«Hermanos del TIPNIS: Mil gracias por unirnos a los bolivianos”

Las y los marchistas llegaron con polvo en los hombros, con las banderas que ya tomaron el color del camino y sus arcos, sus flechas. Nadie podía creer que el pueblo los tratara con tanta solidaridad, cuando en días anteriores algunas autoridades habían aconsejado a las y los marchistas “pasar en camión” para evitarse más agresiones como las sufridas el 25 de septiembre en Yucumo, a manos de la Policía Nacional.

 “Agradecerles por el gran sacrificio que ustedes realizan por el presente y el futuro de los bolivianos. Comentarles que la situación tan preocupante que enfrenta nuestro país nos impulsó a manifestarnos cívicamente y expresar nuestro apoyo a la marcha; a ustedes, que la iniciaron por una buena causa. En estos momentos tan difíciles que enfrenta nuestro país, los bolivianos tenemos que estar más unidos y no dejarnos influenciar por declaraciones que nos quieren enfrentar entre bolivianos. Queremos manifestar a Bolivia y al mundo entero que los caranaveños queremos vivir en armonía con nuestros hermanos indígenas”, discurseó en la plaza Bolívar Fanny Álvarez, organizadora del recibimiento.

La marcha indígena había partido de la pequeña población de Carrasco a las seis de la mañana del 7 de octubre, luego de que las y los marchistas fueran despertados por la explosión de dos dinamitas, que activó al amanecer alguna mano anónima. Hasta Caranavi tenían 22 kilómetros, repletos de subidas y bajadas entre cerros verdes. Siguieron por el mismo camino estrecho, con una montaña empinada de un lado y un barranco hondísimo del otro. En este trayecto se mezclaron momentos de barro y de polvo, de lluvia, de sol y de viento, propios del clima yungueño.

Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de comunidades del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), iba contando chistes a dos hermanos al frente de la marcha, junto a la bandera del patujú, que lidera a todas y todos los marchistas. La octava marcha iba fuertemente custodiada por trabajadores de la prensa nacional e internacional, que hacían entrevistas a quienes caminaban o tomaban imágenes de apoyo.

Cuando faltaban seis kilómetros, llegaron a la tranca de Caranavi bajo algunas gotas ocasionales. Allí fueron a recibirlos los policías de esta ciudad, con mucho respeto. No podía diferir del respeto que demostraron los policías a los marchistas cuando los bloquearon en Yucumo, para finalmente reprimirlos e intentar exterminar la marcha indígena. Las y los marchistas saludaron a los uniformados con educación, que en número de tres quedaron al frente de la movilización, como si fueran a desviar a las movilidades que venían por el camino.

Aparecieron tres motos de vecinos de Caranavi para desviar al tránsito que iba hacia el lado de Trinidad, 485 kilómetros atrás, según cálculos marchistas. Aparecieron más vecinos en movilidades con cohetes y petardos, que hacían estallar para avisar la llegada de los indígenas de los 36 pueblos de Bolivia. Cuando entraron a la ciudad, a las 11.30, apareció gente del lugar con collares amarillos y verdes, colores de la bandera caranaveña, para ponerlos en el cuello de las primeras decenas de marchistas. Habían estado haciéndolos la noche anterior en la plaza Bolívar, donde estaba el punto de recolección de donaciones para la Octava Marcha Indígena.

En las diez cuadras que la marcha recorrió hasta ese lugar, el griterío, los saludos y los festejos de la población llenaron el ambiente. Eran los marchistas legendarios, venidos de las “negociaciones” malintencionadas del Gobierno nacional, de la “vigilia” –bloqueo- de una veintena de campesinos masistas en Yucumo, donde la Policía también los bloqueó y además los “evacuó” -reprimió bestialmente. Una marcha que en 52 días juntó una historia larga y experiencia más larga aun.

