El viceministro de Patrimonio Natural y Cultural de Ecuador Tarsicio Granizo precisó que ese es el paraguas en el cual se inscribe la iniciativa Yasuní ITT, que no es más que dejar de explotar un petróleo que está en un área sensible del país a cambio de una compensación internacional. Dicho desembolso debe estar basado en la corresponsabilidad que tienen los países industrializados, que se han desarrollado contaminando la atmósfera que es un bien público común.

El proyecto de no explotación de la reserva petrolera en la Amazonía, estimada en 850 millones de barriles, reclama a cambio una compensación financiera internacional de 3,6 mil millones de dólares en 12 años, la mitad estimada de los ingresos netos que obtendría Ecuador por la explotación de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini, ubicados en el Parque Yasuní.

Los recursos obtenidos se depositan en un fideicomiso administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) e irán a proyectos de mitigación y adaptación. El uso y destino de las contribuciones voluntarias al proyecto están plenamente asegurados por los denominados Certificados de Garantía Yasuní (CGY).

Con la iniciativa Yasuni ITT se busca dejar bajo tierra un 20% de las reservas de petróleo existentes en una de las áreas de mayor biodiversidad en el planeta, y en la cual aún habitan pueblos originarios en aislamiento voluntario.  Al dejar ese petróleo bajo tierra se evitaría emitir a la atmósfera más de 400 millones de toneladas de carbono.

A mediados de octubre del año pasado el ministro para la Cooperación Económica y el Desarrollo de Alemania Dirk Niebel retiró el apoyo para la iniciativa. Hasta julio de este año las contribuciones ingresadas al fideicomiso administrado por el PNUD y al fideicomiso de la Corporación Financiera Nacional sólo ascendía a 1,6 millones de dólares, aunque había compromisos pendientes por 38 millones.

Correa agradece por recaudación millonaria

El 20 de noviembre, el presidente ecuatoriano Rafael Correa agradeció al pueblo e instituciones de su país por la recaudación de dos millones de dólares en un teletón efectuado en Quito. “Quiero felicitar al país entero, esto demuestra que los ecuatorianos estamos más unidos que nunca, ciudadanos de a pié colaborando para una iniciativa que cambiará la historia”, dijo.

Recalcó que la iniciativa está muy cerca de la cifra planteada para este año, 100 millones de dólares que servirán para dar muchos años más de vida al planeta. Recordó que bajo el Yasuní, el país tiene 14 mil millones de dólares que podrían servir para obra social para tres años, sin embargo la responsabilidad histórica de esto la asumió una nación pequeña, pero llena de dignidad y soberanía.

El vicepresidente Lenin Moreno recitó unos versos del poeta Joan Manuel Serrat, embajador de buena voluntad del Yasuní. Estamos equivocando el concepto de evolución, acotó Moreno, aquel concepto depredador, consumista, debe ser cambiado hacia una noción conservacionista y evolucionaria, de ahí la idea de preservar algo que se encuentra vivo como el Yasuní.

Ivonne Baki, representante plenipotenciaria de Ecuador para la Iniciativa Yasuní ITT, calificó de fantástica la respuesta a esta cruzada cívica, que demuestra como ha llegado a todos los rincones. “Es un país pequeño, pero grande de corazón, nunca es tarde para aportar. Empezamos al principio a negociar con países y ahora estamos casa adentro, incluyendo a la sociedad civil. Esta campaña no tiene limite”, subrayó.

El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño destacó la importancia nacional e internacional de la iniciativa Yasuní ITT, y llamó a convertir esa conciencia en una contribución efectiva de toda la ciudadanía. Valoró el apoyo a esta iniciativa de la sociedad civil europea en Francia y Alemania, donde en dos semanas lograron recaudar 200 mil firmas con vistas a solicitar al gobierno que realice una contribución.

El 3 de noviembre el embajador de Ecuador en Rusia Patricio Chávez Zavala recibió una donación de 100 mil dólares para el proyecto ecológico Yasuní en Moscú. Durante la gala “Yasuní-ITT, una iniciativa por la vida” actuaron músicos como el pianista y Artista Popular de Rusia Yuri Rozov. Se efectuó una subasta de cuadros de obras donadas por afamados pintores rusos contemporáneos para aportar el dinero.

El embajador de Ecuador en China Leonardo Arízaga llamó a estudiar y apoyar la Iniciativa Yasuní-ITT como contribución real y efectiva a mitigar los efectos del cambio climático. En la ocasión se informó sobre los aportes efectuados en el 2011 por Gobiernos, organizaciones no gubernamentales, empresas con responsabilidad ambiental y la sociedad civil, de Europa, Asia y América. También se distribuyó material informativo sobre el proyecto.

Por otro lado, los rerpresentantes de Ecuador en la COP17 exigirán que quede claro el mecanismo de financiamiento de la iniciativa REDD, impulsada por México en el anterior foro anual de la Convención sobre Cambio Climático. La fórmula REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y/o Degradación), alega que como la deforestación es un factor importante de la crisis climática, hay que compensar económicamente a quienes ya no lo hagan. Sin embargo, a la vez que las grandes empresas estimulan monetariamente a las comunidades que dejen de talar, adquieren los “derechos de emisión” de éstas, para venderlos en un mercado altamente especulativo.

El viceministro ecuatoriano aprecia un escenario desfavorable en Durban para que sea operacional el llamado Fondo Verde del Clima, cuya creación fue aprobada también en el balneario mexicano de Cancún hace un año. Las ofertas a las cuales se comprometieron los países desarrollados no se han cumplido. Nosotros abogamos porque se establezca el Fondo Climático, pero no nos sirve de nada un fondo climático establecido y sin recursos, es como tener un cascarón vacío, exclamó.

Y encima de eso, comentó, se ha decidido que sea el Banco Mundial el que de manera transitoria se hará cargo de ese fondo. “Nosotros hemos estado siempre opuestos a eso, y estaremos pendientes y muy alertas a ver cómo funciona en esta transición el Banco Mundial con respecto al Fondo Climático”, que debería movilizar 100 mil dólares anuales para actividades de mitigación y adaptación en los países subdesarrollados a partir de 2020.

Referente al asunto más polémico de esta cita de Durban, el viceministro ecuatoriano definió como condición sine qua non que existan nuevas metas de mitigación para las naciones industrializadas. “Cualquier resultado que salga de Durban estará supeditado a que se produzca un segundo período de compromisos, y sabemos que hay países que no quieren firmarlo”, expresó.