Los pueblos indígenas salimos de la VIII Marcha en defensa del TIPNIS con mucho entusiasmo, fuerza y decisión para defender nuestro territorio, pero ahora nuestra preocupación es cómo sostener esa victoria, explica Adolfo Moye Rosendy, indígena Moxeño-Trinitario perteneciente a la Comunidad Santísima Trinidad y ex dirigente de la Subcentral del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
Desde el año pasado, Moye y sus compañeros soportan una enorme presión política y ahora ven que el gobierno intenta fortalecerse y consolidarse agarrándose de los sindicatos cocaleros para reactivar la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos. “Sabíamos que el gobierno rencoroso exigiría una revancha”, expone el líder indígena en la siguiente entrevista con el Servicio de Noticias Ambientales del Fobomade.
P. Durante la VIII Marcha el Presidente Evo Morales visitó muchas comunidades del TIPNIS sin permiso de la dirigencia, intentando dividir a los indígenas, ¿cómo le fue?
R. El Presidente quiso convencer a nuestros hermanos comunarios de que la carretera era buena, tratando de desvirtuar y sabotear nuestra movilización. Se esforzó como nunca, nosotros desde 2007 pedimos su presencia en el TIPNIS, tenemos las resoluciones, las invitaciones y las cartas que le hicimos llegar; lo invitamos a todos los encuentros de corregidores, pero él nunca asistió. El Presidente decía que no iría a reuniones con 50, 60 o 100 personas, él exigía un auditorio lleno, con 500 o mil personas para estar presente.
Cuando se dio la VIII marcha, al ver que nuestra lucha era seria y auténtica, el gobierno viajó a las comunidades para dividirnos y generar conflicto . Evo ingresó primero a la comunidad de Santo Domingo en el norte del TIPNIS, supuestamente para escuchar la versión de los hermanos que piden carretera. Sin embargo, los comunarios le dijeron: “hermano Presidente nosotros queremos atención a nuestras comunidades, queremos mejoramiento de nuestras unidades educativas, queremos mejoramiento de nuestro centro de salud, queremos agua potable, queremos ser beneficiados con programas del gobierno para el desarrollo. Pero lo que no queremos es una carretera que atraviese el TIPNIS; si quieres carretera, hazla por otro lado”.
Así se expresaron comunarios con nombre y apellido, entre ellos Eduardo Noza de la comunidad de Totora, quien habló fuerte y claro en el idioma trinitario.
P. ¿Qué respondió Evo?
R. No dijo nada, salió callado de Santo Domingo y continuó con su campaña mediática haciéndole creer a la opinión pública que “las comunidades piden carreteras”.
P. ¿Entonces mintió el Presidente?
R. No solo mintió sino que movilizó a gente que no vive en el TIPNIS para que le hagan barra. Por ejemplo, llevaron gente de San Ignacio a Puerto Lorenzo en veinte camiones. Ésta gente obviamente gritaba que quería carretera, que quería vinculación, pero las comunidades legítimas del TIPNIS rechazaron la carretera por medio del Parque.
Al Presidente le fue muy mal en la primera consulta en Santo Domingo, pero continuó con su plan. Así, el 25 de septiembre de 2011 fue a consultar a la comunidad San Antonio de Moleto, en la zona sur del TIPNIS, donde supuestamente tenía apoyo fuerte de los colonos. Pero los hermanos comunarios le explicaron que estaban de acuerdo con que se mejore el camino de los colonizadores, pero no con la construcción de un camino por el TIPNIS. Además, los indígenas recalcaron que no decidirían nada sin consultar con sus dirigentes legítimos que en esos momentos lideraban la VIII Marcha. Fue el segundo fracaso de Evo.
P. ¿Cuál fue la reacción del Presidente?
R. Justo el día de la segunda consulta fracasada, el 25 de septiembre, se dio la intervención a la VIII Marcha. Mi lectura personal es que el gobierno de rabia y decepción por haber fracasado en sus planes tomó la decisión de reprimir la movilización. Creo que el Presidente ordenó la intervención a la VIII Marcha desde el helicóptero, porque salió furioso de San Ignacio de Moleto a las dos de la tarde y a las cinco se consumó la intervención policial.
Entre el 27 y 28 de septiembre Evo visitó a la comunidad de San Pablo del Isiboro, en la zona central del TIPNIS. Allí los comunarios le pidieron que desaloje y sancione a los colonos avasalladores y le conminaron a que cumpla sus compromisos: “queremos ver preso a un avasallador”, exclamaron.
Por esos días el gobierno violó un acuerdo interinstitucional entre comunidades indígenas, al destituir al Director de Áreas Protegidas del TIPNIS y reemplazarlo por un funcionario desconocido que jamás tuvo alguna experiencia en la convivencia, el desalojo o protección del Área Protegida. Obviamente, nombraron a ese Director para que defienda los intereses del Ejecutivo.
