El Otuquis es un barco de dos plantas, que fue refaccionado para ser destinado al servicio turístico en la región del parque nacional intangible con área natural de manejo integrado que lleva el mismo nombre y que se encuentra ubicado en el sudeste de Bolivia, en el Departamento de Santa Cruz, en la zona del Pantanal compartido con Brasil y Paraguay.
La “expedición al Pantanal boliviano” se prolongó por 48 horas, en las que el navío recorrió unos 250 kilómetros de ida y vuelta entre la población fronteriza de Puerto Suárez y el puesto militar de Puerto Bush. Con esta experiencia en el tramo, “estamos iniciando una primera instancia para que se conozca el Pantanal y, a partir de estos viajes, promocionar y hacer compromisos con instituciones para avanzar este proyecto”, dice la directora del Parque Otuquis, Guadalupe Montenegro.
Algo importante para la institución dirigida por la abogada “es promover el ecoturismo en esa zona (Pantanal), un potencial no explotado que se ha empezado a trabajar. Queremos ser pioneros como área protegida y de esta manera involucrar a las demás instituciones, así podremos sacar adelante esta decisión”.
La iniciativa del parque, apoyada por el Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (FOBOMADE), fue coordinada con otras instituciones nacionales y regionales, cuyos representantes asistieron a la travesía que fue el marco para varias reuniones preparatorias acerca de la ampliación del programa turístico y de otras acciones destinadas a la protección del área natural y la proyección de actividades sostenibles con el medio ambiente.
“Como áreas protegidas, ahora tenemos un desafío muy grande, que es enfrentar el polo de desarrollo”, reflexiona Montenegro y afirma que en el encuentro de dos días se alcanzó los objetivos trazados, “uno era que, institucionalmente, se comprometan (los representantes) para ayudar en el turismo y la gestión del área protegida e, incluso, en temas que son propios de los municipios. Además, hemos quedado en que esto se cumpla de manera conjunta con los actores sociales, coordinando nuestros propósitos para sacar adelante la gestión municipal y del área protegida”.
Dentro del área del parque se encuentran tres municipios, Puerto Suárez, Puerto Quijarro y Charagua, con los que se trabaja en diferentes niveles y cuyos alcaldes han aceptado operar en el tema de turismo, “esperemos que esto se concrete, por eso el objetivo del viaje es dar el paso inicial, creo que hemos empezado bien y veremos resultados”, señala la directora.
Recorrido de compromisos
En el trayecto, los representantes del Municipio de Puerto Suárez, del Viceministerio de Medio Ambiente, Diversidad y Cambios Climáticos y del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), junto a la directora del parque y miembros de la Armada boliviana acordaron puntos para la promoción y difusión del área. “Lo principal ha sido el tema de turismo para ver cómo podríamos institucionalmente ayudar a coordinar y promover el potencial que se está dejando de lado. Se ha definido ver la forma de canalizar proyectos a diseño final y hacer uno conjunto como bandera para lograr otros aportes”.
Los representantes tienen claro que éste es un proceso para consolidar los objetivos de forma conjunta y aunando voluntades. “Todo este año tendríamos que hacer un diagnóstico para tener el documento y comenzar. Dentro del Plan de Manejo del área protegida tenemos uno preliminar con lugares identificados, en esto el municipio va a aportar con todos los lugares que están fuera del área protegida, que pueden ser también objetivo para el turismo”, insiste Montenegro.
Por su parte, Héctor Cabrera, responsable de monitoreo en la conservación dentro de la Dirección de Monitoreo del SERNAP, destacó que el viaje fue importante al generar una relación interinstitucional, “esto es estratégico, sin embargo, la operativización va a tener que partir de los municipios y de la dirección del parque, con el respaldo institucional más adelante del Viceministerio y del SERNAP como unidad central”.
Las acciones en el área
Para Cabrera, en el temario existen más fortalezas que debilidades, “la predisposición de las instituciones para generar emprendimientos de desarrollo sostenible es importante, porque está generando fortalezas, más allá de sólo la extracción de los recursos como en el caso del Mutún, Nosotros, como parque, no estamos en contra del desarrollo de la región, pero queremos que se tome los recaudos ambientales y encontrar un equilibrio entre el desarrollo y la conservación, para que no tengamos un desarrollo polarizado donde no sea posible recuperar la naturaleza y la función ecológica de estos ecosistemas”.
Al mismo tiempo, el biólogo del SERNAP explicó que uno de los instrumentos que será planteado para el megaproyecto del Mutún es “la evaluación ambiental estratégica, que prevé y considera muchos efectos sinérgicos entre diversos emprendimientos, esto nos va a permitir tener programas planes y proyectos de una manera integral para toda la región, de modo que el desarrollo no necesariamente tenga que pasar sólo por el aprovechamiento del hierro, sino por otros proyectos y emprendimientos adicionales que generen beneficio para la región y que, sobre todo, sean sostenibles en el tiempo”.
Planes de sostenibilidad
En otros aspectos, el Viceministerio de Medio Ambiente, Diversidad y Cambios Climáticos del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas viene desarrollando proyectos para ser ejecutados en el Pantanal y el parque Otuquis, según confirmó Aldo Claure, jefe de la Unidad de Biodiversidad y Recursos Genéticos de esa repartición.
“En esta zona tenemos dos planes de manejo de lagarto (yacaré) para su aprovechamiento sostenible. En la Dirección General de Biodiversidad, el uso que se hace de las especies tiene que ser a través de planes de manejo y, en ese sentido, hay que saber si en esta zona hay algún tipo de estudios de la diversidad existente y cuáles podrían ser parte del aprovechamiento sostenible”. Sobre este punto, Claure señaló la falta de una reunión entre todos los actores locales y el SERNAP, para identificar qué parte de la biodiversidad o qué especies podrían ser aprovechadas de manera sostenible, igual que el lagarto”.
Los planes de manejo están en función al grado de conservación que se tenga, “si están amenazados, o casi amenazados, obviamente que las acciones dirigidas a esa especie no son de aprovechamiento, sino de conservación que el Gobierno tiene que encarar”, aclaró el funcionario, quien finalizó con la advertencia de que “no sabemos con exactitud cuántas variedades hay de peces, aves, mamíferos, etc. Las cifras sólo son aproximadas y deberíamos volcar nuestros esfuerzos para que conozcamos las especies y su estado de conservación y generar acciones para proteger o aprovechar de manera sostenible”.