Los niños en las escuelas saludaban, hasta los niños tras las rejas del Instituto Americano, ya en la plaza central. Después de dar la vuelta protocolar, los marchistas se sometieron al acto preparado por las y los vecinos solidarios de esta ciudad.

Caranavi

“Muy buenas tardes a nuestros hermanos indígenas del TIPNIS, hermanos caranaveños y bolivianos en general. Muy emocionada y conmovida por la presencia de todos ustedes. En nombre de mi querido pueblo de Caranavi les doy la más grata y cordial bienvenida. Gracias, mil gracias hermanos del TIPNIS por unirnos a todos los bolivianos ¡Que viva Bolivia unida! ¡Que viva Caranavi unida! ¡Que vivan nuestros hermanos indígenas del TIPNIS!”, dijo Álvarez, quien fue siempre respondida por las vivas de la muchedumbre.

“Esto es Caranavi, compañeros del TIPNIS, Caranavi es de corazón grande. Esta es la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), que está presente acá, dándoles la bienvenida. Caranavi es solidario, no tiene color político en este momento, cuando hay que defender los intereses de la Madre Tierra. Esto no es un movimiento político, son vecinos ciudadanos de Caranavi, nacidos y algunos que vivimos de hace muchos años acá, para decirles que Caranavi no es lo que ustedes pensaban y Caranavi no es lo que les han dicho otras personas. Caranavi es esto, este solidario corazón del caranaveño que ha venido a aportar, a darles un granito de arena a ustedes, a recibirlos con los brazos abiertos y a decirles: compañeros, felicidades por esa lucha, por esa garra, por ese ímpetu, por esas madres embarazadas, por esos hijos que acompañan a sus madres, por esas señoras que están presentes acá. Caranavi está con ustedes, muchísimas gracias”, dijo Jorge Llanos, vecino del distrito Dos y presidente de la Fejuve local.

“Hermanos y hermanas del pueblo de Caranavi, hermanas y hermanos marchistas que estamos hoy en la ciudad de Caranavi, a cada uno de los hermanos dirigentes y de las hermanas, agradecerle profundamente al pueblo de Caranavi por este gran recibimiento. Nosotros jamás hemos pensado que ustedes habrían hecho lo contrario. Queremos decirles que nuestra marcha se caracteriza por ser pacífica. Y adonde hemos llegado hasta ahora, el pueblo nos recibe siempre con los brazos abiertos”, dijo Fernando Vargas Mosúa. Y continuó: “Eso demuestra que nuestra lucha es justa, porque estamos defendiendo a la naturaleza”… “esa, esa, esa, esa”, repitieron los parlantes, porque estaba mal ajustada la perilla de los ecos.

“Defendemos la biodiversidad, el medio ambiente y la Madre Tierra para que ustedes y nosotros como pueblos indígenas sigamos gozando de la naturaleza, de la biodiversidad, de lo que nos da la Madre Tierra; pero no solamente nosotros y ustedes gocemos ahora, sino los hijos y los hijos de nuestros hijos, solamente eso estamos pidiendo y no nos puede entender hasta ahora el Gobierno nacional. Y estaremos acá y seguro mañana estaremos más allá, hasta que lleguemos a la sede de Gobierno. Creo que solamente llegando al Palacio de Gobierno podemos reunirnos con el presidente Evo Morales, porque él jamás tuvo tiempo de llegar hasta donde estábamos nosotros, pero se dio tiempo para llegar al TIPNIS, dividiéndonos, rompiendo las estructuras organizativas que él, como Presidente y dirigente, conoce perfectamente. Pero bueno, se ha olvidado, está mal asesorado, entendemos eso nosotros”, lamentó el presidente de las comunidades del TIPNIS.

