El editorial del último Energy Press (1 al 7 de julio de 2013) El turno de las Areas Protegidas se refiere a las declaraciones del vicepresidente Alvaro García Linera en el Congreso de Gas y Petróleo señalando intenciones de realizar tareas de exploración hidrocarburífera en estas áreas. Según el mencionado editorial, los parques Madidi (La Paz), Aguarague (Tarija) e Isiboro Secure (Cochabamba-Beni) serían los de mayor interés para el sector. Al respecto y “tratando de dar sostenibilidad a tareas vitales para el desarrollo de la industria, -señala- conviene acelerar la aprobación de una nueva Ley de Hidrocarburos…” “Y se deberá revisar la normativa referida a las áreas protegidas con el propósito de viabilizar la exploración en dichas zonas”.
Sin embargo, el editor del Energy Press, el órgano de la Cámara de Hidrocarburos reconoce que estas intenciones provocarán la instalación de un intenso debate político y regional, “ lo que puede trabar toda posibilidad de encarar proyectos exploratorios ….obstaculizando una actividad de la cual depende la mitad de los ingresos estatales”.
En el artículo central del semanario: “Explorar en áreas protegidas de manera responsable”, Verónica Muriel, informa que la estatal YPFB ha conformado un equipo con otras instituciones del Estado, que visitará la Amazonía brasileña para conocer las experiencias y trabajos petroleros en áreas protegidas. El grupo de expertos, -según Carlos Villegas, presidente de YPFB-, viajará a Brasil dentro de 20 días aproximadamente.
Muriel es más específica al señalar las observaciones del sector a la normativa que limita o prohíbe el desarrollo de operaciones petroleras en áreas protegidas, como la zonificación de las mismas, “ya que esta no permite que áreas de interés hidrocarburífero sean otorgadas como áreas de contratos”. Por ello señala que se debe modificar el Reglamento de Areas Protegidas, así como los requisitos para obtener la Licencia ambiental, en particular los estudios de evaluación de impacto ambiental.
Luis Novoa, profesor e investigador de la Universidad de Rondonia, señaló el 2010 en un evento realizado en Cochabamba, que la remoción de los obstáculos normativos y jurídicos al crecimiento, era una de las principales medidas del Programa de Aceleración del Crecimiento 2007- 2010 (PAC Brasil), que actualmente está en su fase II (2011-2014).. El PAC promueve un modelo de especialización regresiva: inserción y subordinación definitiva de la amazonia en el actual patrón insustentable de producción y consumo, como proveedora de productos exportables basados en recursos naturales y atracción de inversiones a base de más sacrificios inflingidos a los trabajadores y al medio ambiente. Entre sus principales medidas se encuentra la readecuación de los marcos regulatorios en base a la minimización de costos ambientales y sociales. Para esto “desató una ofensiva sobre la legislación ambiental, a través de la revisión del Código Forestal, la regularización fundiaria estimuladora de la deforestación, el encuadramiento del IBAMA (el organismo de licenciamiento ambiental), la flexibilizacion de las territorializaciones de las poblaciones tradicionales y las concesiones forestales y de cuerpos hídricos”.
Está claro que a esto mismo viaja la Comitiva de YPFB: a ver en la práctica cómo hacer para “readecuar” la legislación ambiental minimizando los procesos de evaluación de impacto ambiental y abriendo las áreas protegidas y territorios indígenas a la voracidad de las empresas petroleras. De esta manera se consolida el mismo modelo de especialización regresiva en la Amazonia Boliviana, para entregar recursos naturales y servicios fuera del país a los que ni sus habitantes pueden acceder, como es la energía accesible para la vida y para procesos de agregación de valor. Así la energía, el petróleo, el gas y la hidroelectricidad servirán para las industrias altamente demandantes y contaminantes de Sao Paulo, mientras los pobladores amazónicos bolivianos no cuentan ni con energía para congelar el pescado o procesar fruta, tal como lo demuestran los abandonados proyectos de producción de jugos y harinas que iniciara el desparecido Programa Sustentar en la zona franca de Cobija hace cuatro años.