P. ¿Tiene el Gobierno una política de Estado para la región amazónica boliviana que, de pronto, concentra atención mundial?R. Tenemos una Política de Estado para la Amazonía y está expresada en tres documentos: primero, la Constitución Política del Estado, donde hay un acápite que reconoce a la Amazonía como un área estratégica para el desarrollo, admitiendo las deudas históricas que tiene el Estado con esa región. Es la única región, frente al resto de las regiones, que va adquiriendo una alta prioridad para el Gobierno y para el Estado en términos de desarrollo integral. El segundo documento que traduce este mandato constitucional, está inscrito en el Plan General de Desarrollo. El último documento tiene que ver con el Plan Estratégico de Desarrollo de la Cuenca Amazónica que es el que hemos presentado en el Tercer Foro sobre Desarrollo Amazónico en Ixiamas, hace un par de meses. Cada uno de estos documentos, se desprenden del anterior. En esta Estrategia de Desarrollo de la Cuenca Amazónica se identifica cinco grandes líneas estratégicas que debieran promover el desarrollo de la Amazonía. Citando alguna de estas líneas diremos que la primera, dirigida a cancelar la deuda de su integración física, es la construcción de caminos.
P. Un paréntesis. ¿Hay alguna posibilidad de que esta estrategia de vinculación sirva más para la extracción de recursos naturales de la zona que para promover el desarrollo de la misma?R. No, fundamentalmente está orientada a integrar este tercio amazónico al país. Cuando le hablo del tercio amazónico le estoy hablando del Norte de La Paz que está completamente desintegrado al propio departamento, le hablo del departamento del Beni y del departamento de Pando. Es el tercio amazónico del país para el que hay un plan de desarrollo de infraestructura caminera, aeroportuaria, ese es el primer eje, infraestructura física y comunicación aérea.
P. ¿Esta infraestructura se complementa con un manejo o cuidado medioambiental?R. Si, lo que pasa es que hay un debate muy complejo, muy difícil de discernir entre lo que es agresión medioambiental y lo que es equilibrio ambiental. Poniendo en perspectiva, se puede decir que lo que estamos haciendo con la carretera desde La Paz hasta Cobija es, simplemente, ensanchar la carretera, mejorar la plataforma, no estamos abriendo la carretera.
P. En relación a la carretera Isiboro Sécure…R. Esa carretera tiene tres tramos. La primera no es de agresión al medio ambiente, prácticamente ya está construida; la segunda está en discusión y hay que analizar si pasará por el parque o por un costado del parque y; la tercera, ya está de alguna manera hecha.
P. ¿Hay posibilidades de consensuar la construcción de este tramo por el TIPNIS?R. Si, para el segundo tramo. El ministro de Obras Públicas ya ha creado las condiciones para una discusión respecto a la consulta a los pueblos indígenas en el marco de la OIT, para ir comunidad por comunidad, hacer la consulta y desarrollar el tramo cercano al parque o uno más lejano que no toque el parque, por tanto, este plan no está a contramano de lo que es la política medioambiental. Entonces, retomando lo que conversábamos más adelante, el primer eje para desarrollar la Amazonía es vinculación, el segundo eje, energía. Es imposible pensar el desarrollo y la integración de la Amazonía y su proceso de industrialización, si este territorio no cuenta con energía. De hecho, la Amazonía no está vinculada al Sistema Integrado Nacional (SIN), apenas hemos logrado Caranavi-San Ignacio de Moxos, Yucumo-San Borja-San Ignacio-Trinidad. Esa cobertura apenas llega a los 200 mil habitantes, tenemos casi como un millón fuera del sistema. Entonces, el segundo eje de la estrategia del desarrollo de la cuenca es energía.
P. ¿El tercer eje para promover el desarrollo de la Amazonía?R. El tercer eje tiene que ver con un desarrollo productivo y diversificación, esta es una región que se ha concentrado solamente en una economía extractiva de la castaña, madera, oro y la propuesta es diversificar y migrar incluso a la producción de aceites vegetales.P. ¿Agrocombustibles?R. Si, este impulso va a reducir el dominio de la economía maderera y, por tanto, la presión sobre el bosque.
P. Y ¿los agrocombustibles no van a destruir el bosque?R. En realidad, lo que se está planteando es generación de energía eléctrica sobre la vía del biocombustible pero no en proyectos a gran escala.
P. Sin embargo, se está planteando generar energía eléctrica, a partir de los biocombustibles…R. En sistemas alternativos. El eje de la producción de energía eléctrica en este plan está apuntando a Cachuela Esperanza, es decir, la hidroeléctrica. Produciendo los 1000 Megavatios de Cachuela Esperanza hemos resuelto el problema de energía eléctrica en la Amazonía y el resto del país. Estaremos duplicando la oferta.
P. Para el resto de los países vecinos, ¿cuál el rol de esta hidroeléctrica en proyecto?R. Una suerte de interconexión complementaria con Brasil, que por un lado tiene la hidroeléctrica de Jiraú, por otro lado tiene Santo Antonio, pero con Cachuela resolvemos el problema.
