Hidrocarburos no convencionales, ¿novedad o el horror potenciado?
El mundo sufre un nuevo embate de los intereses petroleros. Los hidrocarburos agrupados bajo la denominación ‘no convencional’ -arenas bituminosas, petróleo y gas de pizarra o esquisto (shale gas y shale oil) y gas de arenas profundas/compactas (tight gas)- suscitan enormes intereses por parte de empresas y gobiernos. Las tecnologías empleadas representan un daño mayor sobre el ambiente y la salud de las personas que las técnicas convencionales. Pero estas implicancias no han pasado inadvertidas: la experiencia reciente de Estados Unidos está impulsando el surgimiento de numerosos grupos de resistencia a estas explotaciones en el planeta. La moratoria –la cual ya numerosos países y regiones han aplicado- sobre este tipo de yacimientos no solamente es necesaria y urgente, sino que tiene que ser puntapié para medidas similares en explotaciones convencionales.
TIPNIS: Crimen político, económico, social y ambiental
PRIMERO. Dada la compleja situación productiva mundial actual, convertida en escenario de innumerables cadenas de causas y efectos, siempre crecientes –que impone la fuerza del poder económico– todo problema que sufre la naturaleza es resultado inevitable, como fatal, de aquellas interacciones. No interesa ni preocupa a los causantes que el laboratorio de la naturaleza sea ya impotente para restaurar la normalidad ambiental. Ante la inmisericorde sobre-explotación de los recursos naturales, la respuesta del obediente comercio internacional es moverse al mismo ritmo de intensidad que le impone la aceleración del proceso.