De las 25 mil especies estudiadas, la quinta parte está amenazada con desaparecer. Los anfibios figuran entre los de mayor peligro con 41 por ciento en riesgo. La población de mamíferos descendió 25 por ciento, la de reptiles 22% y la de aves 13%. En el medio acuático, el 33 por ciento de los peces cartilaginosos y el 15 de los óseos figuran en la lista roja.
Expertos australianos advirtieron que los ecosistemas oceánicos se encuentran en grave peligro, pues están muy cerca de sufrir una masiva extinción de especies marinas. De acuerdo con un informe divulgado en la revista Science, el cambio climático, la sobreexplotación pesquera y otras acciones del hombre pueden provocar la desaparición total de la fauna marina.
El estudio, desarrollado por especialistas de la Universidad Macquaire, en Sídney, se basa en datos obtenidos del examen de unas 100 mil colecciones de todo el mundo, compuestas por fósiles marinos que vivieron hace cerca de 500 millones de años. Los autores del trabajo, liderados por John Alroy, aseguran que la extinción no es únicamente masiva, también está ocurriendo un masivo reemplazo de especies en todo el globo.
Estamos arruinando el medio ambiente y, simultáneamente, eliminando de forma selectiva especies de ciertos grupos, resaltó Alroy. El investigador explicó además que los dinosaurios desaparecieron debido a factores externos (el impacto de un meteorito hace 65 millones de años), sin embargo, lo que está por suceder con la fauna marina es consecuencia del comportamiento humano y de los efectos del cambio climático.
La región de Asia Suroriental ha sufrido las pérdidas de biodiversidad más drásticas, a causa de la siembra de palmas para obtener aceite, la tala de bosques, la conversión de tierras silvestres en arrozales, así como la caza insostenible, señaló Edward O Wilson, de la Universidad estadounidense de Harvard, uno de los autores del estudio.
En peligro el Unicornio Azul del Isiboro-Sécure
La organización ecologista Conservación de Aves en Bolivia advirtió que corre serio riesgo de extinguirse el denominado “Unicornio Azul” del Parque Isiboro Sécure, ave nativa que se caracteriza por su prominente cuerno azul a modo de cresta y que se encuentra amenazada principalmente por la caza ocasional, la deforestación y el chaqueo indiscriminado.
El Unicornio Azul (Pauxi Unicornis) también conocido como “Pava copete de piedra” está en peligro de extinción, según la UICN/BirdLife International, y figura como especie “críticamente amenazada” en el Libro Rojo de los vertebrados de Bolivia, explicó la bióloga Natalia Zambrana, coordinadora del Programa para la conservación de la Pava copete de piedra.
Esta ave es de color negro, con la zona ventral y la punta de la cola blanca, patas rojo pálido y el pico rojo brilloso; algunas hembras presentan el plumaje color café rojizo. Lo más llamativo es su cuerno cilíndrico de color azul que mide entre 8,5 a 9,5 centímetros de largo.
Esta ave frugívora (que se alimenta de frutos) habita en bajas densidades poblacionales en los bosques tropicales perennifolios (que tienen hojas durante todo el año), principalmente en el pie de monte andino, entre los 400 y 1.300 metros sobre el nivel del mar.
Hasta la fecha se han observado ejemplares de esta especie en 14 localidades, por lo general dentro de áreas protegidas como Carrasco, Amboró e Isiboro-Sécure: Rancho Bolívar Punta (cerca El Palmar), Guanay, Río Espíritu Santo, Río Leche y Río Colomelin/Cerro Leñe, en Carrasco; Serranía de Ichilo, Cajones del Ichilo, San Antonio, Río Blanco, Río Macuñucú y Río Saguayo, en Amboró; y Santa Anita, Santo Domingo y Villa Fátima, en el Isiboro-Sécure.
Preocupa a los ambientalistas la construcción del Corredor Bioceánico San Ignacio de Moxos-Villa Tunari que divide en dos al Parque Nacional Isiboro-Sécure y dista a sólo 10 kilómetros del hábitat de esta especie. Los investigadores aseguran que este proyecto carretero contribuirá al exterminio del Unicornio Azul del Isiboro-Sécure si no se toman medidas oportunas que permitan su protección. (Valle Press, agencia de noticias de Amdeco)
Búhos de la India amenazados por la hechicería
Al igual que los tigres, cuyos huesos y piel tienen alta demanda en el mercado negro local e internacional, los búhos están hoy amenazados de extinción en la India debido a su utilización en prácticas de hechicería, según el ministro de Medioambiente Jairam Ramesh.
Los brujos o chamanes indios recomiendan el uso del ave nocturna, o de partes de su cuerpo como el cráneo, plumas, garras, corazón, sangre, ojos, carne y huesos, entre otros, en rituales y ceremonias.
La mayor matanza de búhos con fines de brujería ocurre durante la actual temporada de Diwali, el llamado festival de las luces, que marca además el comienzo del año nuevo hindú, advierte el estudio elaborado por Traffic, un programa conjunto del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) y la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El tráfico ilegal de búhos, cuya caza está prohibida en la India desde 1972, está más arraigado en los estados de Uttar Pradesh, Madhya Pradesh, Chhattisgarh y Andhra Pradesh. De las 30 especies registradas en el país, al menos 15 son las más perseguidas por los traficantes y cazadores furtivos. (Nueva Delhi, PL)
Antílope tibetano víctima del lujo
Suave, ligera, flexible y brillante, propiedades perfectas de una lana que al ser convertida en manta, además de brindar calor, representa para la alta sociedad elegancia, privilegio y nobleza. Pero, para la fabricación de un solo chal o estola se requiere de tres a cinco pieles de antílope tibetano, una especie en peligro de extinción, denominado shahtoosh o Shahtush.