“La unidad de los pueblos indígenas y la unidad de este país tiene que vencer todos los egoísmos, tiene que vencer a todo el racismo y lo que nos tiene que unir es la defensa de la naturaleza. Porque cada día más estamos sufriendo el calentamiento global, el efecto de La Niña, de El Niño, cada vez estamos siendo presa de esa destrucción a la naturaleza que provocamos nosotros, la humanidad. No podemos vivir sin la naturaleza y la naturaleza no puede vivir sin nosotros, porque estamos unidos. Solo así nos vamos a querer ambos, la naturaleza y el humano somos uno, y por ser uno tenemos que defender a la naturaleza todos, para no continuar con este proceso de calentamiento global, con este proceso de efecto invernadero que cada día afecta más a nuestra economía y a nuestra vida. ¡Que viva la naturaleza y la Madre Tierra! ¡Que viva el medio ambiente y la biodiversidad! ¡Que vivan los pueblos indígenas y los pueblos que habitamos este país, que somos parte del Estado Plurinacional!”, exclamó Vargas.

“Queremos agradecerles profundamente por habernos recibido en su pueblo. Nos sentimos contentos, como marchistas no tenemos palabras para poder agradecerles a ustedes hermanos. Estamos en defensa de nuestro territorio para poder vivir muchos años tranquilos. Agradecemos de corazón a todos ustedes por el sacrificio y esfuerzo que están haciendo para darnos su granito de arena a todos nosotros, los marchistas, que somos hombres y mujeres, niños y ancianos, a pesar de la masacre del 25 de septiembre que nos ha hecho el presidente Evo Morales. Siendo este un gobierno indígena, nunca nos imaginamos que de esa manera iban a masacrarnos a las mujeres, nuestros hermanos, todos los marchistas. A pesar de eso estamos firmes en la lucha, para vencer y llegar con algo positivo a nuestras casas. Estamos firmes para llegar hasta la sede de Gobierno y ser atendidos en nuestras demandas”, declaró la mojeña Jenny Suárez, presidenta del Comité de Marcha.

“A nombre del CONAMAQ quiero decirle al pueblo de Caranavi, a los hermanos jóvenes, a todos los niños, mujeres: de todo corazón agradecemos, muchísimas gracias por recibirnos a la marcha indígena, que está luchando por todos los derechos colectivos, por todos los derechos individuales de cada uno de nosotros, para el futuro de nuestros hijos, para el futuro de nuestra tierra. Siempre los pueblos indígenas y todos los ciudadanos y ciudadanas hemos vivido con la Madre Tierra, con la biodiversidad, con el agua, que es la sangre de la Madre Tierra y nos da vida a los seres humanos. Por eso hay que cuidar a nuestra Madre Naturaleza, para que de acá adelante nuestros hijos puedan vivir, puedan gozar de nuestro territorio. Y eso no es del Gobierno, sino de cada uno de los pueblos. Como aquí, en Caranavi, los ríos, los bosques ¿de quién son? De ustedes, hermanos. Así los pueblos indígenas también somos dueños de nuestra tierra, de las bondades de la naturaleza, nadie nos puede quitar, nadie nos puede avasallar nuestros derechos colectivos. Con eso quiero decir, hermanos, que siga adelante el pueblo de Caranavi, que sigan adelante los pueblos unidos para tener un resultado a su futuro”, saludó tata Walberto Baraona, mallku de Medio Ambiente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ).

Raúl, un vecino, entregó una bandera de Caranavi a Miriam Yubanore, vicepresidenta de la Central de Pueblos Étnicos Mojeños de Beni (CPEMB), brutalmente agredida por la Policía el 25 de septiembre.

“Departamento de La Paz, Bolivia entera y el mundo que nos ve por las cadenas televisivas internacionales: quiero saludar primeramente a todos los compañeros que han venido marchando desde tan lejos. En estos días se ha hablado mucho de que no iban a ingresar a Caranavi, que en Caranvi no los queremos, que Caranavi es territorio masista (del Movimiento Al Socialismo, MAS, partido en el Gobierno). En este momento quiero decirle a todo el mundo que esa es una total mentira: Caranavi es de los caranaveños y de los que han nacido en este pueblo. Quiero dirigirme especialmente a don Guzmán Aliaga (secretario general de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia -CSCIB) quien en Yucumo ha dicho que si la marcha pasaba los iban a reventar. Ahora quiero decirle a don Guzmán que venga y nos reviente a todos los que estamos apoyando a esta marcha”, dijo el vecino.

