Aun no llegan las peores lluvias que se avecinan en febrero y marzo pero la naturaleza ya nos ha demostrado su poder y fuerza.
El 25 de enero en horas de la mañana, las intensas lluvias en Rurrenabaque ocasionaron deslizamientos de las montañas enterrando casas y desbordando arroyos. Una mazamorra del Cerro de la Cruz arrasó 7 viviendas que quedaron enterradas y afectó varias otras. La intensidad de las lluvias ocasionó que los arroyos, que por lo general son pequeños-, crecieran enormemente y junto con los deslizamientos de tierra, arrastren árboles y piedras de magnitud considerable, destruyendo y colapsando algunos canales y puentes urbanos. Esto ocasionó daños a las viviendas asentadas a lo largo de los arroyos y dejó las calles cubiertas de lodo. En San Buenaventura también se produjeron desbordes de los arroyos y deslizamientos, daños a viviendas y personas heridas.
Hasta el momento hay unas 7 personas desaparecidas. Se hallaron dos cuerpos, cuatro marineros de la Naval fueron enterrados por la mazamorra al auxiliar a la gente afectada, una persona perdió una pierna y hay varios heridos en el hospital. Aún no se tiene el número exacto de las familias afectadas ni de las personas desaparecidas.
Todas las tomas de agua de Rurrenabaque han sido destruidas por los deslizamientos por lo que la ciudad se verá privada del líquido elemento por lo menos durante 3 días, si es que ceden las lluvias. La población debe recoger agua de lluvia para abastecerse y es lo único que está salvando de la escasez.
Estos deslizamientos son un fenómeno natural debido a que las serranías en Rurrenabaque y San Buenaventura constituyen una gran falla geológica o zona de ruptura de la corteza terrestre y por ende hay taludes que apenas se sostienen con la vegetación natural que los cubre. No es la primera vez que suceden estos movimientos de tierras, ya que en el pasado ocurrieron en varias ocasiones. A inicios de los 60, una mazamorra de gran magnitud elevó el nivel de las calles por encima de las casas construidas y también ocasionó desastres en las partes bajas. A fines de los años 70 bajó otra gran mazamorra en la zona del Camuy, aunque en esos tiempos no había viviendas en la zona.
Estos procesos naturales incrementan el riesgo sobre la vida humana cuando la población se asienta en las laderas de los cerros y las lluvias excesivas provocan deslizamientos. Demuestran que la naturaleza enseña a no jugar con ella y que toda modificación de su estructura puede ocasionar tragedias, como la ocurrida en los días precedentes- Es es evidente que la Pachamama y los Achachilas(1) están dando señales para que no se afecten las bases de las serranías con carretera o infraestructura que pone en riesgo la vida de la gente.
Desde el 2006 existe una pugna entre la población y la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), por la ubicación de un puente sobre el río Beni. Las autoridades gubernamentales insisten en construir el puente Rurrenabaque-San Buenaventura en una ubicación de riesgo, pues sus accesos cortarían las serranías de ambas poblaciones. Dichos accesos siguen exactamente la falla geológica que ocasiona estos peligros. Durante la fase de construcción se realizarán cortes en la parte baja de las serranías, con maquinaria pesada y movimientos masivos de tierra- Luego, durante el funcionamiento de la carretera el continuo movimiento de vehículos de alto tonelaje asociado al ingenio azucarero en construcción, ocasionará importantes vibraciones. En suma, el riesgo de desastres sería mucho mayor y lo más probable es que los muros de contención que pretenden construir no sirvan de mucho. Si un huayco(2) arrasa, es decir si se desprende un pedazo de la montaña arrastrando toneladas de lodo, piedras y árboles tumbará las construcciones de concreto. Además bloqueará y destruirá los desagües, como sucedió con los canales de los arroyos que atraviesan Rurrenabaque. Dañar las bases de las serranías a lo largo de todo el trayecto de la carretera en Rurrenabaque y San Buenaventura pone peligrosamente en riesgo la vida de las personas de ambas poblaciones.
El puente Rurrenabaque San Buenaventura es una obra asociada a la carretera San Buenaventura Ixiamas, que está generando una de las mayores migraciones de los últimos años, como parte de un programa de asentamientos humanos en el Norte de La Paz. Dichos asentamientos son previsibles (e incontrolables) también a lo largo de laderas de las montañas que son Reserva Municipal de conservación de fuentes de agua que pueden ser gravemente afectadas por la deforestación causada por la gente asentada.
