16 de Junio de 2011
Sr. Evo Morales Ayma
Excelentísimo Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia: Señor Presidente: Me dirijo a usted con la finalidad de manifestarle mi mas profunda preocupación por la consideración de la ley de Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria en la Asamblea Legislativa que busca incrementar la producción de organismos genéticamente modificados (OGM). Bolivia ha sido un líder importante a nivel mundial apoyando los derechos humanos, la justicia social, y la soberanía alimentaria. Desde mi perspectiva, la industria biotecnológica es una de las mas grandes amenazas a la soberanía alimentaria ya que toma ventaja de las influencias políticas y fuerzas financieras que poseen para forzar el uso de organismos genéticamente modificados en contra de la voluntad de la población. Le pido respetuosamente considere nuestra experiencia en Norteamérica con los OGM.
La industria biotecnológica ha promovido falsamente la tecnología como herramienta para combatir el hambre en el mundo y la pobreza basadas en argumentos de que la biotecnología aumenta la productividad, disminuye los costos de producción así como también reduce el uso de agroquímicos. Por lo contrario, los agricultores se han enfrentado a los altos costos sin ninguna productividad, arriesgándose a tener problemas legales con compañías de semillas, y aplicando mas agroquímicos ya que las plantas e insectos desarrollan resistencia a los rasgos genéticos de cultivos. Las semillas biotecnológicas son cuatro veces mas costosas que las semillas que no contienen organismos genéticamente modificados.
Los exponentes de biotecnología afirman que los cultivos que contienen organismos genéticamente modificados son ambientalmente mas sustentables debido a que los métodos de resistencia que se utilizan para tratar insectos y herbicidas, reducen el uso de agroquímicos y de erosión para la conservación de cultivos. Pero en realidad, las implicaciones son severas. Doce años después de que organismos genéticamente modificados fueran introducidos comercialmente en los cultivos, plantas e insectos ya se habían desarrollado resistencia a los tratamientos genéticos que buscan prevenir infestaciones. Esto reduce la producción en los campos y estimula a los agricultores a utilizar potentes herbicidas y pesticidas incrementando la contaminación agroquímica.
La soberanía alimentaria es afectada profundamente ya que los agricultores pagan un impuesto por usar semillas patentadas, firman un contrato con una compañía que les da permiso limitado para plantar en cada estación. Las licencias usualmente prohíben la practica común y tradicional de guardar semillas para plantar en próximas estaciones, esto requiere que los agricultores sigan practicas agrícolas específicas además de vender sus productos en mercados específicos deben, y además, deben permitir que la compañía inspeccione los campos. Estas compañías persiguen tenazmente a cualquier persona que pueda estar violando el contrato de licencia o infringiendo sus patentes. En los Estados Unidos, la industria ha contratado investigadores privados que graban videos de los agricultores, se infiltran en las reuniones de la comunidad y cuestionan a posibles informantes sobre las actividades agrícolas.
La modificación genética destruye primordialmente los valores que Bolivia ha venido defendiendo al privatizar los bienes públicos vía las patentes de vida. Esto conlleva a menudo a lo que se conoce como biopiratería –el aprovechamiento ilegal de recursos sin el consentimiento informado y el beneficio compartiendo los acuerdos de la Convención sobre Diversidad Biológica. La expansión del uso de OGM no es solamente una preocupación en Bolivia, sino también para toda la humanidad. Bolivia es el centro de origen y diversidad de muchas cosechas que son esenciales para todo el mundo. Si se permite que estas cosechas sean genéticamente modificadas, se amenaza a la población que depende de estos alimentos. Esto se hace aun mas real ya que el cambio climático trae consigo presiones en la producción alimentaria.
Como ya se ha visto en México, Perú, y en otros países, la contaminación de muchas cosechas a menudo precede a la entrada de OGM, y mientras esto sea ilegal, será imposible de detenerla. Es de suma importancia que los recursos naturales no contaminados de Bolivia, estén protegidos de este tipo de contaminantes. Los casos de contaminación de OGM que se han registrado en Bolivia son una clara alerta de lo que puede suceder si se permite la expansión de transgénicos.
De hecho, ya hay una preocupación porque Bolivia pueda estar atenta en relación a la contaminación de transgénicos aunque el país no aumente la cosechas biotecnológicas. La experiencia a nivel mundial nos muestra que esta puede expandirse por medio de granos importados que no han sido molidos apropiadamente. Dada la confianza de los países vecinos a Bolivia en las cosechas genéticamente modificadas, la contaminación por medio de otras fuentes tales como el viento y desechos de origen animal no pueden ser eliminados. Prohibir la importación y el cultivo de organismos genéticamente modificados es una herramienta muy importante para reducir las posibilidades de enfrentar estos problemas.
