En septiembre-octubre del presente año se llevó a cabo el proyecto “Apolo 13”, cuyo objetivo era verificar la existencia de los vestigios del camino inca entre Apolo y San José de Uchupiamonas, y documentar evidencias de la presencia cultural prehispánica asociadas a él. El enfoque del proyecto partía del método de la geografía histórica, que consiste en contrastar datos obtenidos de documentos escritos con las evidencias conservadas en el paisaje cultural actual. Este enfoque no incluye intervención arqueológica en los sitios estudiados, sino tan solo observación y documentación superficial. La ruta Apolo – San José corresponde a la jurisdicción del Municipio de Apolo (Provincia Franz Tamayo, Departamento de La Paz, Parque Nacional Madidi), territorio históricamente conocido como Apolobamba o Caupolicán. El proyecto fue integrado por: Agustín Zambrana (guía), Hilarión Sea (ayudante de guía), Rodrigo Rodríguez (fotógrafo y camarógrafo), Dra. Vera Tyuleneva (historiadora, directora del proyecto). El viaje fue patrocinado y auspiciado por FOBOMADE.
El mencionado camino inca figura en escritos históricos a partir del siglo XVI. En la época inca fue una importante vía de conexión entre los Andes y las tierras bajas del Beni. Es continuación de otros dos caminos prehispánicos: Charazani-Camata-Apolo y Pelechuco-Pata-Apolo. La prolongación de este camino probablemente conduce hacia la fortaleza inca de Ixiamas (provincia Iturralde). El camino está incluido en el registro del proyecto Qhapaq Ñan de Bolivia, aunque hasta la presente ocasión no se había realizado su registro pormenorizado. Hasta los años 1980 la ruta seguía en uso como camino ganadero y por eso figura en varios mapas como vía de herradura. Actualmente sólo es transitable a pie y con gran dificultad a causa de múltiples derrumbes y de la vegetación tropical que lo cubrió por completo en muchos tramos.
La senda actual que recorrió el grupo en 11 días, coincide visiblemente con la antigua ruta inca sólo en un 30%, mayormente en la parte alta entre Machúa y Mamacona. Sin embargo, evidencias aisladas de la ingeniería inca se encuentran casi en toda la extensión del recorrido. Estas evidencias incluyen: (1) el andén continuo de entre 1 y 4 metros de ancho, con superficie nivelada, que va por las laderas de los cerros, rasgo típico de los caminos incas; (2) fragmentos aislados del empedrado; (3) tres tramos largos y varios tramos menores de gradas talladas en roca.
El hallazgo más significativo del proyecto ha sido el sitio arqueológico de considerables dimensiones, ubicado en la cercanía inmediata del camino, en la localidad de Cotasacha, a 27 km. en línea recta de Apolo y a unos 50 km. siguiendo la ruta. Se trata, aparentemente, de un centro poblado fortificado de 4 hectáreas o más de extensión. Aunque su estudio detallado no se pudo realizar en esta ocasión, fueron documentados sus elementos más notables: una de las estructuras con un muro bien conservado de aproximadamente 50 metros de largo y hasta 2 metros de alto, y otra estructura con un muro del mismo alto y de 120 metros de largo, además de fragmentos de varias construcciones arquitectónicas menores. El sitio se encuentra en el límite entre los pajonales y el bosque tropical. En su mayor parte está cubierto por la tupida vegetación, lo cual dificulta notablemente su estudio. Es probable que Cotasacha sea el antiguo pueblo que aparece reiteradas veces en los documentos de la época colonial temprana bajo el nombre de Ayavire, Ayavirezama o Ayavirezana.
Tanto el camino inca como el sitio arqueológico de Cotasacha están en grave peligro de deterioro. En parte esta amenaza proviene de la actividad humana (quema descontrolada del bosque, presencia del ganado y excavaciones clandestinas en busca de tesoros), sin embargo el mayor peligro representan los factores naturales: las lluvias, los derrumbes y especialmente la vegetación, que llevan a una rápida destrucción del camino y de las estructuras arquitectónicas. El patrimonio cultural prehispánico que contiene esa zona requiere de una expeditiva intervención de arqueólogos y conservadores; caso contrario, muchos de sus elementos desaparecerán irreversiblemente en un futuro cercano.