La teoría vigente es que este alimento rico en carbohidratos, fibras y proteínas se originó en una ladera de los Andes, al norte de Perú y Ecuador y de allí se extendió al resto del continente. Pero un equipo internacional de expertos sostiene que las variedades cultivadas en las regiones andinas de Ecuador y Perú, así como en América Central tienen su ancestro común en Mesoamérica. Tales resultados fueron difundidos en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS).
Para su estudio los investigadores utilizaron muestras de frijoles con una amplia distribución geográfica y evaluaron la diversidad de los nucléotidos en cinco posiciones de un gen en un cromosoma existente en variedades domésticas y silvestres. Concluyeron que el frijol tuvo su origen en México y que las variedades de Ecuador y Perú descienden de esa primera población.
Expertos del Centro de Investigaciones sobre Cereales en Foggia, de la Universidad Politécnica delle Marche, en Ancona, Italia, de la Universidad estatal de Dakota del Norte y de Dinamarca realizaron el estudio.
Por otro lado, lograron secuenciar el genoma completo del Phaseolus vulgaris L, después de dos años de trabajo de especialistas del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) de la unidad Irapuato, en el estado de Guanajuato.
Se identificaron 26.500 genes del frijol mesoamericano, por lo que el estudio posibilitará ubicar genes involucrados en la resistencia a enfermedades, tolerancia a sequía y salinidad, fijación de nitrógeno atmosférico, formación de células reproductivas y calidad de la semilla.
Este proyecto es sin dudas uno de los de mayor impacto en la alimentación humana, ya que tan solo en América Latina y África este cultivo es la fuente principal de proteína para más de 500 millones de personas, afirmó el científico Alfredo Herrera.
Además, el grano está entre las especies idóneas para estudios de nutrición. Su contenido proteico es aproximadamente el doble del de los cereales y es rico en micronutrientes esenciales como el hierro y ácido fólico, destaca un comunicado del organismo, adscrito a la Secretaría de Educación Pública.
El impacto que se espera con esta información es promover el incremento de la producción, sobre todo en condiciones de siembra temporal y algunos usos biotecnológicos, así como ampliar las posibilidades de utilización del cultivo, no solo como alimento, sino también en la industria.
Actualmente se están resecuenciando variedades silvestres de P. vulgaris, y de otras familias cercanas para poder concluir sobre su evolución, precisó el experto. Acotó que entre los hallazgos más relevantes que arrojará este análisis es la posibilidad de encontrar las claves sobre la domesticación del frijol y las diferencias con Mesoamérica y la región Andina.
La exploración del genoma del frijol forma parte del proyecto de cooperación multinacional PhasIbeAm, propuesto y aprobado en 2009 por los delegados de los 21 países Iberoamericanos que constituyen el Comité Directivo del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo.
En una segunda fase, el plan permitirá conocer el genoma de al menos otra docena de variedades distintas de frijol y algunos de sus parientes próximos, lo que facilitará la identificación de genes relacionados con su domesticación y mejoramiento.