El grupo estadounidense de biotecnologías anunció, el 17 de julio, la retirada de todas las solicitudes de permiso depositadas en la Comisión Europea para cultivar maíz, soja y remolacha azucarera genéticamente modificados, porque \"ya no ve perspectiva comercial”, explica el diario. Sólo la autorización para el cultivo de maíz tipo MON810, genéticamente modificado, será renovada.
Por el momento, el maíz es la única planta genéticamente modificada con fines comerciales en Europa, recuerda Die Welt. En cuanto al resto, Monsanto quiere concentrarse en la comercialización en la UE de las semillas tradicionales. Esta decisión, estima Die Welt, “refleja la decepción de numerosas empresas biotecnológicas frente al escepticismo de la UE en cuanto a los OGM”:
con frecuencia, la UE toma sus decisiones con algunos años de retraso. Aunque el maíz de tipo MON810 ha sido admitido en la UE, varios Estados miembros como Francia, Alemania e Italia, lo han prohibido en ámbito nacional, tras las iniciativas ciudadanas en su contra. Ya el año pasado, el grupo químico alemán BASF tiró la toalla desplazando su central de biotecnología vegetal a Estados Unidos, ya que la ingeniería genética está fuertemente contestada en Europa.