…. y unos meses después, en agosto del 2008, en sesión del Concejo Municipal de La Paz, entregó los contratos petroleros firmados con la sociedad Petroandina, conformada por las estatales YPFB (Bolivia) y PDVSA (Venezuela).
Las afloraciones de petróleo en el Norte del departamento de La Paz son conocidas desde siglos atrás. Por eso, los intentos de encontrar petróleo en la Amazonia boliviana datan desde inicio del Siglo XX. Las expectativas creadas se relacionan con las emanaciones naturales a lo largo del río Kerosén, en la provincia Franz Tamayo y en otras regiones donde, de manera natural, los pobladores utilizan estas afloraciones como combustible.
Durante el 2011, el especialista Fernando Alegría publicó el documento La Exploración Petrolera en el Subandino Norte, basado en informes y boletines internos de YPFB, incluyendo el informe del pozo Tacuaral I, de su misma autoría, el informe geológico de Liquimuni No 1 de B. Pradel y el informe del Pozo Exploratorio Boyá de A. Romero, entre otros. Alegría sostiene que los primeros trabajos de reconocimiento geológico en el Subandino Norte fueron efectuados por S. W. Evans, cuyos resultados fueron presentados en el informe titulado “Expedition to Caupolican” el año 1903. Posteriormente, en el año 1913, la Compañía Petrolífera Caupolican y Calacoto de Luis Lavadenz, auspició el relevamiento geológico de la zona Caupolican (hoy provincia Franz Tamayo, al norte del departamento de La Paz), efectuado por O. Walter y E. Jansson. Los resultados de estos trabajos fueron expuestos en los informes “General report on the oil fields of Caupolican” (1922) y “Geological Result of the Tthird Expedition into the oil fields of Caupolican”, publicados en 1923.
F. Alegría refiere que durante el gobierno del presidente Bautista Saavedra, se llevó a cabo el reconocimiento geológico de la región de Tuichi, bajo la dirección del geólogo Ernest Barth, por encargo de la Dirección de Minas y Petróleo. En el informe efectuado, “Datos generales e informes de reconocimiento sobre geología de la región del río Beni”, Barth describió las características del petróleo del río Kerosén; advirtiendo la presencia de los anticlinales Beu, Chepite y Susi. Toda esta información se encuentra albergada en su informe. Los anticlinales son las estructuras geológicas donde se puede encontrar hidrocarburos.
El especialista continúa haciendo el recuento de la exploración petrolera: en el año 1925, la Standard Oil Company encargó al geólogo G. Harrington realizar trabajos tectónicos y estratigráficos entre San Borja y Huachi, por el sudeste, y Tumupasa – Apolo, por el noroeste. Los resultados fueron detallados en el documento: “Geologic Report on the Upper Beni River region Bolivia”. A su vez, en 1938, O. Schlaginweit, describió la estratigrafía de la región en el “Informe preliminar sobre el reconocimiento entre San Borja y Huachi y el río Beni entre Huachi y Rurrenabaque”.
Por su parte, YPFB también incursionó en la exploración petrolera. En1943 Canedo Reyes, realizó trabajos de orden estratigráfico y en 1956, H. Díaz a cargo de la Comisión Geológica N° 6 efectuó un reconocimiento geológico de las provincias Caupolicán e Iturralde; el producto de dichos trabajos se encuentra en “Contribución al conocimiento geológico de las provincias Caupolicán e Iturralde”.
Entre los años 1966 y 1967, V. Ponce de León y J. Mariaca realizaron una labor geológica minuciosa de las estructuras Charqui y Tuichi, concluyendo que estas estructuras tienen un buen potencial petrolífero.
A partir de 1962 hasta 1976 fueron perforados dos pozos exploratorios y entre 1976 y 1996 cuatro pozos exploratorios.
El primer pozo exploratorio en el Subandino Norte fue Boya-1, perforado por la Bolivian Gulf oil Company en el año 1962. Alcanzó una profundidad final de 3038.6 m, en el departamento del Beni, muy cerca al límite departamental con La Paz. Fue abandonado por considerarse seco. Fue perforado en base a geología de superficie.
En el año 1976, Bolivian Sun Oil perforó el pozo Tuichi-X1, el cual se encuentra localizado en la provincia Franz Tamayo del departamento de La Paz. Este sondeo alcanzó una profundidad final de 4628 m y fue también considerado seco y abandonado. Fue perforado en base a información sísmica 2D.