“Señor presidente del Estado Plurinacional: si usted no manda en el país, si usted no da las órdenes a la Policía y a las Fuerzas Armadas ¿entonces quién lo hace? Señor Presidente: si usted no tiene el poder ni la autoridad ni la capacidad de hacer eso, váyase por favor a Venezuela, váyase con su avioncito de 33 millones de dólares”, agregó.

“Compañeros: no quiero cansarlos, sé que han caminado mucho y están muy cansados. Aquí está mi compañera Miriam -ustedes han visto en la tele cómo ha sufrido, cómo la han amarrado, la han arrastrado, le han puesto cinta masking en la boca, ha sido víctima de la brutal intervención policial, de la cual no hay responsables. Quiero decirle a la hermana Miriam que Caranavi está con usted, que Caranavi está con los marchistas. Queremos mostrar a esas personas que dicen luchar por el proceso de cambio que nosotros no vamos a luchar por el proceso de cambio. Desde la masacre de mayo del año pasado, Caranavi no va a luchar por el proceso de cambio, un proceso de cambio que solo nos ha traído muertes en este tiempo. Caranavi ha dicho no más muertes, no más amedrentamientos, no más dictadura de nuestro presidente hacia los bolivianos, hacia nuestros hermanos. Compañera Miriam, le doy la bandera de mi pueblo. Aquí no manda la gente que ha venido hace unos dos o tres años atrás, como el señor Guzmán Aliaga y todos los señores de la federación agraria dizque provincial de supuestos colonizadores de Caranavi. Quiero que cuando usted vaya a La Paz levante esta bandera y diga que en Caranavi los hemos apoyado, los hemos recibido, porque estamos con ustedes hasta las últimas consecuencias”, dijo don Raúl, quien nombró a Yubanore “heroína de esta marcha”. Miriam hizo flamear la bandera antes de hablar.

“Agradecerle a este pueblo de Caranavi por el recibimiento. Agradecerle al mundo entero por el apoyo que nos ha brindado en los momentos más difíciles. Decirle a todo el mundo que jamás el movimiento indígena va a ser vencido, jamás va a ser destruido. Más bien, con la masacre que nos han hecho el 25 nos crean más fuerza para seguir luchando y defender nuestros territorios. Vamos a seguir adelante hasta llegar a la sede de Gobierno, porque el Gobierno no tuvo voluntad absolutamente para bajar a tratar el diálogo que pedíamos nosotros en la marcha. Pero ahora, nosotros sufriendo, con los pies descalzos, con lluvia, con frío, con sol, vamos llegar hasta la ciudad de La Paz. Ayúdenme a decir ¡Que viva el movimiento indígena! ¡Que viva el pueblo de Caranavi!”, dijo Miriam Yubanore.

Reconfortados, las y los marchistas caminaron cinco cuadras más hasta orillas del río Caranavi, donde acamparon la noche del viernes.

“Nosotros marchamos por la vida”

Las y los marchistas amanecieron humedecidos, luego de la lluvia torrencial que durante la noche inundó la mayoría de las carpas junto al río Caranavi. Luego de poner las pertenencias a secar y tomar el desayuno, los indígenas se reunieron en una cancha de futbol cinco con los senadores del MAS Gabriela Montaño y Adolfo Mendoza. Los legisladores reiteraron que se pretende suspender temporalmente las obras de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, mientras no se realice algún tipo de referéndum a una población indeterminada.

La charla fue tomada con desengaño por los marchistas, porque el oficialismo ya presentó una propuesta de ley al Parlamento, redactada –como es costumbre en el gobierno de Evo Morales- sin consultar a los pueblos indígenas involucrados en el conflicto. Los caminantes exigieron que esta iniciativa sea retirada de consideración de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), para presentar en su lugar una versión elaborada por el MAS junto con los legisladores indígenas adheridos a la movilización, que está a 160 kilómetros de La Paz.

