PRONUNCIAMIENTO

EN EL DIA INTERNACIONAL DEL CONSUMIDOR Y AÑO INTERNACIONAL DE LA QUINUA

El Año Internacional de la Quinua, declarado por las Naciones Unidas entre otras razones para contribuir a la erradicación del hambre y la pobreza del mundo, constituye una oportunidad para generar conciencia y acción sobre el consumo responsable y solidario y para diseñar estrategias que permitan influir sobre las políticas gubernamentales y las acciones de alcance global respecto al grano andino y a otras fuentes alternativas de sustento frente a la inseguridad alimentaria.

Como consumidores debemos apostar por sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente, por tanto, no podemos estar al margen del desafío de recuperar la sostenibilidad del cultivo que, por todo lo que se sabe, está amenazada como consecuencia de la expansión de los cultivos y procesos productivos que provocan una grave degradación de la fertilidad de los suelos.

Como consumidores debemos reclamar al gobierno, políticas que promuevan la igualdad de oportunidades de consumo.

Sabemos que en Bolivia, la quinua se consume sólo en siete departamentos, Pando y Beni son la excepción. El consumo per cápita apenas supera un kilo de quinua al año, mientras que, por ejemplo, en el Perú el promedio de consumo anual por persona es alrededor de 20 kilos.

El Estudio del Consumo de la Quinua en la Ciudad de Potosí, realizado el 2007 por la Fundación FAUTAPO, muestra que paradójicamente en la capital del departamento que se constituye en primer productor, el consumo per cápita de quinua llega a 2362.93 gr –menos de dos kilos y medio–, mientras que se consume más de 19 kilos (19222.07 gr) de arroz, y casi 13 kilos (12845.62 gr) de fideo al año.

En los últimos años, la producción de quinua se ha multiplicado, pero se ha orientado fundamentalmente hacia el mercado externo. Datos oficiales reconocen que sólo un poco más del 10 por ciento se queda para el mercado interno, el resto sale vía exportaciones o ventas no registradas.

Sin duda, el Año Internacional de la Quinua, nos pone ante muchos desafíos tales como recuperar la sostenibilidad de este milenario cultivo, fomentar el consumo nacional y demandar la responsabilidad del consumo internacional.

Por tanto, como Alianza para el Consumo Responsable y Solidario debemos asumir conciencia y tomar acción para:

– Alertar sobre los efectos socio ambientales de la mono producción de quinua y exigir políticas que promuevan prácticas de cultivo y producción sostenibles.

– Demandar la diversificación del consumo nacional e internacional, de tal manera que a la vez que se promueva el consumo de la quinua, se incluyan otros cultivos andinos de similar valor nutricional.

– Exigir la implementación de políticas públicas que revaloricen e incrementen el consumo interno de la quinua, incluyendo a los propios productores y sus familias, así como otros productos andinos y amazónicos.

Ejerciendo los derechos que tenemos como consumidores, estamos ante la oportunidad de actuar en nuestros diversos ámbitos de influencia. Debemos ser capaces de articularnos para exigir a los poderes públicos que cumplan con su obligación de legislar y desarrollar políticas adecuadas a los presentes retos.

Alianza por el Consumo Responsable y Solidario

La Paz, 15 de marzo de 2013

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