Aquí o allá o en cualquier lugar del mundo
Pero el de acá, el nuestro, el que tanto amamos
Y ya celebro esa dicha, ese abrazo, ese mirarse a los ojos
Y saber que todo y siempre ya estará dicho
Porque no hay más destino que seguir luchando
Y ya veo y lo veo tan claro y tan profundo
Todo el clamor compartido contra el genocidio
Todo el dolor contra la devastación, vuelto canto
Y ya sé de los caminos y de los desafíos, ya sé hasta el sol
Que sembrará esperanzas, por más ausentes que a veces parezcan
Por más que algunos las crean olvidadas y yertas
Y ya huelo el mar o la montaña, el infinito cósmico
Donde todo es posible, donde todo lo será
En esa danza perpetua de los corazones apasionados
Y ya vivo el momento y la eternidad y ambos conjugando
El azar a veces, el fervor que guía, lo marcado, lo adeudado
Que es siempre más amor, más amor por la humanidad, mas amor del que ya has brindado
Más amor aún por la selva, por los ríos fuertes, por los cielos claros
Más amor aún por los indios, más amor, mucho más amor
Mucho más que amor por ellos, por los isolados, por tus isolados
Y ya te veo, Sydney, ya te veo, irmão
Y lo que veo es siempre como te vi, como te sentí, esa primera vez, esa mañana en Lima
Un hombre libre, un hombre íntegro, un hombre sano.
Río Abajo-Bolivia, 13 de junio de 2013