P. Un paréntesis, también hay la preocupación de que todos estos proyectos hidroeléctricos, terminen beneficiando más a los países vecinos como Brasil que a regiones como la Amazonía boliviana. ¿Hay algo contundente para refutar este temor?R. Sí, por ejemplo, el costo de energía eléctrica para un ciudadano en Riberalta, es tres veces más que para un ciudadano en Santa Cruz o en La Paz. Es decir, la gente de la Amazonía, en realidad, está costeando su subdesarrollo si no producimos energía para esa gente, entonces, no hay comparación entre costo /beneficio. Tenemos que producir energía eléctrica para un tercio del país, de manera que esto no tiene nada que ver con la política energética del Brasil, esta es una política dirigida a resolver el problema del desarrollo de la región amazónica. No va a tener usted, en ese caso, el cuarto pilar de la estrategia de desarrollo amazónico, el tema de la industrialización. Si no producimos energía, la Amazonía está condenada a exportar materia prima a ciudades como Santa Cruz y El Alto, en términos de su ganado, o la castaña. Consecuentemente, si no tenemos energía eléctrica, no vamos a apuntalar la industrialización de los productos amazónicos.
P. Por lo visto, ya es una decisión tomada la priorización del tema hidroeléctrico…R. Si.
P. Principalmente a través de la hidroeléctrica Cachuela Esperanza…R. Si.
P. ¿El tema medioambiental está contemplado en esta priorización?R. Si, está evaluado, hay estudios que se están haciendo para amortiguar su impacto. Lo que hay que diferenciar son las perspectivas de la política energética del Brasil y de Bolivia. Las perspectivas energéticas del Brasil son principalmente emprendimientos privados que no han calculado su costo medio ambiental y que impulsan, finalmente, el desarrollo de una economía fundamentalmente privada. Además, no está resolviendo el problema de la gente que tiene índices de pobreza alarmantes. En el caso de Bolivia, se trata de una política de Estado financiada por el Estado para beneficiar a un tercio del territorio nacional y para impulsar el desarrollo productivo de la población más marginal, entonces, hay una diferencia abismal y hay, además, una política de impacto ambiental y lo otro es que la política energética del Brasil si bien está pensada para impulsar su economía doméstica, es una economía vinculada al mercado internacional. La nuestra, es una política energética pensada para producir alimentos, para ejercer la soberanía alimentaria, de manera que son políticas muy distintas.
P. ¿Habrá inversión para Cachuela Esperanza?R. Si, el ministerio de Hidrocarburos y Energía, está prácticamente definiendo los actores económicos, financieros, que se harán cargo de Cachuela Esperanza, lo que se necesitará es más de 2 mil millones de dólares para construir esa represa.P. Una última pregunta en relación al tema energético. Se habla mucho de la integración regional a partir precisamente del tema energético, ¿cuál su lectura al respecto?R. A ver, yo creo que hay los dos caminos para la integración energética. Tiene que haber, por un lado, la oferta que tenemos de venta de gas a Brasil, eso tiene un tiempo bastante largo, de hecho no creemos que el Brasil pueda lograr su autoabastecimiento energético, por tanto, va a seguir dependiendo de Bolivia; y por el otro lado, en términos de producción de energía hidroeléctrica, ahí nosotros podríamos encontrar lo que se puede llamar enlaces energéticos, transferencias de servicios de una región a otra. Es decir, que donde nosotros no podemos llegar en este momento los brasileros pueden llegar con su propia energía y donde los brasileros no puedan llegar, en determinado momento podemos llegar nosotros, por tanto son enclaves complementarios de intercambio de servicios.
P. ¿Cómo hacer para que no nos fagociten en el camino?R. Lo que tenemos que hacer es pensar en un concepto de integración de complementariedad armonizable. Créame que algunas de las fronteras brasileras comparten los mismos problemas de Bolivia. No es casual que la presidenta Rousseff esté pensando invertir más de 8 mil millones de dólares en política fronteriza, yo creo, por tanto, que tenemos una agenda.
P. ¿Cuánto invierte Bolivia en política fronteriza?R. Muy poco y honestamente no hay todavía una política fronteriza, le digo muy honestamente, estamos construyéndola.
P. ¿Por qué tanta preocupación este último tiempo sobre la Amazonía?R. Por una simple razón, porque la Amazonía contiene la mayor potencialidad extractiva en energía. Todo el petróleo pesado de Venezuela, está sobre la cuenca amazónica. América del Sur tiene la cuarta o quinta cuenca más grande del mundo en agua dulce, la Amazonía es el manto boscoso más grande del mundo, debajo de este manto boscoso tenemos uranio, manganeso, diamantes, tenemos oro, petróleo, gas, es el territorio que contiene la mayor diversidad biológica del planeta y el mayor potencial para la producción de alimentos y energía. No es casual por tanto, la presión internacional sobre las tierras de la Amazonía.
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