Esta mañana llegó al campamento el azote de los marigüices. No perdonaron ningún trozo de piel que quedara al descubierto, aunque era difícil estar tapado en el calor hiper húmedo del día, cuando reapareció el sol para evaporar fulminantemente a los charcos y remanentes de la tormenta. Estar con mucha ropa tampoco era garantía de protección, porque estos bichos tan perspicaces y diminutos se las arreglan para colarse entre los pliegues de la vestimenta para beber sangre marchista con toda comodidad. Para el mediodía ya se habían agotado en el campamento los repelentes de insectos en crema y aerosol.

Mientras muchos marchistas hablaban con los senadores del MAS, otros se dedicaban a pintar sobre telas los nombres de sus organizaciones. Porque las banderas y las pancartas de los pueblos indígenas y organizaciones en la Octava Marcha Indígena fueron quemados por la Policía Nacional en Yucumo, junto a gran cantidad de las pertenencias de las y los indígenas reprimidos, según testimoniaron.

Para el almuerzo volvieron a aparecer las verduras, que habían escaseado durante los últimos días de caminata. Estaban entre las cuantiosas donaciones de la población de Caranavi para los marchistas, mujeres y hombres de todas las edades. También les dejaron decenas de kilos de ropa, que las y los donados se entretuvieron en seleccionar.

La gente de la marcha exprimió el río Caranavi: niñas, niños y no tanto jugaron en el agua torrentosa, otros se bañaron y se limpiaron la ropa, entre algunos vecinos que hundieron sus movilidades para lavarlas. Estar con los cuerpos sumergidos era la manera más eficaz de evitar los marigüices, que dejaron repletas de ronchas las espaldas, piernas y brazos de los visitantes.

Los senadores

Montaño y Mendoza informaron a los indígenas sobre la propuesta de ley corta del Gobierno nacional para suspender temporalmente –se remarca el “temporalmente”- la construcción del tramo dos –más remarcado- de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Como era de prever, los marchistas rechazaron esta iniciativa y pidieron que se tomara en consideración la propuesta en borrador entregada a la ALP por representantes de la Octava Marcha Indígena.

Senadora y senador consensuaron en que esperarían un fax desde La Paz para confirmar que hoy no sería tratado por los asambleístas la iniciativa de ley corta del Gobierno, como estaba agendado. Mientras tanto, sugirieron que oficialistas e indígenas prepararan un tercer proyecto de normativa para evitar que el pavimento corte al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), donde viven 15 mil indígenas de los pueblos Chimán, Yuracaré y Mojeño, propietarios de esta área protegida.

“Le entregamos a los senadores una resolución solicitando que se retire definitivamente el proyecto de ley corta presentado por el Órgano Ejecutivo. Si esa propuesta no se retira, no habrá trabajo de comisión con los diputados indígenas encomendados por la marcha para discutir de nuevo el proyecto de ley” sobre la carretera y el TIPNIS, dijo Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de Comunidades del área protegida de 1.200.000 hectáreas. De este número, está en poder de los indígenas 1.000.000 de hectáreas. Las 200.000 mil restantes están en manos de campesinos (mayormente cocaleros) que ya viven ahí dentro y el Estado considera que es imposible sacarlos.

“Tenemos que acomodar nuestras atapinkas y continuar con la marcha. Ellos (la y el senador) podrían habernos traído hoy una respuesta positiva. Pero ellos reciben órdenes y esas órdenes vienen del presidente del Estado Plurinacional. Si la respuesta es positiva de parte del Presidente, entonces está empezando a nacer el camino de la voluntad para solucionar el problema. Pero si dice que no, significa que estamos nomás enraizados en el orgullo y en el egoísmo de ‘aquí yo paso y paso le guste a quien le guste’”, dijo el dirigente del pueblo Mojeño.