Con todo respeto que se merece su persona, en nombre de Food and Water Watch le solicitamos evite la introducción de organismos genéticamente modificados en Bolivia y ofrecemos nuestra asistencia para poder lograr este propósito.
Sin otro particular, Wenonah Hauter, Directora Ejecutiva Food & Water Watch, USA
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Carta de la Unión de Científicos comprometidos con la sociedad
México D.F. a 17 de junio de 2011
Sr. Evo Morales
Presidente de la República Plurinacional de Bolivia
Presidencia de la República
Sr. Presidente:
Los miembros de la unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad de México, recibimos con gran preocupación la noticia de que “La Ley de Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria” en proceso de promulgación, incluye explícitamente en sus artículos 15 y 19 una posible y futura autorización para la siembra comercial de cultivos genéticamente modificados en la República Multinacional de Bolivia. Como es sabido, su país en conjunto con otros países andinos, integra uno de los centros de diversidad genética de maíz, de papa y de otros cultivos más que son clave para la humanidad, particularmente ante el cambio climático que dentro de pocos años asolará al mundo. El continente Americano atesora, cultiva y custodia 300 razas nativas de maíz, de las que 60 están en México y 240 están en la región andina. Los grupos étnicos de la región Andina. Los grupos étnicos del continente Americano (62 en México) han avanzado y siguen avanzando en el desarrollo de razas nativas de maíz mediante las prácticas de campo que en México conocemos como mejoramiento genético Autóctono.
Sabemos para México, que las razas nativas de maíz son insustituibles por maíces mejorados modernos transgénicos o no, porque: a) Dan de comer al campesino y a su familia en ambientes limitativos por sequía, pendientes abruptas, heladas, altura sobre el nivel del mar, baja fertilidad del suelo, etc. y b) proporcionan el ingrediente básico de la rica y variada cocina pluricultural mexicana. De la misma forma la papa, especie nativa domesticada en Bolivia y centro de diversidad genética, juega el papel estelar en la seguridad alimentaria boliviana.
No hay coexistencia posible entre los cultivos genéticamente modificados y los cultivos nativos como el maíz y la papa, sin que estos se conviertan en receptáculos acumuladores irreversibles de ADN transgénico, sin haber marcha atrás. En el caso del maíz, la acumulación se debe a su Biología Reproductiva, a las prácticas de campo del Mejoramiento Genético Autóctono, y a la conocida imprecisión de la Tecnología del ADN Recombinante en la ubicación del injerto Transgénico.
El mercado mundial de semilla de maíz transgénico reúne más de 53 eventos transgénicos independientes, pudiendo haber desde 1 hasta 8 eventos apilados en cada híbrido transgénico comercial. Los híbridos politransformados se pueden obtener por cruzamiento sexual programado entre líneas parentales mono transformadas. Sin embargo habrá un umbral delétreo más allá de la acumulación de ADN extraño interfiere con los procesos biológicos controlados genéticamente por el ADN residente: resistencia a las enfermedades, la tensión a la sequía y a otras tenciones abióticas y otras. No se sabe cuál es el umbral deletéreo del maíz.
De la misma manera por cruzamiento sexual, los maíces nativos podrán acumular en el mediano plazo hasta los 53 eventos transgénicos independientes existentes en el mercado mundial de semillas transgénicas. Si el umbral deletéreo de acumulación progresiva de ADN transgénico es menor a 53, el gran experimento de introducir maíz transgénico a un centro de diversidad genética será un camino sin retorno que diezmará a la diversidad genética del maíz nativo. El daño será irreparable y pondrá en riesgo la seguridad alimentaria futura.
En México tambien sufrimos los embates de los intereses multinacionales, habiéndose ya promulgado su “Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados”. En esta ley se prevé la protección de los maíces nativos contra la contaminación transgénica. Sin embargo, este ordenamiento será inoperable mientras haya campesinos en México. La única manera de proteger a las razas nativas de maíz, es prohibir la siembra de maíz transgénico.
Sr. Presidente, respetuosamente le solicitamos que proteja a la diversidad genética de Bolivia y de nuestra América; la diversidad genética es necesaria para la seguridad alimentaria sostenible en lo futuro. La diversidad genética fue creada por las últimas 300 generaciones de nuestros ancestros. Como nuestro planeta Tierra, nuestra GAIA, solo hay una y no hay plan B posible.
