Investigadores advirtieron ayer sobre el impacto ambiental en la región amazónica si se concreta el megaproyecto hidroeléctrico binacional sobre el río Madera. Bolivia y Brasil lanzaron el martes pasado la licitación de estudios con apoyo de la CAF.
Los especialistas advierten que la acumulación del sedimento, que arrastra el río, podría generar un rebalse en la represa e inundar toda la Amazonía boliviana.
Hace una década, el canciller David Choquehuanca criticó la construcción de hidroeléctricas sobre el Madera en Brasil por los efectos en Bolivia.
La investigadora del Foro Boliviano sobre Medio Ambiente (Fobomade), Patricia Molina, recordó que Bolivia ya sufre con las represas brasileñas porque no existe un sistema de monitoreo para saber a qué altura están funcionando, por lo que generan inundaciones. Al compararlo con el proyecto hidroeléctrico binacional, afirmó que las consecuencias podrían ser aún peores.
“La zona donde se piensa construir la hidroeléctrica es de castaña y este producto no da en sectores inundados, además que existe un parque forestal que sería afectado por la represa”, dijo.
En tanto, el investigador del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), la presencia de las hidroeléctricas Jirau y San Antonio, se suman a los proyectos bolivianos de Cachuela Esperanza y El Bala que aún están en proceso de estudio.
Campanini explicó que toda hidroeléctrica tiene consigo un problema de sedimentación cuya acumulación repercute en el crecimiento de aguas.
Para la investigadora y activista Sarela Paz, las megarepresas dejaron de ser “ambientalmente sostenibles”, ya que dejan impactos irreversible en los ecosistemas donde son construidas.
“En las represas se depositan sedimentos que son los principales causantes de rebalses y de ruptura de represas. Lo lamentable es que gran parte de los sedimentos se queda en Bolivia”, manifestó.
Los investigadores también advirtieron sobre la rentabilidad de los proyectos hidroeléctricos. Según Molina, el costo de la construcción de proyectos como El Bala suponen un precio de 72 dólares por megavatio (MW) mientras que el precio internacional bordea los 42 dólares.
Campanini sostuvo que los megaproyectos hidroeléctricos benefician sobre todo a grandes compañías no a las comunidades que son las que sufren los impactos ambientales.
En 2006, el canciller David Choquehuanca envió una carta con carácter de urgente a la Cancillería de Brasil en la que advierte sobre impactos ecológicos y ambientales por las hidroeléctricas en el río Madera.
“Tengo a bien dirigirme a Vuestra Excelencia para manifestarle la preocupación de mi Gobierno y de las regiones colindantes con el Río Madera de mi país, de los probables impactos ecológicos y ambientales de la construcción en territorio brasileño de las Presas Jirau y San Antonio en el marco de Proyectos Hidroeléctricos”, indica textualmente.
Advierte que, entre los impactos probables, “se considera la inundación en el territorio boliviano, como efecto de los embalses que afecta, por un lado, la existencia del bosque amazónico de la Cuenca del Madera, de alta riqueza en castaña y por otro las posibilidades de construcción de proyectos hidroeléctricos para satisfacer las demandas regionales y locales de energía”.
El pasado martes, Bolivia y Brasil lanzaron la licitación para el estudio hidroeléctrico de identificación en la cuenca del río madera y sus afluentes ubicados en ambos países después de suscribir un acuerdo energético.
SOBRE EL PROYECTO
El tiempo estimado para la ejecución del estudio de identificación del proyecto hidroeléctrico binacional, financiado en parte por la CAF, es de 18 meses.
Este estudio cuenta con 600.000 dólares de un fondo no reembolsable del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el resto del costo del estudio será pagado por ENDE y Electrobras en partes iguales. Inicialmente, se prevé que el proyecto hidroeléctrico generará 3.000 megavatios (MW) que serán distribuidos en partes iguales entre Bolivia y Brasil que suscribieron un acuerdo.
Fuente: http://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20170119/proyecto-madera-reaviva-temores-ambientales