“Estamos simplemente aquí parados en este momento porque necesitábamos escucharlos a ellos, para que no se diga que ‘la marcha continuó y nos dejaron aquí parados’”, agregó Vargas.

“Ellos (Montaño y Mendoza) van a decir al presidente del Senado y de la Cámara de Diputados que se suspendió la sesión de hoy día, cuando iban a hacer tratamiento del proyecto de ley presentado por el Ejecutivo. Pero nosotros no estamos pidiendo eso. Pedimos el retiro definitivo del proyecto de ley presentado por el Ejecutivo (la ley corta sobre la construcción de la carretera). Hasta que eso no suceda, no se trabajará el proyecto de ley que la columna de la marcha ha encomendado a nuestros hermanos diputados (el mojeño Pedro Nuni y el guarayo Bienvenido Zacu), quienes trabajarían con estos senadores, porque tal vez les interese no ser parte de la criminalidad que se va a suscitar si se aprueba el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo”, dijo el presidente de las comunidades del TIPNIS.

“Rechazamos el proyecto de ley del Ejecutivo porque es anticonstitucional, es una provocación que va a viabilizar el genocidio y etnocidio. Si quieren solucionar, deben trabajar la propuesta presentada por nosotros y nuestros diputados, no hay vuelta que darle”, afirmó tata Rafael Quispe Flores, mallku de Industrias Extractivas CONAMAQ.

“No podemos caer nuevamente en que nos distraiga el Gobierno. Antes vinieron los ministros, dijeron ‘vamos a dialogar’, y dijimos ‘sí, dialoguemos’. Nos tenían parados cinco días, salían a la prensa diciendo ‘mira, estamos dialogando, les estamos preguntando’. Hermanos: no es así ¿Cuál es el objetivo de los asambleístas? Distraernos. Francamente, ese es mi pensamiento. Ojalá que no sea así. Pero si evidentemente esta comisión es de buena fe ¿por qué el Ejecutivo presentó otro documento a la Asamblea y se lo agendó, sabiendo que había una comisión conformada por diputados indígenas para elaborar una propuesta que sea discutida en la Asamblea? La cuestión es muy clara, clara, clara. La propuesta que trabajen los asambleístas indígenas con ustedes es la que se debe agendar. Pero para que ya no nos estén distrayendo, necesitamos una nota oficial de la Asamblea Legislativa Plurinacional en ese sentido: que la comisión de asambleístas indígenas con ustedes van a trabajar esa ley corta a base de nuestra propuesta. Y esa otra propuesta del Ejecutivo ya agendada se levanta, porque se tiene que levantar. Si es tan coherente su propuesta como ustedes la están planteando, nosotros vamos a considerarlo, pero cuando exista un compromiso escrito, oficial. Eso no hemos hecho con los ministros. Y han venido al final, cuando estábamos llegando a una resolución, a decirnos que ‘no porque hay una decisión política’ de hacer la carretera. Es la decisión de alguien que manda en el Gobierno, porque el presidente del Estado Plurinacional dice que no sabe de la intervención policial (del 25 de septiembre en Yucumo), entonces si no sabe ¿quién manda? Gobierna Evo Morales o alguien. Entonces, justamente para tener la documentación, para tener la seriedad sobre la propuesta de ustedes, solicitamos que sea en forma escrita, así nosotros lo vamos a considerar. Porque si no, entramos nuevamente en este círculo vicioso de diálogo pero no hay ningún avance, es más bien un diálogo de sordos. Hoy, ya deberíamos estar avanzando y por escucharles con todo el respeto nos hemos quedado. Ahora van a decir que nuevamente queremos sabotear las elecciones (para magistrados del Órgano Judicial, el 16 de octubre). Antes venían los ministros, nos hablaban y afuera el Gobierno nos chicoteaba. Ahora ustedes nos hablan acá y afuera van a decir que nosotros queremos llegar a las elecciones para fregarlas. Y no es así. La decisión ha sido tomada: recibiremos la propuesta acá y en forma escrita”, dijo Quispe a los asambleístas venidos a Caranavi.