ATENTAMENTE
Antonio Turrent Fernández
Vicepresidente de la UCCS, A.C., México
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Carta de Ecuarani
Kitu, Tierra del Sol Recto, 17 de junio de 2011
Compañero:
Evo Morales Ayma
Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia
De nuestra consideración.-
Reciba un cordial saludo de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador – ECUARUNARI.
Durante décadas nuestros pueblos se han organizado para luchar por la construcción de sociedades plurinacionales e interculturales, por la tierra y los territorios, por el agua y la soberanía alimentaria, contra las nuevas formas de colonización del capital sobre todos los ámbitos de la vida, y por una transformación profunda de las estructuras de desigualdad, racismo y privilegios para las clases dominantes, que imperan aún hoy en nuestro continente.
Nuestros hermanos países, Ecuador y Bolivia, debido a esa diversidad de culturas que conformamos sus sociedades y las características especiales de Nuestra Madre Tierra, son dos de los territorios más ricos en biodiversidad y agrobiodiversidad del mundo.
Pues nosotros, los pueblos milenarios de Abya Yala, hemos criado y cuidado la agrobiodiversidad de los Andes y la Amazonía, transmitiendo los saberes y las semillas de generación en generación, como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad.
Nosotros los pueblos indígenas sentimos cada árbol talado, cada río contaminado, cada especie que se extingue, cada uno de estos golpes del capitalismo a la Pachamama como una herida abierta en nuestros cuerpos. Porque nosotros los pueblos indígenas no existimos separados de nuestra Madre Tierra.
Y sentimos en el corazón cada acción de despojo del capitalismo sobre nuestros pueblos, porque hemos sido por 520 años sujetos del saqueo de nuestras tierras, nuestra cultura, nuestro conocimiento, y ahora, de nuestras semillas.
Por estas razones, no es posible para nosotros soslayar la profunda preocupación que sentimos cuando aparece como una posibilidad real el hecho de que en la Ley de Revolución Productiva se autorice la liberación de organismos genéticamente modificados en la hermana tierra de Bolivia, y más aun cuando ese proyecto de ley prevé la liberación de maíz transgénico, porque nosotros los pueblos de Abya Yala, somos gente de maíz.
Creemos que no es necesario colocar los argumentos técnicos sobre los peligros de los transgénicos para la Naturaleza, las Semillas y las Culturas. Usted como nosotros, los conoce bien, porque hemos compartido años de luchas contra el agronegocio transnacional y por la soberanía de nuestros pueblos.
Una decisión de estas características por parte de un Gobierno como del Estado Plurinacional de Bolivia, en el que hemos depositado nuestras esperanzas y que ha sido un referente en la lucha por la transformación del modelo económico de la región, de la defensa de los derechos de Madre Tierra y la defensa de la soberanía, sería fatal para el proceso impulsamos los pueblos de Abya Yala.
Y sería juzgado por la historia, por nuestros taytas y mamas, pero sobre todo, por nuestros hijos e hijas.
Por ello estamos confiados de que su mano será incapaz de firmar una ley que en el fondo tiene el carácter genocida de destruir y permitir la apropiación privada del patrimonio cultural de la humanidad.
Éste 21 de junio, esperamos festejar un Inti Raymi que renueve nuestra confianza en éste proceso de transformación.
Por el Consejo de Gobierno
Delfín Tenesaca
Carta abierta a Evo Morales: LOS LEQUE LEQUE
Gustavo Duch Guillot, 16 de junio de 2011
Escribí de ellos hace varios años, regresando de la Bolivia nueva y orgullosa de un cambio político y de una revolución social. Los leque leque, me enseñaron una familia campesina del altiplano, son pájaros que leen el tarot, adivinadores del futuro. Según el clima tenga que llegar, según venga seco o lluvioso, la familia leque leque anida sobre los surcos o entre ellos, de las papas cultivadas. Así pues para conocer el tiempo de los próximos días, a las y los campesinos no les hace falta parte meteorológico alguno. Se reemplaza el meteosatelite por la observación de los leque leque.
