sus caminos son pies descalzos
salimos por las caderas del día
hacia adentro
no sé cómo regresaremos
¿luz coagulada, huella calcinada?
piedra blandísima parió el ojo es el mundo
¿piedra que canta escuchamos?
madre ventana donde mariposas sueñan la densidad de lo abierto
tan abierto duele como vivir
como abrazar lo imposible
el ángulo sagrado entre el Illimani
el Murarata
y el tajo de piedra de Tiwanaku
el sol no se detiene abraza
de la vida la sombra
besamos tiernamente
las manos de Kusch
Tiwanaku, equinoccio, 2013