La III Comisión Nacional de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) definió el lugar y fecha de partida de la IX Marcha Indígena en defensa del TIPNIS, por donde el gobierno de Evo Morales pretende hacer pasar una carretera.
Participaron en la reunión representantes de 11 de las 12 regionales de la CIDOB, delegados del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), y de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB). Solo faltó la Coordinadora de los Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC).
El Conamaq y la CIDOB son las organizaciones matrices que representan a todos los pueblos indígenas de Bolivia. Los mallkus confirmaron que marcharán otra vez junto a sus hermanos de tierras bajas, aunque no descartan organizar una movilización por los Andes, como una segunda columna de una misma marcha.
“Conamaq está presente no solo para apoyar, sino para ensanchar, agrandar la plataforma de lucha, para construir este verdadero proceso de cambio, definido por los pueblos indígena originarios de Bolivia hace ya más de una década. Todavía nos falta mucho para llegar, en eso nos estamos trabando, porque el gobierno ha entendido de otra manera al Estado Plurinacional y no nos ha respetado”, explicó tata Froilán Poma, arquiri apu mallku del Conamaq.
En el encuentro, los dirigentes denunciaron una vez más que funcionarios del Estado y efectivos del Ejército invadieron el territorio indígena. “Es verdad que el TIPNIS está militarizado, cuando hemos vuelto (de la comunidad Gundonovia hacia Trinidad) hemos encontrado a dos pirañas (botes de la Armada boliviana) lleningas de militares y con ametralladoras. ¿Para qué si no estamos en guerra? Ellos deberían estar cuidando las fronteras”, lamentó el secretario de Juventud de la CIDOB Tomás Candia, en una entrevista concedida a la Comisión de Comunicación de IX Marcha Indígena (CCIX).
Según Candia, el “gobierno está jugando con nosotros: primero hacemos una marcha y luego nos hacen una contramarcha; hacemos un encuentro de corregidores y ahora hacen el de ellos. Incluso a nuestras organizaciones están entrando para dividir a las diferentes regionales. No sé hasta dónde van a llegar”.
Los representantes indígenas alertaron que el Estado intenta desbaratar al movimiento indígena, incluso recurriendo a golpes de estado a escala. Por ejemplo, el régimen del MAS patrocina un encuentro de ocho “corregidores” en Totora, una comunidad de la Subcentral Sécure, con el fin de desconocer las resoluciones del XXX Encuentro de Corregidores en Gundonovia.
“El gobierno se ha empeñado en defenestrar a nuestras organizaciones, armando organizaciones paralelas para poder tener la autorización de construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Están entrando por aire y agua (al TIPNIS), queriendo convencer a otros corregidores para cambiar a nuestras autoridades legítimas. Quieren hacer una nueva subcentral que esté al servicio del gobierno”, denunció Youci Fabricano de la comunidad mojeña Puerto San Lorenzo. (CCIX)
Fabricano reveló que “a Totora han llevado cantidad de víveres y combustibles con qué facilidad. Cuando nosotros hicimos nuestro encuentro sufríamos por la logística, pero fue donde más de 40 corregidores estuvieron presentes. Y allá, que son ocho comunidades, tienen de todo y en abundancia: esta es la mano del gobierno. Nunca se ha visto que hagan un evento de esta magnitud”.
Según el indígena mojeño, el gobierno ha prometido más tierras del TIPNIS a los colonizadores del Polígono 7 afiliados al Consejo Indígena del Sur (Conisur) aliado al MAS, cuya actividad principal es la siembra de coca y la fabricación de la droga.
La gran mayoría de los habitantes del TIPNIS está preocupada por la invasión permanente de colonos que suelen dañar tierras y contaminar fuentes de agua. “Es bien triste la realidad del Polígono 7, se ve cómo las aguas del río Isiboro están totalmente contaminadas y las tierras degradadas; se nota el cambio radical en comparación con la naturaleza que tenemos todavía gracias a Dios en el sector del río Sécure”, aseguró Fabricano.
Los colonizadores y cocaleros afiliados al Conisur poseen tierras en propiedad individual tituladas por el propio Presidente, y por tanto ya no pertenecen al territorio comunitario de origen del TIPNIS. Sin embargo, Morales quiere que los 13 sindicatos del Polígono 7 también participen en la consulta dispuesta por la Ley 222.
“Ellos son los peones, los mozos de los colonizadores, pero nosotros no queremos estar de mendigos el día de mañana. Por eso vamos a defender a nuestra organización, a nuestro pueblo, a nuestras comunidades. Aunque somos gente pacífica, estamos decididos a defendernos”, sentenció Fabricano.
Tal vez el mensaje más importante que deja la III Comisión Nacional de la CIDOB es que los pueblos indígenas permanecerán unidos para defender sus territorios, previendo que la profanación del TIPNIS es apenas el principio de una cruenta arremetida contra todos los territorios comunitarios del país.
Es por eso que, a diferencia de la VIII Marcha, protagonizarán la IX Marcha no solo las organizaciones indígenas sino también los sindicatos de la Central Obrera de Bolivia (COB), movimientos sociales urbanos y decenas de redes internacionales.