———– SIRIA ————

Frente a lo que parece inminente, dramático y genocidamente inminente, ¿qué decir? ¿Denunciar lo mismo que denunciamos siempre? La parte que me toca: denuncié la invasión a Afganistán –y por eso, el embajador Rocha de USA ordenó que me echen de Pulso y me prohibió la entrada a su llajta-, denuncié la invasión a Irak –con poemas, incluso-, denuncié la invasión a Libia, y no sucedió nada: los yanquis go home, los yanquis imperialistas, los yanquis de mierda que dominan el mundo, igual siguieron invadiendo países, igual siguieron masacrando pueblos. Yo crecí con el ejemplo heroico del pueblo de Vietnam, yo crecí templándome con los poemas que Ho Chi Ming escribió en la cárcel, yo crecí leyendo sobre el general Giap, el más valiente y el más lúcido de todos los militares del mundo –él, y sólo él, puede decir que le metió el dedo en el culo al ejército asesino de los yanquis-, yo crecí amando a Vietnam , amando su epopeya, amando su sacrificio: nosotros queríamos ser vietnamitas, como dijo el Che, mi compatriota Guevara, que teníamos que ser. El 75, me acuerdo como si fuera hoy: ¡cómo celebramos cuando cayó Saigón y ustedes huían como las ratas que son! ¡Igualito que los nazis! Queríamos ser vietnamitas para ser más argentinos. Giap era Perón o era San Martín. Ho Chi Ming teníamos varios. Vietnam quedaba en Orán o en Tucumán. A los yanquis, el pueblo, no los quería. No quería sus hamburguesas, no veíamos sus películas, no tomábamos coca cola. ¿Qué nos pasó? ¿Qué sucedió en este mundo a la deriva para que ese sentimiento anti-USA con el que crecí y me formé, hoy vaya directo al basurero, hoy esté semi-enterrado en el fango democrático de la historia? Detesto este mundo. Lo detesto por asexual, por inocuo, por ubicuo, por neutro. Nadie va a oponerse a que los yanquis go home invadan Siria, como nadie se opuso a que invadan Afganistán, Irak y Libia. Obama es el operador más nefasto de todo el star system militar-industrial USA. Lo ponen a un afro para que confiemos en ese versito de la interculturalidad. Y el hawaiano es peor que Bush. Me cago cien mil veces en la interculturalidad. Yo quiero que Toro Sentado sea el presidente de USA. Toro Sentado no invadiría Siria. El turco Jalil era mi amigo en el colegio. Se especializaba en conseguir revistas porno. La turca Habib fue, más o menos oficialmente, mi primera novia. Sus familias eran originarias de Siria; en la Argentina le decimos “turcos” a todos los árabes, por el Imperio Otomano, que es desde donde llegaron los abuelos de Jalil y de Graciela, antes de 1918. Después leí a T. E. Lawrence. Un día, recuerdo, recomendé su lectura al mismísimo W. Invadan Siria, cabrones. Desde ya, me opongo y los condeno. Como siempre. Hace mil años, en la Damasco que van a destruir, como ya destruyeron Bagdad, sus moradores sabían más de geografía y de matemáticas que nadie en este mundo del cual ustedes hoy son sus policías globales. Volvimos a la barbarie, brother. Con los yanquis como amos del universo, somos esa puta aldea global donde vale más un vaquero que la dignidad, donde vale más una hamburguesa que la soberanía. ¡Aguanten los sirios y jallalla el general Giap que aún está vivo!

  Río Abajo, 29 de agosto de 2013  

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