Luego de un año y medio de corte, el gobernador K Beder Herrera disolvió el contrato con la Osisko Mining Company. Una victoria popular.
Finalmente, vencieron. Ellos, los de Famatina. Los habitantes de un pueblito de siete mil personas, que construyeron una asamblea, que cortaron una ruta, que se opusieron a los poderes. Los que dijeron “no”. Finalmente, el gobernador Luis Beder Herrera firmó el decreto 874 que rescinde el contrato entre la provincia y la Osisko Mining Company, una empresa canadiense que quería instalar un proyecto de megaminería a cielo abierto en la región. La oposición frontal de un pueblo venció la posibilidad empresaria de la depredación del medio ambiente, de la usurpación extranjera de los recursos naturales, de la entrega.
Luego de un año y medio de lucha, Famatina venció. “Estamos muy felices -dice Carina Díaz Moreno, una de las dirigentes de la asamblea popular de Famatina-. De todos modos, somos desconfiados de este gobierno y seguiremos manteniendo el corte en el Alto Carrizal, donde empieza el camino que lleva al cordón montañoso del Famatina”. El corte al que la asambleísta se refiere es el método decidido por el pueblo que impidió, de esa manera, el paso de los representantes de la empresa Osisko Mining Company, que tenían la intención de volar gran parte de las montañas para extraer, con métodos contaminantes, el oro desperdigado en ellas. “La continuidad y persistencia de dichos acontecimientos de confrontatividad, imposibilitaron hasta la fecha dar inicio a las actividades programadas generando graves consecuencias de orden económico y social a la provincia”, señala el decreto firmado por el gobernador Beder Herrera, que es tanto kirchnerista como menemista. La presidenta Cristina Fernández es una firme impulsora de la megaminería a cielo abierto como forma de impulsar el desarrollo -fallido- de la nación.
“Todo esto pasó luego de la represión que sufrimos en mayo, cuando una patota nos atacó por manifestarnos contra Beder Herrera; luego de que la esposa de un policía fuera trasladado de nuestro pueblo por apoyar la lucha antiminera; después de un año y medio de corte para impedir el paso de la minera”, explica Carina Díaz Moreno a plazademayo.com. -¿Por qué van a mantener el corte, pese al anuncio del decreto? -No le creemos nada a Beder Herrera. Cuando era vicegobernador impulsó y aprobó una ley contra la megaminería en la provincia, que derogó ni bien llegó al poder. Hoy intenta que se instale la megaminería a cielo abierto en otras regiones de la provincia, ya que en este pueblo nos opusimos. Nosotros exigimos una ley provincial de prohibición de explotación megaminera en toda la provincia. Queremos que renuncie la diputada Adriana Lima, que traicionó a Famatina e impulsó esta actividad pese a la oposición de todos nosotros. Y queremos que vuelvan a Famatina los recursos que le fueron quitados al pueblo como forma de represalia por parte del gobernador. A la vez, somos alrededor de cincuenta ciudadanos de Famatina procesados por la justicia por luchar.
Queremos que nos quiten esas causas. Y por todo esto todavía no vamos a abandonar el corte. Fuentes de la intendencia de Famatina, cuyo jefe se plegó a la lucha de la ciudad, confirmaron la derogación del convenio con la Osisko Mining Company. Este medio intentó -que había logrado la única entrevista de la empresa durante este tiempo- contactarse con los voceros de la Osisko, pero no logró establecer esa comunicación. Famatina ya había expulsado a la Barrick Gold, aquella empresa instalada en San Juan, que cuenta con el apoyo de la presidenta Cristina Fernández. Hoy se confirma que acabó con los intereses de otra megaminera, la Osisko Mining Company. Es un pueblito perdido en la cordillera. Sus habitantes deberían ser considerados como un orgullo de la nación.