“Nosotros no hemos pedido ningún referéndum, para su aclaración. Aunque no sea abogado, sé que los indígenas tenemos tres normativas jurídicas sobre nuestros derechos: una es nacional, la Constitución Política del Estado. Otras internacionales son el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas. No hay cómo perderse en el tema de la consulta a los dueños verdaderos del territorio. Es anticonstitucional el referéndum que nos plantea el Ejecutivo”, recalcó a la comisión de la ALP el legislador indígena Zacu.

Marcha y contramarcha

“La marcha del CONAMAQ (de Oruro a La Paz) surge en protesta por la masacre que nos han hecho el 25 de septiembre. En ese momento teníamos que dispersar la presión política de la marcha, pero sigue siendo la misma marcha que está aquí. A raíz de la represión policial que nos hicieron a esta columna de la octava marcha siguen habiendo vigilias en la plaza San Francisco (en La Paz), en las ciudades de Cochabamba y de Santa Cruz: todos estos espacios son uno solo. Y solamente a la llegada a La Paz vamos ser físicamente uno solo todos”, dijo Quispe.

Hoy, desde esta movilización anunciaron que 25 indígenas del TIPNIS se sumarán a la marcha del CONAMAQ; que actualmente se encuentra en la población de Calamarca. Cómicamente, 50 kilómetros más atrás los sigue una marcha de campesinos masistas, quienes quieren llegar a la ciudad de La Paz el 12 de octubre para demostrar su apoyo a Morales. Seguramente para ese día no estarán valladas las entradas a la plaza Murillo, como sucedió en todas las marchas de 2011 realizadas en esa urbe.

“Toda marcha es constitucional. Pero la marcha de los pueblos indígenas -incluyendo al CONAMAQ- es una marcha en defensa del Estado Plurinacional, en aplicación de la Constitución Política del Estado, por la reconducción del proceso de cambio. Las otras marchas que se hacen en apoyo al Gobierno, se hacen en apoyo al no cumplimiento de la Constitución, en apoyo al masacre que se nos ha realizado el 25 de septiembre, eso están apoyando los hermanos. Al final, ellos tienen derecho a marchar. Pero la marcha de ellos es en apoyo al genocidio, al etnocidio y a la vulneración de los derechos. Nosotros marchamos por la vida”, opinó Quispe, del pueblo aymara.

Según han consignado los medios televisivos, la marcha de los campesinos oficialistas dispone de movilidades de las organizaciones convocantes. La mayoría no tiene placa, lo que claramente demuestra que se trata de vehículos “chutos”. Pero la Policía Nacional no interviene, como sí lo hizo con la octava marcha para sacarle dos camionetas, una del CONAMAQ y otra de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), que al menos llevaban placa. “Ellos (los dirigentes de organizaciones campesinas oficialistas) ya se creen dueños, piensan que andan por sus haciendas. Por esta parte del país vemos que a las movilidades de ellos las dejan pasar las trancas sin placa y sin nada, mientras a nosotros nos revisan todo. Es una discriminación que viene desde el Gobierno”, dijo el mallku.

Los indígenas tienen programado continuar su ascenso hacia esa ciudad a las seis de la mañana del 9 de octubre. A partir del domingo, la marcha indígena tendrá que recorrer un trayecto de 75 kilómetros sin ningún poblado. Por este motivo, en los lugares donde acampen no dispondrán de las comodidades que ofrecen pueblos como Caranavi. Además, en esta zona de noche hace un frío muy húmedo. La próxima localidad es Coroico, adonde las y los 1.200 marchistas llegarían en tres días, si recorrieran 25 kilómetros por día.

Print Friendly, PDF & Email
Fobomade

nohelygn@hotmail.com

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *