Los pueblos del TIPNIS desde el pasado y hasta hoy se han visto amenazados por actividades petroleras, por la invasión de colonos productores de coca y por la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos.
El gobierno de Brasil a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) financia la construcción de la carretera con un préstamo de 322 millones de dólares, utilizando así el dinero de los trabajadores brasileños en beneficio de las empresas brasileñas.
Adolfo Moye lanzó la denuncia en Asunción, pocos días después de que la nueva Autoridad Ambiental Nacional, Cinthia Silva otorgó la Licencia Ambiental a dos de los tres tramos del proyecto carretero arbitrariamente fraccionado. La bióloga Silva asumió este cargo luego de la renuncia de la anterior Autoridad Ambiental que se negó a firmar el licenciamiento ambiental de cualquier tramo de la carretera.
Con la otorgación de la Licencia Ambiental se autoriza el inicio de la construcción de la vía, convirtiendo un proceso que debía ser técnico, jurídico, administrativo y llevado adelante con amplia información, participación y debate, en un simple trámite burocrático en el que la Autoridad Ambiental no ha tenido mayor papel que viabilizar decisiones de otras instancias del Ejecutivo que responden a intereses de ciertos sectores como los colonos cocaleros, empresas petroleras, madereros, etc. y no así a las necesidades de los dueños legítimos del TIPNIS.
La decisión de construir esta carretera fue tomada desde el momento en que el gobierno, de forma inconsulta, la declara “prioridad nacional”, contrata el préstamo con el gobierno brasileño y firma el contrato con la empresa OAS de Brasil para que lleve adelante los estudios y las obras de construcción.
¿Qué hacemos para que respeten nuestros derechos?, ¿cómo evitar que desaparezcan los moxeños, yuracares y chimanes?, ¿cómo evitar el ETNOCIDIO?, preguntó Adolfo Moye a los representantes de organizaciones brasileñas, peruanas, paraguayas, uruguayas, colombianas, argentinas y bolivianas que se dieron cita en este encuentro internacional que es parte del Foro Social Mundial (FSM).
Moye pidió al Presidente Evo Morales que recupere la esencia de la lucha de los pueblos, que no se someta a intereses privados, que abandone los discursos vacíos para llegar a los hechos y sobre todo que “no pierda el horizonte”, como le recomendó el presidente paraguayo Fernando Lugo.