P. ¿Qué opina de la declaratoria de intangibilidad del TIPNIS, quién propuso eso?
R. Esto preocupa a los comunarios; sinceramente no estamos muy satisfechos con la conclusión de la marcha por este tema de la intangibilidad. No tenemos una información clara respecto a quién ha pedido la intangibilidad; los asesores se lavaron las manos.
P. ¿Tal vez fueron los diputados indígenas quienes plantearon la intangibilidad?
R. Dicen que son los diputados indígenas, pero todavía no nos han dado su versión. Sin embargo, los asesores y diputados simplemente opinan y sugieren, y quienes toman las decisiones son directamente los dirigentes, los representantes legales del territorio y de las comunidades. En este caso hay una cabeza, el presidente del TIPNIS; él fue quién tomó la decisión, seguramente por el bien de todos, pero sin socializar el tema; a nosotros no nos han consultado.
Cuando fuimos autoridades, antes de que sea dirigente del TIPNIS, hemos utilizado el convenio 169 de la OIT y luego el Decreto 22610 que establece claramente que el territorio indígena es indivisible, imprescriptible, inalienable, y declara como dueños absolutos y legítimos a tres pueblos: Yucarare, Chiman, Trinitario. Para nosotros este decreto era el instrumento legal para defender nuestro territorio y era más factible elevarlo a rango de ley. Pero lamentablemente se tomaron otras decisiones y quienes ahora tenemos que asumir las consecuencias somos las comunidades. El tema de la intangibilidad ya nos está generando conflictos de entrada.
P. ¿Les afecta la recisión de contratos con madereras y empresas turísticas?
R. Nos afecta enormemente porque nosotros como territorio indígena hemos sido abandonados por las autoridades competentes, los gobierno nacional, departamental y municipal. El TIPNIS está ubicado en dos departamentos, Cochabamba y Beni, y abarca a cinco municipios: Moxos, Loreto, Marban, Villa Tunari y otro de Cochabamba. De los cinco municipios, ninguno cumple a cabalidad con nosotros. El único que intentó asistir a las comunidades más cercanas a Trinidad y San Ignacio es el municipio de Moxos, pero a las otras comunidades no llegó nada.
Durante los seis años de gobierno ninguno de los proyectos del programa Evo Cumple nos ha beneficiado. Y no es que sea difícil atender, por ejemplo la comunidad Santísima Trinidad está en plena carretera y tiene posibilidad de acceso, pero está rodeada de colonos. Ahí se demuestra que existe una discriminación al pueblo indígena de tierras bajas, porque la comunidad está totalmente abandonada, pero si miramos alrededor, los sindicatos colonos Aroma y Villa Bolívar cuentan con todos los equipamientos, tienen colegios hermosos, hospitales, hay de todo.
La comunidad de Limo supuestamente pide carretera, pero ya tiene camino ripiado que llega hasta San José de Moleto. Esa comunidad vive en una especie de cancha de fútbol, sin tierras para producir. En Zezerzama viven igual, en un espacio alambrado con cancha de fulbito, una escuelita y casitas alrededor, pero a 300 metros existe un enorme y moderno colegio equipado con computadoras.
Entonces, el problema no es la falta de carreteras, sino que hemos sido abandonados por nuestras autoridades y sufrimos discriminación. Y ahora nos cortan los ingresos de los proyectos turísticos y de aprovechamiento de recursos naturales, recursos que invertimos en mejorar nuestra calidad de vida, nuestros centros de salud, nuestras escuelas, comprando materiales para los colegios e incluso medicamentos para las postas sanitarias. Se escandalizan por un supuesto proyecto ilegal de madera en el TIPNIS, pero no dicen que el CONISUR hizo un convenio de aprovechamiento en el área colonizada. Eso sí que es ilegal.
P. ¿Cree que es una venganza del gobierno?
R. Definitivamente. El gobierno cree que las luchas que hemos tenido son como un partido de fútbol; si pierde el primer partido pide la revancha y si hay un empate nos vamos por el desempate. Entonces, el Ejecutivo está bloqueando el ingreso económico a través del aprovechamiento de los recursos naturales para ahogar a las comunidades, generar conflicto interno y desestabilizar a las organizaciones que nos representan.
P. ¿Por qué el Presidente será tan rencoroso y vengativo?
R. En el exterior del país se pensaba que Bolivia tenía un gobierno indígena que ampara y respeta a los pueblos originarios, pero la VIII Marcha Indígena demostró que esa creencia es falsa. El gobierno se preocupó porque los indígenas verdaderos de Bolivia asumimos un liderazgo político real, tomamos decisiones propias y le quitamos protagonismo a Evo. Esto explica porqué el gobierno intentó primero desacreditar y luego minimizar nuestra lucha; cuando llegamos a La Paz el Presidente ni siquiera nos dio la bienvenida.
P. Algunos medios de prensa denunciaron que colonizadores y cocaleros están hostilizando a los indígenas y cobrándoles peajes, ¿es cierto?