El primer emprendimiento exploratorio de YPFB en el Subandino Norte es el pozo Lliquimuni –X1, en la provincia Sud Yungas, sustentado en la información sísmica 2D adquirida por el consorcio Anschutz-Shell sobre el lineamiento Lliquimuni- Tacuaral, más la información geológica de superficie obtenida en campañas previas. La perforación del pozo se inició en septiembre de 1991, durante el gobierno de Paz Zamora y concluyó en octubre de 1992, alcanzando una profundidad final de 4596.4 m. Si bien se encontraron algunas evidencias de hidrocarburos, luego de los diez ensayos realizados se evidenció ausencia de hidrocarburos, por lo que el pozo fue clasificado como seco.
La segunda perforación efectuada por YPFB, desde marzo de 1993 a julio de 1994, fue a 36 Km al sur del pozo LQM-X1, sobre la Serranía de Marimonos, denominado Tacuaral-X1 (TCR-X1), pero los ensayos demostraron la nula presencia de hidrocarburos. Aún se perforaron nuevos pozos, a partir del desvío del pozo TCR-X1, denominado TCR-X1D, llegándose hasta los 3765 m de profundidad y el pozo Tacuaral-X2 (TCR-X2), situado a 5.4 Km al sudoeste del TCR-X1, pero los resultados fueron negativos, habiendo sido abandonados.
Entre octubre de 1995 y febrero de 1996, la empresa francesa Total Oil & Gas Exploration Bolivia, con el propósito de explorar la concesión denominada Bloque Madidi, programó la perforación del pozo exploratorio Yariapo-X1, ubicado a 30 Km al noroeste de la locación del pozo Tuichi-X1. El pozo fue clasificado como seco puesto que no se logró hallar hidrocarburos. [1]
Después de la capitalización (privatización) de la estatal YPFB, ocurrida a partir de 1996, el Estado adjudicó dos grandes concesiones petroleras en la Amazonia andina, el bloque Tuichi (1000000 ha) y el bloque Rurrenabaque (426200 ha) a las compañías Repsol Exploration Secure S. A. y Pérez Companc S. A. En febrero del 2001, Repsol oficialmente anunció la devolución de la concesión del Bloque Rurrenabaque al Viceministerio de Energía e Hidrocarburos y el año siguiente revirtió 195.000 ha de la concesión del Bloque Tuichi.[2]
Repsol realizó estudios de exploración aeromagnética, que consistía en el sobrevuelo a baja altura recorriendo los 15000 Km de la concesión, con una licencia ambiental aprobada en base a un dossier de cuatro hojas debido a la categoría 3 otorgada en el proceso de obtención del licencia ambiental. (M. Gavaldá. La recolonización). El 2001 Repsol inició el trámite para obtener la licencia ambiental del Proyecto Sísmica 2D Tuichi, pero la movilización de la Red de Alerta Petrolera hizo desistir a la empresa y acogerse a la cláusula de Fuerza Mayor, por la que a pesar de no cumplir con el plan de exploración no perdió la concesión.
Sísmica en Río Hondo y la Campaña contra Petrobras
El 2001 fue adjudicado el bloque Río Hondo (1000000 ha) a Petrobras Bolivia y Total E&P Bolivie.
Petrobras es una empresa de sociedad mixta operada por el Estado de Brasil que figura entre las tres empresas con mayores utilidades de Sudamérica. Opera en todas las áreas de la industria de los hidrocarburos en Brasil y en el exterior. Hasta el 2006, en Bolivia controlaba todos los aspectos del negocio del gas natural, desde su extracción hasta su transporte y comercialización.
Petrobras Bolivia fue creada el 25 de noviembre de 1995 “estratégicamente ligada a la exploración y producción de reservas de gas para garantizar el abastecimiento del gasoducto Bolivia-Brasil, concluido en diciembre de 1998 y también para liderizar otras iniciativas en el sector energético boliviano, ligadas al proceso de integración binacional que significó la construcción del gasoducto Bolivia-Brasil, la mayor obra de este tipo en Sudamérica”
Petrobras obtuvo la concesión del Bloque Río Hondo en la licitación de enero del 2001, firmándose el contrato el 30 de octubre del 2001, nueve años después de la creación de la Reserva de la Biósfera y Territorio Indígena Pilón Lajas, por lo que dicha concesión era contraria a lo establecido en el decreto de creación del área protegida. El Art. 5 del Decreto Supremo 23110 de creación de la Reserva de la Biosfera y Territorio Indígena Pilón Lajas, del 9 de abril de 1992 que forma parte del cuerpo legislativo de la Ley de Medio Ambiente establece la prohibición de otorgar nuevas áreas de colonización agraria, forestal, minera y petrolera, garantizándose sin embargo los asentamientos de colonos, campesinos y propiedades agrarias, así como también las concesiones forestales, mineras y petroleras establecidas legalmente con anterioridad al dicho decreto supremo, sujetas a reglamentación especial.
