho centros urbanos de las cadenas occidental y central de la Cordillera de los Andes al oeste del país. Es un lugar excepcional, reconoció la Unesco, en el cual los productores adaptaron el cultivo a las condiciones difíciles de la alta montaña al plantar en pequeñas parcelas de bosque alto.

El sitio sudanés, sede del poder que ocupó Egipto durante casi un siglo comprende la ciudad real de los reyes kushitas en Meroe, cerca del río Nilo y los sitios religiosos cercanos de Naqa y Musawwarat en Sufra. Este vasto imperio se extendió desde el Mediterráneo hasta el corazón de África por lo cual se convirtió en  testimonio del intercambio de artes, estilos arquitectónicos, religiones e idiomas entre ambas regiones.

La Zona Protegida del Uadi Rum es un variado paisaje desértico formado por cañones, arcos naturales, farallones, rampas, grutas y grandes derrumbes de terreno en un espacio de 74 mil hectáreas al sur de Jordania cerca de la frontera con Arabia Saudita. Los vestigios de 25 mil petroglifos y  20 mil inscripciones y los restos arqueológicos subsistentes en el sitio constituyen un testimonio de doce milenios de ocupación, de la evolución del pensamiento humano y los comienzos de la escritura alfabética.

De igual forma, el Delta del Salum de Senegal y sus vestigios, testimonio de dos milenios de presencia humana, fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. La pesca y la recolección de moluscos  proporcionaron medios de subsistencia al hombre en esta superficie de cinco mil kilómetros cuadrados durante milenios. Formado por los brazos de tres ríos, en el  lugar se halla una red de canales de agua salobre con más de 200 islas e islotes, bosques de manglares, zonas costeras atlánticas, un bosque seco y  218 montículos formados por valvas de moluscos.

Por otra parte, el paisaje cultural tradicional del Lago del Oeste de Hanzhu (China), las islas de Ogasawara (Japón), el Sistema de lagos de Kenya en el Gran Valle del Rift y la Costa de Ningaloo (Australia), también fueron incluidos en la Lista del Patrimonio. El sitio chino,  que constituye desde el siglo IX  una fuente de inspiración para poetas, artistas y eruditos célebres, ha ejercido una gran influencia a lo largo de siglos en el arte del diseño de jardines en el resto del país, Japón y Corea. En la parte occidental de la ciudad de Hangzhu, al sur del río Yangtsé, se erigieron numerosos templos, pagodas y pabellones, y se crearon vergeles, alamedas ornamentales, islas y calzadas para embellecer los parajes, explicó la Unesco.

Las islas de Ogasawara, situadas a unos mil kilómetros al sur del principal archipiélago de Japón fueron incluidas por la riqueza de sus ecosistemas, reflejo de toda una serie de procesos de la evolución natural mezcla de especies vegetales características del sudeste y noroeste de Asia con numerosas especies endémicas. Los variados paisajes insulares albergan dentro de su rica fauna el \"zorro volador\" de Bonin, un murciélago en grave peligro de extinción, y 195 especies de aves, muchas de las cuales también corren el riesgo de desaparecer. Se han catalogado 441 taxones de plantas nativas en estas islas y sus aguas albergan numerosas especies de peces, cetáceos y corales.

El sitio natural de Kenya, que alberga 13 especies de aves amenazadas de extinción a nivel mundial, tiene una superficie de 32 mil 034 hectáreas y comprende tres lagos poco profundos: el Bogoria, el Nakuru y el Elementaita. La diversidad de sus variedades de pájaros es una de las mayores del planeta y constituye el lugar más importante del mundo para la alimentación del flamenco enano y una zona importante para la nidificación y cría del gran pelícano blanco.

La Costa de Ningaloo situada en el occidente australiano con una extensión de 708.350 hectáreas posee uno de los más largos arrecifes litorales del mundo. En su parte terrestre, el sitio presenta un gran sistema kárstico y una red de grutas y cursos de agua subterráneos en una importante red de cuevas, conductos y arroyos donde se encuentra una considerable variedad de especies raras.

De otra parte, la Ciudadela de la dinastía Ho de Viet Nam, el Paisaje cultural etíope de Konso y el Fuerte Jesús de Mombasa, en Kenya, fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco el 27 de junio en París. La Ciudadela de la dinastía Ho de Viet Nam, construida en el siglo XIV con los principios del feng shui, es testimonio del florecimiento del neoconfucionismo a finales de ese período y su expansión hacia otras zonas del este continental. Esta ciudad imperial del sureste asiático se ubica en las montañas Tuong Song y Don Son, en una llanura entre los ríos Ma y Buoi.

El paisaje cultural de Etiopía, un área de 55 kilómetros cuadrados de terrazas, muros de piedra y asentamientos fortificados, es un ejemplo espectacular de tradición viva de 21 generaciones (más de 400 años) adaptada a un ambiente seco y hostil. Según la Unesco, el lugar demuestra los valores comunes, la cohesión social y los conocimientos en ingeniería de sus comunidades. El sitio contiene estatuas antropomórficas de madera, agrupadas para representar a miembros respetables de las comunidades y simbolizar acontecimientos particularmente heroicos, testimonios vivos únicos de tradiciones funerarias en vías de desaparición.

El Fuerte Jesús, construido por los portugueses entre 1593 y 1596 de acuerdo a los planos de Giovanni Battista Cairati para proteger el puerto de Mombasa, es uno de los ejemplos más sobresalientes y mejor preservados de fortificación militar. La Unesco detalló que el diseño y la forma de la edificación reflejan el ideal renacentista, según el cual las proporciones perfectas y la armonía geométrica se encuentran en el cuerpo humano, un hito en la historia de este tipo de obras. El espacio cubre una superficie de 2,36 hectáreas e incluye el foso del puerto y sus alrededores inmediatos.

La Unesco informó el 8 de noviembre que manifestaciones culturales y tradiciones de Latinoamérica están en la lista de candidatos a convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, entre ellas la sabiduría tradicional de los Chamanes del Jaguar del Yaruparí de Colombia; el Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta, de México; y el peregrinaje al Santuario del Señor de Qoyllurit’i en Perú.

La Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Intangible fue creada durante la Conferencia General de la Unesco en 2003 con el objetivo de proteger las costumbres, representaciones y conocimientos que las comunidades reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. En esta definición se contemplan expresiones orales, incluido el idioma, rituales, actos festivos, danzas, sabiduría tradicional, técnicas artesanales y otras manifestaciones de la vida espiritual de los pueblos que corren algún tipo de riesgo, entre ellos el de desaparecer, y necesitan protección urgente.

De un total de 49 nominaciones de distintos países, sólo 17 fueron aprobadas por el comité consultivo. La decisión final será tomada en la sexta sesión del Comité Intergubernamental en Indonesia, del 22 al 30 de noviembre, informó la secretaria de la Convención Cecile Duvelle.

Con información de Unesco, Ecoportal y Prensa Latina.

Print Friendly, PDF & Email
Fobomade

nohelygn@hotmail.com

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *