Más allá de las retóricas industrialistas y emancipatorias en boga, los denominados “gobiernos progresistas” de la región tienden a aceptar como “destino” el “nuevo consenso internacional”, en nombre de las “ventajas comparativas” o de la pura subordinación al orden geopolítico mundial, el cual históricamente ha reservado para América Latina el rol de exportador de Naturaleza. Una de las consecuencias de la inflexión extractivista ha sido la explosión de conflictos socioambientales, expone la investigadora argentina Maristella Svampa en el ensayo “Extractivismo neodesarrollista y movimientos sociales. ¿Un giro ecoterritorial hacia nuevas alternativas?” (Adjunto)
Según Svampa, en los últimos años las luchas sociales en América Latina se han reconfigurado en un giro ecoterritorial alrededor de la defensa del territorio y de los recursos naturales, y han surgido nuevos movimientos socioambientales rurales y urbanos en los que destacan diferentes colectivos culturales policlasistas, algunas ONGs, y colectivos de intelectuales y expertos que acompañan a los pueblos indígenas movilizados.
La investigadora analiza el rol de diversas redes autoorganizativas nacionales ambientalistas que hoy existen en América Latina y el impacto de algunas acciones populares como la Mesa 18 de la Cumbre sobre cambio climático celebrada en abril de 2010 y la movilización social en defensa del TIPNIS, entre agosto y octubre de 2011, dos iniciativas que confirman que Bolivia continúa siendo el gran laboratorio político latinoamericano en términos de definición de los contornos de un proyecto de descolonización.
Fuente: Más allá del desarrollo; Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo, Fundación Rosa Luxemburg/Abya Yala; Ecuador 2011. www.rosalux.org.ec www.abyayala.org
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