A principios de 2002, Petrobras inició el trámite de obtención de la licencia ambiental para el Proyecto Sísmica 2D Río Hondo Sur, presentando el estudio de evaluación de impacto ambiental el 18 de septiembre del mismo año.
La solicitud fue observada por la sobre posición con las áreas protegidas Pilon Lajas y Madidi y por estar dentro de áreas de protección estricta y de amortiguación. Petrobras acusó al SERNAP de modificar los límites de la Reserva Pilón Lajas y objetó la zonificación de la reserva.
Al mismo tiempo Petrobras demandó a los ministerios e Hidrocarburos y Minería, Desarrollo Sostenible y YPFB definir la aquiescencia o denegación de actividades petroleras en Río Hondo Sur, pretendiendo de esta manera pasar por encima de los procedimientos de evaluación de impacto ambiental, sin responder a las observaciones efectuadas en el proceso de obtención de la licencia ambiental. El 14 de enero del 2004 logró la aprobación de la misma.
Por otra parte, la empresa presentó el estudio de evaluación de impacto ambiental para acceder a la licencia ambiental del proyecto Sísmica 2D en Río Hondo Norte, el mismo que atraviesa áreas que, de acuerdo a la normativa vigente, no permiten este tipo de actividades, como son la Zona de Protección Estricta y la Zona de Amortiguación Interna.
El Proyecto Río Hondo Norte preveía la apertura de una senda de 70 kilómetros de largo, que atraviesa en sentido noreste la Reserva Pilón Lajas, adentrándose 40 kilómetros dentro de la misma y fuera del bloque de concesión en aproximadamente dos terceras partes.
El desmonte a producir alcanzaba 10.5 hectáreas en diferentes unidades de bosque. Se previó la perforación de 2.520 pozos de 15 metros de profundidad, y la utilización de 16 kilogramos de explosivos por pozo, en total 40.32 toneladas.
21 helipuertos estaban previstos de habilitarse, con una superficie de 900 m2 cada uno, 280 zonas de descarga, 21 campamentos volantes, un campamento base de 4 hectáreas, cerca de la comunidad El Palmar, lugar de provisión del agua. 150 personas debían trabajar en el proyecto, de las cuales únicamente entre 35 y 45 serían locales.
Para el abandono simplemente se propuso la limpieza del área y la revegetación natural para cubrir las áreas desboscadas en la construcción de la senda, helipuertos, zonas de descarga y campamentos.
La Reserva tiene además la condición de Tierra Comunitaria de Origen, territorio habitado por pueblos tsimanes, mosetenes y tacanas. De acuerdo al Consejo Regional Tsiman Moseten, el proyecto de Sísmica Río Hondo Sur jamás fue consultado con las comunidades como lo establece la Ley de Medio Ambiente y el Convenio 169 de la OIT, ratificado como ley de la República. Lo que si hizo Petrobras es tomar fotografías de una asamblea de corregidores de las comunidades de la TCO y adjuntarlas en el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental. Enterados de ello y de la aprobación de la licencia ambiental, el Consejo se negó a recibir reiteradamente a los consultores para el segundo proyecto. En consecuencia, ni siquiera el trabajo de campo fue realizado en el área.
Por ello el estudio no reporta información que permita establecer una línea base del área protegida y del área de influencia del proyecto. El proyecto Río Hondo Norte se ubica en un área de alta sensibilidad ambiental, por lo tanto absolutamente incompatible con actividades hidrocarburíferas bajo ningún tipo de consideración. Se trata de la región ecológica más diversa del planeta, la cuenca alta de los Andes tropicales, donde se encuentra el 40% de la herpetofauna neotropical y más de 100 especies de mamíferos. Además se estima un 10% de endemismo de aves y roedores y 10% de endemismo en plantas dentro de esta región. La mayor parte del área se encuentra en un nivel prístino sin intervención humana, como la Serranía Beu y Muchanes.