Desde el 2006 el pueblo de Rurrenabaque, -de manera propositiva y tomando en cuenta las expectativas de poblaciones aledañas así como la seguridad y actividades económicas de sus habitantes-, ha propuesto otras alternativas río abajo, que si bien son más largas, toman en cuenta las características de las frágiles serranías. La Consultora Danesa – Boliviana CARL BRO CAEM también consideró que la mejor alternativa era río abajo. Sin embargo la ABC insiste en la ubicación original.
El 2012 con mediación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), -el entonces financiador-, la población de Rurrenabaque llegó a un acuerdo con la ABC para finalmente estudiar una alternativa más abajo en forma coordinada y consensuada con la población local. Este estudio fue concluido en mayo 2013 por la Consultora Española PROES, y extraoficialmente indica que la alternativa por abajo es factible, pero que costaría mucho más construir río abajo. Sin embargo hasta la fecha la ABC se resiste a compartir este estudio para el análisis de ambas poblaciones, con lo que da señales de falta de transparencia y niega el derecho al acceso a la información sobre un tema que hace al desarrollo local y a la propia vida de la gente, además de violar un acuerdo firmado y garantizado por el BID.
En septiembre del 2013, el Ministro Quintana visitó Rurrenabaque, convocando a una sorpresiva reunión que llamó “consulta pública”. En dicha reunión, a la que convocó a colonizadores de áreas rurales y personas que no son los directamente afectados, (pero responden a su partido político) aprobaron (entre ellos) el proyecto con la ubicación rechazada por los directamente afectados. A pesar de la oposición de la población local de Rurrenabaque, el ABC licitó en enero del 2014 la construcción del puente con la ubicación que atraviesa las serranías, sin haberse establecido ningún consenso con la población local.
La carretera que llega a Rurrenabaque desde La Paz, se ubica en forma paralela a una distancia de varios kilómetros de la serranía de Pilón Lajas. Igualmente la carretera a Ixiamas va paralela a la serranía del Bala. La gente de Rurrenabaque no comprende por qué el gobierno insiste en llevar la carretera hasta las bases mismas de la serranía y peor aun en una zona urbana, con la única justificación que el puente sería más corto y más barato. Con frecuencia lo barato cuesta caro, ya que las reparaciones de la obra de infraestructura, por los deslizamientos constantes en las temporadas de lluvias y el perjuicio económico al transporte, con el tiempo costarían más que un puente más largo con la alternativa propuesta por Rurrenabaque. Eso sin tomar en cuenta la amenaza a la vida de la gente.
Para las culturas andinas Quechua y Aymara, las montañas (Achachilas) representan a los antepasados o abuelos a los cuales hay que respetar y venerar, son dioses sagrados a quienes hay que pedir permiso y realizar ofrendas. Es así que prevalece hasta nuestros días la costumbre andina de llevar una piedra a la Apacheta en la cima de una montaña a manera de ofrenda y echarle hojas de coca y alcohol al montículo de piedras para que continúen proveyendo de agua a la gente y no se enojen por las faltas de los humanos. Esta costumbre ha sido transmitida también a los Tacanas, ya que también existen Apachetas y ruinas Incas en la región.
No es con imposiciones que se construye el desarrollo local, sin respeto y sin consensos. Debemos preservar las serranías, no solamente porque proveen del vital líquido elemento y protegen a la población del lugar, sino también porque son los Eawaquinah de los tacanas o la Pachamama de los quechuas. Si no veneramos a nuestros antepasados, estos pueden enojarse, con estos desastres la Madre Tierra está hablando, a ver si somos capaces de escuchar.
Notas:
(1) Achachilas: Antepasados o abuelos representados como montañas en la cosmovisión andina
(2) Huayco: Los huaycos (o llocllas en el idioma quechua) son flujos de lodo y piedras con gran poder destructivo. Se forman en las partes altas de las microcuencas debido a la existencia de capas de suelo deleznables en la superficie o depósitos inconsolidados de suelo, que son removidos por las lluvias
(Ver video en http://youtu.be/x2Fwc9vSJYE)