Negar que vivimos un cambio en Bolivia es como negar que la tierra es redonda. Ya es imposible hacerlo. Ese cambio, hay que decirlo, tiene una raíz cultural profunda y muy sensible. La cualidad principal, el núcleo de acero de ese cambio es precisamente ese: la cultura en sentido amplio, en sentido activo, la cultura como el ámbito desde el cual se expresa una colectividad humana en su complejidad y en su diversidad y la cultura, en esa dirección deseable aunque contradictoria, como soporte y guía de las decisiones económicas, sociales y políticas.
Ese es hoy el terreno fértil del debate nacional actual y vigente, ese es hoy el terreno donde pueden fecundar las visiones desde el presente hacia el futuro. En ese espíritu, el pasado cobra una relevancia nueva y reveladora, una dimensión potente y evocativa, una posición raigal, pero a la vez, como plataforma de porvenir. Se trata, en suma, de revisar el pasado, de hacer revisionismo de la historia, para no volver a caer en los errores de antaño, para no volver a repetir dolores y prejuicios. Para liberarnos, en suma.
En esa dirección, los aportes a la investigación, a la clarificación y a la socialización de la historia, son invalorables. Son necesarios e invalorables. Más si llegan, más si se producen, más si dan a la luz en la Bolivia que siempre fue postergada y marginada. El Beni, el departamento del Beni, ha sufrido esa situación de postergación, ha experimentado el olvido y el abandono, conoce de esos desgarros y esas injusticias. De ahí que la producción cultural beniana adquiere valor por doble mérito: por ser, en sí misma, lo que es pero también por forjarse en circunstancias adversas.
Por eso, la edición del libro ETNOHISTORIA DEL BENI del filósofo, antropólogo y educador beniano Daniel Bogado Egüez debe ser celebrada como lo que verdaderamente es: un aporte desde la región, un aporte desde lo local y lo próximo –y por eso también, un aporte desde lo sensible- al debate nacional, al debate nacional sobre la realidad boliviana, con la premisa clara, como el mismo texto proclama, de conocer el pasado para entender el presente y luchar por el futuro.
En ese espíritu –que es, a la vez en el caso del autor, un compromiso de vida-, Daniel Bogado nos presenta un texto didáctico, pensado de manera especial y afectuosa para los estudiantes del Beni y de toda Bolivia, y por ello mismo, un texto ágil, directo, que se deja leer de principio a fin, y que también por lo mismo, se vuelve un texto útil, iluminador y adecuado para ese debate tan urgente y necesario porque es el debate sobre el destino de la patria y sobre su carácter y su identidad. Es el debate sobre lo que queremos ser, y por eso, es el debate de todos.
“Es hora de mostrar la Bolivia multiétnica y pluricultural, la Bolivia de Tierras Bajas…” clama el autor desde la introducción de su libro. Nada más justo y nada más preciso en este momento histórico. La lucha por una genuina e irreversible descolonización del estado y la sociedad bolivianas ahora encuentra espacios, acciones y situaciones de cristalización, de formulación y de avance, inéditas e impensadas hace tan sólo una década atrás. Nadie puede quedar excluido de este debate, y mucho menos nadie debe auto excluirse.
De allí, el valor, el significado y el sentido de la obra y el testimonio de Daniel: es un aporte honesto, un trabajo sincero en el camino del auto reconocimiento y de la auto afirmación de nuestra identidad colectiva, como pueblo y como nación, en la búsqueda de dejar atrás las distancias y las incomprensiones y seguir forjando todos juntos el horizonte cultural y social del siglo XXI y de las futuras generaciones de bolivianos y bolivianas libres y dignos, y ojalá que para siempre. Si nos empeñamos, si nos esforzamos como Daniel Bogado lo hizo con su libro, seguro que será así.
Río Abajo, 4 de noviembre de 2013
* El Centro Cultural Moxos de residentes benianos de La Paz fue reconocido por D.S. 813 el 9 de noviembre de 1939. Actualmente está presidido por el Lic. wilfredo Lijerón Mercado
FOBOMADE tiene como presidente al Foro Beniano en la persona de Adolfo Moye, ex presidente del TIPNIS.