R. Esta presión no es reciente, se dio en diferentes tiempos y gestiones de gobierno. El tema es que hemos logrado acuerdos para hacer respetar nuestra convivencia dentro y fuera del TIPNIS con las colonias y sindicatos colindantes. En muchos aspectos hemos ayudado a la zona colonizada, como por ejemplo a mejorar sus caminos, que nuestras comunidades también utilizan.
Las presiones ahora se dan de forma contundente porque el gobierno está incitando a que los hermanos colonos nos presionen para que se apoye la construcción de la carretera. Hoy el gobierno realiza una campaña cada vez más fuerte en contra del TIPNIS y esto afecta enormemente las relaciones y la convivencia entre comunidades y sindicatos.
P. Apenas concluyó la marcha y se aprobó la Ley Corta, el Presidente reprendió a sus bases dizque porque lo abandonaron, y luego les pidió que retomen la lucha por la carretera. Ahora estamos frente a una nueva campaña por la construcción de la ruta. ¿Qué hará el pueblo indígena del TIPNIS?
R. El pueblo indígena defenderá las conquistas de la VIII Marcha. Creo que la declaratoria de intangibilidad del Parque no es conflicto para nosotros y estamos plenamente de acuerdo con que se aplique. Que no se olvide el gobierno que el territorio indígena de más de 1,2 millones de hectáreas está en un Área Protegida y lo intangible se aplica a toda el Área. Eso significa que también se aplica a los asentamientos de colonos en el Polígono Siete, el área colonizada.
Eso significa que se tienen que desalojar a todas las instituciones o proyectos que se llevan adelante en el área colonizada, sabemos que los colonos tienen carpinterías, construcciones, infraestructuras grandes, incluso sabemos que están usando recursos naturales del TIPNIS. Vamos a pedir que el mismo cato de coca por familia que se aceptó dentro del área colonizada también sea erradicado porque es un territorio intangible y allí no debe haber trabajos con fines de lucro, sino actividades sólo de subsistencia.
P. El gobierno sigue impulsando la carretera a través TIPNIS a pesar del enorme costo político. ¿Por qué cree que el Presidente se arriesga tanto?
R. La carretera es solo un punto más de debate; el problema de fondo es económico y político. El interés económico principal del gobierno es la explotación hidrocarburífera del bloque Sécure, que está dentro del TIPNIS, justamente en toda la parte del diseño de la carretera. Su interés político es romper la barrera electoral en Beni, donde el MAS perdió en las últimas tres elecciones.
La explotación de hidrocarburos dejará ingentes recursos, pero no se sabe dónde irán a parar ya que el TIPNIS es un territorio no definido limítrofemente, y disputado por Cochabamba y Beni. ¿A dónde irán a parar estas regalías? ¿Será que llegarán a Monte Grande y a nuestras comunidades? En este caso, pelearían por las regalías los municipios de Moxos, Villa Tunari y Chapare. El 23 de febrero de 2011 Chapare consolidó a todo el TIPNIS como un municipio más del departamento de Cochabamba. Los colonizadores avanzaron mucho en este tema y plantearon que las regalías deben ser para el departamento y distribuidas vía municipios.
P. ¿El municipio de Moxos conoce este plan?
R. No lo sé, supongo que no y por eso toman una decisión de manera despistada y sin rumbo y exigen “¡qué se haga la carretera!, ¡queremos desarrollo!, ¡queremos progreso!, ¡queremos vinculación!”
P. El diputado Bienvenido Zacu dijo que si el Presidente intenta modificar la Ley Corta tramitará un referéndum revocatorio. ¿Apoyarán esa propuesta?
R. No estamos haciendo campaña para el referéndum revocatorio de mandato, es decir que no estamos buscando la caída del Presidente Morales ni mucho menos conspirar para tumbarlo. Yo dije bien claro que cada cosa cae por su propio peso. Nosotros en el campo decimos que la fruta que madura si no es aprovechada y si no es una buena fruta dejamos que se pudra. Lo mismo ocurre con este gobierno; si no nos representa, sino no es un buen gobierno para nosotros ni para la sociedad boliviana, caerá.
No es que estemos generando, incitando o haciendo campaña contra Evo. Si no hubiéramos querido a este gobierno no hubiéramos trabajado para apoyarlo cien por ciento en las urnas; le dimos nuestro apoyo de forma incondicional, y ahora que se porte mal con nosotros y nos pague mal ya no es nuestra culpa. Obviamente tenemos derecho a reconducir nuestras decisiones, si hoy hemos decidido por Evo Morales también tenemos derecho a decidir por otro gobierno que nos respete.
P. ¿Le sorprende el comportamiento de Evo, qué siente?
R. Siento que el gobierno no va a cambiar, si hubiera querido ya lo hubiera hecho. Esto significa que está decidido a darnos una guerra dura a los indígenas. Las comunidades están plenamente de acuerdo con apoyar a Evo y seguir trabajando con él, pero en mi opinión personal eso es perder nuestro tiempo porque estoy seguro que no podremos hacerle reflexionar.