El también nombrado chirú, mamífero artiodáctilo (con extremidades terminadas en número par de dedos), se mueve a gran velocidad por el altiplano Tibetano de una altura promedio a los cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Durante años fue perseguido sin piedad en la mayor parte de la Región Autónoma del Tíbet y la provincia de Qinghai, en China, además de la ciudad de Ladakh, estado de Jammu y Cachemira, en el norte de la India.
El mercado de su lana está prohibido internacionalmente desde 1979, cuando fue reconocido en peligro de extinción y protegido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas. La población de estos antílopes creció desde los 15 mil ejemplares contabilizados en 1998 -cuando sufrió el mayor descenso- hasta más de 50 mil en 2008. (Teresita Vives, Corresponsal de Prensa Latina)
En África, la caza furtiva de elefantes y rinocerontes africanos se quintuplicó antes de finalizar 2010 con respecto al año anterior. En estos 10 meses se interceptaron 28 mil kilos de marfil procedente de África, reportó Bonaventure Ebayi, director del Comando del Acuerdo de Lusaka.
Estudios recientes del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, en inglés) alertaron que al elefante africano (como especie) le quedan tan sólo 15 años de vida. En 2007, cazadores exterminaron a 47 elefantes, en 2008 a 145, mientras el pasado año 216 paquidermos quedaron a merced de los grupos especuladores.
El presidente de la Comisión de Sobrevivencia de Especies de la IUCN Simon Stuart destacó que los esfuerzos internacionales han evitado la desaparición del rinoceronte blanco, del cóndor de California, del hurón de pies negros de Estados Unidos y del caballo de Przewalski de Mongolia.
Descubren 1.200 especies en el Amazonas en una década
Al menos 1.200 nuevas especies fueron descubiertas en el Amazonas entre 1999 y 2009: 637 especies de plantas, 216 anfibios, 257 peces, 55 reptiles, 16 aves y 39 mamíferos, según el informe “Amazonía Viva: Una década de descubrimiento” presentado en la X Conferencia de la Convención de Biodiversidad.
El informe detalla extraordinarias especies halladas en la selva amazónica, una región de 6,7 millones de kilómetros cuadrados, compartida por Brasil, Venezuela, Perú, Colombia y Surinam.
Destacan la hormiga depredadora marciana (Martialis Eureka), de color pálido, sin ojos y con grandes mandíbulas, que podría descender de las primeras especies de su tipo que habitaron la Tierra; una rana camaleónica con cabeza de color de fuego (telmatobuis sibirius), y un pez que habita en aguas subterráneas (Phreatobius dracunculus).
Investigadores de las Universidades de Aberdeen, Escocia, y de Tokio, Japón, descubrieron una especie desconocida de pez caracol a siete kilómetros de profundidad en la fosa de Perú-Chile en el océano Pacífico. En esa zona se pudo filmar, por primera vez, a cientos de ejemplares de un tipo de anguila llamada rosada chilena, y a muchos anfípodos y crustáceos pequeños.
Además, fue descubierta en la isla de Madagascar una nueva especie de mamífero carnívoro del tamaño de un gato, pelaje marrón y medio kilogramo de peso, bautizado como mangosta de Durrell (salanoia durrelli), considerada la primera nueva especie de mamífero hallada en 24 años, difundió la revista Systematics and Biodiversity.
En Myanmar, un equipo de científicos de la Asociación de Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad descubrió una especie de mono de cara achatada, con pelaje negro, orejas, barba y zona perineal blancas y con cola relativamente larga, que se encuentra en peligro de extinción.
Los cazadores lo llaman nwoah, que significa “mono con la cara vuelta hacia arriba”. Su hábitat se encuentra reducido a unos 270 kilómetros cuadrados a orillas del río Maw, en el estado de Kachin, noreste de Myanmar, informó la revista American Journal of Primatology.
Dos tipos de ranas de Africa occidental y una salamandra mexicana figuran entre las primeros anfibios hallados por una misión científica encargada de la búsqueda de 10 especies extintas. Se trata de la rana Omaniundu (Hyperolius sankuruensis), oriunda de la República Democrática del Congo, vista por última vez en 1979 y de la Mount Nimba (Hyperolius nimbae), típica de Costa de Marfil, desaparecida desde 1967.
La salamandra, redescubierta después de casi 60 años de ausencia en sus sitios tradicionales, fue hallada en cavernas profundas de la selva en el estado de Hidalgo. Con más de 360 millones de años, en la actualidad existen cuatro mil especies, de ellas un tercio se encuentra en peligro de extinción.
Un equipo de investigadores británicos halló una población de tigres que habita en Bután, en las montañas del Himalaya, a unos cuatro mil metros de altura. Se observó además zorros rojos, gatos selváticos, monos, leopardos, osos negros del Himalaya, ciervos almizcleros y un panda rojo. Estudios recientes publicados en la revista especializada PloS Biology afirman que unos 3.500 ejemplares de tigres en estado salvaje deambulan aún por el planeta. El número de hembras con capacidad reproductiva es sólo un tercio. La caza indiscriminada es uno de los factores de la disminución de la especie.
Con información de las corresponsalías de Prensa Latina en Londres, Sydney, Canberra, Nagoya y Washington.