Argentina la otrora granero de América, a raíz de la expansión soyera, ha disminuido su producción de trigo y ha prohibido la exportación de harina para abastecer y garantizar su mercado interno. Esta medida afecta a nuestro país que en el occidente consume el 50 por ciento de harina de trigo proveniente de Argentina.
Las consecuencias ya se sienten de inmediato. Los sectores panificadores han expresado su preocupación porque cuatro departamentos, (Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca) registran la escasez del pan de batalla por la falta de harina de trigo. Precisamente, esos departamentos son los que se abastecen de harina de trigo proveniente del vecino país de Argentina.
Para garantizar el abastecimiento del mercado interno, los comerciantes importaran inicialmente 10 mil quintales de harina peruana para la producción de pan de batalla y abastecer los hogares de las familias bolivianas. Posteriormente incrementarán el volumen de importación pero la harina peruana no será suficiente y habrá que buscar abastecerse de otros países vecinos como Brasil esperando que no haya una afectación en la elevación del precio del Pan.
EMAPA (Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos) distribuye harina a los panaderos a 135 bolivianos por la bolsa de 50 kilos para mantener el precio del pan a 40 centavos de boliviano, sin embargo en el mercado libre desde mayo el precio del quintal en La Paz costaba 215 bolivianos y ha ido subiendo; actualmente el precio del quintal de harina subió hasta 300 y 320 bolivianos y los panificadores amenazan con subir el precio del pan.
De acuerdo a los datos proporcionados por la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO), el país produce 250 mil toneladas de trigo de las aproximadamente 650 mil que requiere el mercado nacional.
Bolivia históricamente fue deficitaria en la producción del trigo. En 2010 se logró sembrar 120 mil hectáreas; en 2011, la superficie decreció a 72.000 hectáreas y en 2012 a 68.000 hectáreas. Según la ANAPO la disminución de los cultivos se la atribuye al mal tiempo, a la inseguridad jurídica en la tenencia de la tierra y a la falta de políticas de incentivo para el sector productivo. Para esta gestión se alcanzaron las 100 mil hectáreas en el oriente del país.
Por otra parte la participación de la industria molinera en el país es del 30 por ciento de la demanda total, por lo cual hace falta incrementar la cantidad de molineras para procesar la harina producida en el país.
El Viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez expresó que la solución a la falta de harina de trigo y a los precios altos se concretaría el 2025 cuando Bolivia pueda abastecerse en cuanto a la producción de trigo. Según la autoridad que trabaja en el programa nacional de producción trigo en 12 años recién tendremos la capacidad de liberarnos de la importación de trigo y ser autosuficientes. El programa contempla la construcción de molineras, silos, mejoramiento de semillas e incremento de las áreas de cultivos de trigo
Creo que en los siete años y medio que pasaron de gestión del actual gobierno nacional ya debiéramos ser autosuficientes y soberanos en la producción de trigo. Además no tenemos que esperar hasta el 2025 para producir todo el trigo que necesitamos, sino en 4 o 5 años ya debiéramos resolver esta situación de inseguridad alimentaria.
¿Por qué no se ha resuelto este problema hasta ahora y por qué hay que esperar tanto tiempo para resolverlo? Considero que ese es el problema del desarrollismo que se prioriza y se exagera en obras de infraestructura y relega en segundo plano la producción. Lo primero es lo primero y la gente lo que necesita primero es alimentarse.
Bolivia necesita cultivar 300 mil hectáreas de trigo para abastecer y superar con creces las 650 mil toneladas que necesita el mercado interno, significa triplicar la producción actual. Esa responsabilidad no se la puede dejar solo en manos de los grandes industriales del agro negocio que les interesa lucrar, sino en los medianos y pequeños agricultores, que ya significan el 70 por ciento de productores de trigo en el país; que tienen conciencia de la necesidad alimentaria del pueblo que deben contar con el apoyo del gobierno nacional para incrementar la producción de trigo. Se necesita urgente, apoyo financiero, tecnología, insumos, y voluntad política.
Fuentes: Prensa escrita de Bolivia, radio Fides y radio Erbol.