Con fecha 15 de junio, todas las comunidades, corregidores y autoridades de la TCO Pilón Lajas, así como organizaciones locales, regionales, alcalde y autoridades del Consejo y del Municipio dirigieron una nota al presidente de la Petrobrás Deccio Oddone, en la que señalaban:
“Las organizaciones e instituciones firmantes, nos dirigimos a usted para demandar que la empresa que usted preside, Petrobras Bolivia, abandone las intenciones de iniciar actividades petroleras en la región del norte de La Paz…”
“Un país que entregó tan amistosamente el sector hidrocarburífero a una empresa como Petrobras, bien merece que al menos se respeten sus políticas ambientales y de conservación, tomando en cuenta que también tenemos obligaciones con las generaciones futuras. La demanda que le hacemos implica retirarse de la zona más importante de ecoturismo de Bolivia, la región entre los ríos Beni y Quiquibey, en el Noreste de la Paz y Sudeste del departamento del Beni, región que para usted es simplemente el Bloque Río Hondo, el último que se adjudicó Petrobras, en contra de la legislación vigente en Bolivia: la Ley de Hidrocarburos señala en su artículo 7 que se aplicarán las disposiciones de la Ley del Medio Ambiente y sus Reglamentos al sector de hidrocarburos. Esto significa aplicar la Ley, sus reglamentos y sus disposiciones conexas, como son las relativas a Áreas Protegidas. Precisamente el Bloque Río Hondo se sobrepone con estas áreas, que además son territorios indígenas, creadas mucho antes de que existiera Petrobras en Bolivia, donde están absolutamente prohibidas nuevas actividades de hidrocarburos.”
“No vamos a recordar las presiones que Petrobras ejerce para lograr la aprobación de licencias ambientales, pero si queremos recordarle la importancia de esta región, no solo por sus áreas protegidas, sino sobre todo por su gente.”
El 28 de julio, el presidente del Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo-FOBOMADE, en base a la nota anterior solicitó formalmente al Ministerio de Desarrollo Sostenible, la revocatoria de la licencia ambiental otorgada a la empresa Petrobras para las actividades del proyecto Río Hondo Sur.
Mientras, se discutía en el Congreso, el proyecto de Ley de Hidrocarburos, debate en el que, gracias al caso de la TCO y Reserva de la Biosfera Pilón Lajas, pudo incorporarse en todos los espacios parlamentarios y de opinión pública, la irracionalidad económica de sobreponer la explotación de hidrocarburos sobre actividades económicas de efectos multiplicadores como el turismo, principal actividad económica de la región. Al mismo tiempo, la carta de las comunidades de la TCO Pilón Lajas recorrió el espacio virtual, siendo reproducida en varios idiomas.
Petrobras tenía previsto ingresar e iniciar las actividades del Proyecto Río Hondo Sur en septiembre del 2004, pero no se presentó oficialmente en la región. Posteriormente se conoció que, igual que Repsol, se acogió a la cláusula de Fuerza Mayor establecida en el contrato, porque no le fue concedida la licencia ambiental del proyecto Río Hondo Norte, debido a la sobre posición con las áreas protegidas. Sin embargo, durante el 2004 siguió intentando avanzar en una “reunión de divulgación y consulta pública, para que los indígenas puedan sugerir medidas de mitigación a aplicarse en el proyecto petrolero”, a través de la Consultora Econat, encargada del Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental. El Consejo Regional Tsiman Moseten, mediante nota del 29 de Octubre de 2004 rechazó la solicitud porque las comunidades indígenas están en contra que se realicen actividades petroleras en su territorio y la consulta que se pretendía hacer era para que los pobladores indígenas sugieran medidas de mitigación, no con el objetivo de lograr el consentimiento de las comunidades (como indica el inciso 2 del artículo 6° del convenio 169) para que se lleve a cabo el proyecto, sino cumplir un procedimiento exigido por el Ministerio, imponiendo la realización de sus actividades a la voluntad manifiesta de las comunidades.
A fines del 2004 la Comunidad de Asunción del Quiquibey, en el interior de la TCO se vio sorprendida por el ingreso de funcionarios de Petrobras por una ruta no autorizada haciéndose pasar por turistas. Los visitantes salieron apresuradamente en un bote que los esperaba, cuando se les pidió dar a conocer el motivo y la forma en que habían entrado.
