Tuvo una reconocida trayectoria como abogado, profesión que ejerció hasta sus últimos días, habiendo ejercido la vicepresidencia del Colegio de Abogados durante 1971-1973 y recibido numerosas distinciones y condecoraciones de universidades nacionales y extranjeras, del Colegio de Abogados, del Sistema Judicial y de asociaciones laborales y cívicas. Fue también catedrático universitario, fundador de la Carrera de Ciencia Política de la cuál fue también su director y rector y vicerrector de la Universidad Mayor de San Andrés. Fue redactor de la página editorial de Ultima Hora, del Periódico Hoy y de El Diario, habiendo realizado un invaluable aporte de producción intelectual con obras de Derecho Procesal Civil. Su última obra: Modificaciones al Código Penal y al Código de Procedimiento Penal, fue publicada por FOBOMADE en Enero del 2011.
Pero por sobre todo el Dr. Otero fue un destacado activista e inclaudicable defensor de los derechos humanos, y en los últimos años, un destacado activista ambiental. Además de cumplir con las tareas habituales que le exigía su condición de presidente de FOBOMADE, se constituyó en un asesor del Equipo Técnico Legal conformado por jóvenes profesionales que cumplen la ardua tarea de defender los derechos ambientales y de los pueblos indígenas. Así, a sus 82 años fue el abogado más visible durante la VIII Marcha, orientando a la prensa, a los líderes indígenas, al equipo que dirigió apelando a todos los recursos legales para defender a los habitantes del TIPNIS.
Nos acompañó en un periodo especial, de ataques y tensiones que buscaban fracturar al FOBOMADE y, por ello mismo su presencia fue más significativa. Orientó el accionar institucional, consolidando la actual visión de la organización y el debate interno conceptual legal y político en el sentido más alto; orientando sobre los procedimientos a seguir hasta la presentación de diferentes recursos constitucionales e internacionales que reclamaron las acciones necesarias frente a la vulneración de los derechos indígenas, firmando el mismo cada uno de ellos.
Fueron incontables las reflexiones que compartió en nuestras largas jornadas de trabajo. No se cansaba de señalar que “el buen gobernante es el que sabe escuchar y debería aplaudir que la sociedad se organice para hacer valer sus derechos. Para el buen gobernante lo mejor que puede ocurrir es que haya un pueblo organizado, a quien consultar y atender en sus propuestas y demandas.”
Su partida ha dejado un vacío difícil de llenar, pero su memoria seguirá iluminando nuestras acciones. Agradecemos haber tenido la oportunidad de ser parte de las múltiples causas que abrazó a lo largo de su vida con el único propósito de contribuir a la construcción de un mundo con justicia social.
Paz en su tumba y resignación en su familia.
2 comentarios
Zoia Otero Jun 14, 2021
Los defensores del tipnis siguen siendo personas perseguidos y no hay justicia para ellos.
Zoia Martha Otero Valle Jun 14, 2022
Segun la Constitucion politica del Estado son reconocidas 36 nacionalidades ,de ahi el valor de la 8va marcha del tipnis . Implica un gran cambio en nuestra mentalidad e idiosincracia.