El 13 de diciembre del 2004, a través del diario Los Tiempos, Petrobras se refirió a lo que considera “las incompatibilidades en las normas nacionales (que) impiden a La Paz y Beni acceder a regalías petroleras, puesto que por contradicciones gubernamentales se obstaculiza la búsqueda de reservas hidrocarburíferas en el bloque Río Hondo, que tiene potencial de reservas del oro negro”. Al mismo tiempo, el entonces presidente de Petrobrás Jose Eduardo Freitas, aseguró que Río Hondo "es un campo muy promisorio" por las reservas de petróleo, al lamentar que “las normas discrepantes” impidan incluso la exploración en el área.
El funcionario aseguró a pesar que "no se hizo nada en este campo", Petrobras ya pagó 1,5 millones de dólares por patentes, por lo que ante la imposibilidad de proseguir con la exploración, la petrolera recurrió a la cláusula contractual de "fuerza mayor", que fue aceptada por YPFB.
La Ley de Hidrocarburos establece el carácter obligatorio de la consulta, y la potestad de que las organizaciones indígenas rechacen el proyecto hidrocarburífero a ser realizado en su territorio, aunque esto último fue posteriormente suspendido por el Tribunal Constitucional, frente a un recurso de inconstitucionalidad presentado por un diputado de entonces. Además establece que las actividades hidrocarburíferas solo pueden ser realizadas en áreas protegidas si los objetivos de gestión y la zonificación respectiva así lo permiten y si un estudio de evaluación ambiental estratégica de planes y programas lo aprueba, lo que complica aún más las posibilidades de las empresas petroleras en Pilón Lajas. [3]
Después del decreto de Nacionalización aprobado el 2006 por el presidente Evo Morales, las empresas petroleras debieron migrar de acuerdo a la nueva legislación. De esta manera, tanto Repsol como Petrobras firmaron nuevos contratos que fueron homologados por ley del Estado Plurinacional, incorporando el Anexo E que establece que una vez que las cláusulas socio medio ambientales que motivaron la situación de fuerza mayor sean superadas, se negociará el Anexo F (Retribución al Titular) o el área será devuelta. El plazo establecido es el remanente a la Fase 1 que era de 4 años. El contrato fue suscrito el 28 de Octubre del 2006 y homologado con la Ley No 3672, del 2007. El 26 de abril del 2010, Reporte Energía informó que entre los acuerdos a los que llegó el Ministerio de Energía e Hidrocarburos con la comitiva de empresas brasileñas encabezada por el asesor de Asuntos Internacionales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Marco Aurelio García, se encuentra la viabilización de la exploración hidrocarburífera de Petrobras en el bloque Río Hondo. El entonces ministro de Energía e Hidrocarburos, Luis Fernando Vincenti, anunció que el compromiso boliviano es el de “dar las condiciones técnicas y legales para que estas áreas (Bloque Río Hondo) puedan ser desarrolladas. Petrobras posee un bloque de 1 millón de hectáreas, que se encuentra inactivo debido a que una parte de él está afectado con parques nacionales”.
Un factor para dejar sin efecto las intenciones exploratorias de Petrobras en su momento fue la oposición de las organizaciones del área de influencia del emprendimiento, que solicitaron abandonar el inicio de actividades petroleras en el norte de La Paz. La masiva campaña liderada por las organizaciones locales, municipios, subprefectura, organizaciones regionales indígenas y campesinas, comunidades y empresas de turismo, hizo retroceder a Petrobras en sus intenciones de ingresar en la región durante gobiernos neoliberales. Sin embargo, durante el gobierno del proceso de cambio, se renovaron los contratos y se fue más allá, acordando con la empresa facilitarle el levantamiento de las restricciones ambientales que le impiden ingresar a la región. Esto significa el cambio de toda la legislación ambiental vigente, para adaptarse a los intereses de Petrobras.
* Tomado de: Campaña Amazonía sin Petróleo: Exploración Petrolera en Territorio Mosetén en Oilwatch 2013 Abrigando Futuros. El Crudo en el Subsuelo.
[1] F. Alegría. 2011. La exploración petrolera en el Subandino Norte. CEDLA. La Paz.
[2] Parque Nacional y ANMI Madidi. Parkswacht: www.parkswatch.org
[3] Patricia Molina. 2005. Petrobras en Bolivia, Petróleo, Gas y Medio Ambiente en Petrobras: ¿integración o explotación? Jean Pierre Leroy y Julianna Malerba editores. FASE/Brasil Sustentable y Democrático. Río de Janeiro.
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