Pareciera un mecanismo antiguo y poco moderno, pero es un sistema exitoso y sostenible. De la misma forma que el gran número de variedades de papas que las familias campesinas poseen, les asegura alimentación independientemente del clima, independientemente de las fluctuaciones del mercado y, sobretodo, independientemente de los caprichos de las multinacionales apropiadoras de las semillas campesinas. Es por eso que todas estas prácticas y políticas encaminadas a la ‘independencia o autonomía campesina’ son un grito internacional tremendamente movilizador: la soberanía alimentaria.
Bien lo sabe el campesinado hindú, por ejemplo, que se ha arruinado con el algodón empresarial transgénico cuyas semillas (y fitotóxicos específicos) deben comprar anualmente. O el campesinado estadounidense que ha visto como su maíz ecológico ha sido contaminado por maíz empresarial transgénico… y eso les ha costado una sanción. O el excampesinado argentino expulsado de sus tierras o huertos ante el avance imparable de los monocampos de soya transgénica.
Bien lo sabe también la y el productor agrícola boliviano, pues desde hace cinco años y de forma ilegal, la soya transgénica se introdujo y expandió por los campos de su país, sin respuesta alguna de su recién formado gobierno. Se echó a faltar una visión de pájaro, de leque leque, de futuro, y ahora, se puede constatar que la soya transgénica es más susceptible a la roya y ha tenido menores rendimientos que la no transgénica; se puede contabilizar un incremento de más del 300% en el uso de herbicidas, fungicidas e insecticidas; y se puede encontrar rastros de soya transgénica en alimentos para el consumo humano.
Bien lo saben también las organizaciones campesinas bolivianas, Sr. Presidente, que se han reunido preocupadas el pasado día jueves 9 de junio en Cochabamba, ante el anuncio de su gobierno de la legalización del uso de transgénicos en Bolivia. La soberanía alimentaria se basa fundamentalmente en el acceso y control a las semillas, base de la producción de alimentos, recurso vital para cualquier país del mundo. Dos formas tenemos de entender esa propiedad: las semillas transgénicas con sello de propiedad privada, peligrosos especímenes irreproducibles ocultos bajo el manto de falsa modernidad y desarrollo tecnológico, o la propiedad social de semillas campesinas que son de todos y son de nadie. Igual que el aire, el oxígeno o el amor.
Por eso, se le manda una postura clara.
No puede un gobierno social como el suyo rendirse a los intereses de las empresas transnacionales de semillas que son también dueñas de los agrovenenos necesarios.
No puede, un país que ha aprobado los Derechos de la Madre Tierra en su Constitución, poner en riesgo uno de los territorios más ricos en biodiversidad , leques leques y muchas variedades de papa, maíz, cereales, frutas, quinua y otros miles de cultivos andinos y amazónicos.
No puede, quien bien lo sabe, aprobar semillas pensadas en la exportación desplazando a los cultivos destinados a la alimentación humana.
No puede, un representante del pueblo, favorecer cultivos que destruirán bosques que son fuente de biodiversidad y hábitat de los pueblos originarios.
No debe, Sr. Presidente.
MANIFIESTO A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL
POR LA PROTECCIÓN DE LA MADRE TIERRA
POR UNA BOLIVIA ECOLÓGICA
La Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB) cuenta con más de 76 Organizaciones, afiliadas a lo largo del territorio Nacional, es la voz y representación de más de 70.000 familias de Productores y Productoras bolivianos/bolivianas que trabajan la tierra de una manera sana, respetuosa y armónica con la naturaleza y la Madre Tierra pero sobretodo velando por la salud de todos los bolivianos, nuestra Asociación fue la que alerto a la Comisión tripartita que elaboró la propuesta de la Ley de la Revolución Productiva Comunitaria, a que se revisen los artículos referidos a los transgénicos en sentido de aceptación, ya que dichos artículos van en contra de lo establecido por la Nueva Constitución Política del Estado en su Art. 255 en los numerales 7 y 8 que determinan: “Armonía con la Naturaleza, defensa de la biodiversidad” y “…que las relaciones internacionales y la negociación, suscripción y ratificación de tratados internacionales se regirán por el principio de Seguridad y soberanía alimentaria para toda la población, prohibición de importación, producción y comercialización de organismos genéticamente modificados y elementos tóxicos que dañen la salud y el medio ambiente\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\", velando por la seguridad y soberanía alimentaria de toda la población, y en contra de la Ley No 3525 que trata la Promoción y Control de la Producción Ecológica en Bolivia que fue promulgada en noviembre de 2006 por el Excmo. Sr. Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales Ayma, también cabe recordar las palabras que vertió en Sucre el 28 de Abril de 2010: “Estoy convencido de que los productos transgénicos hacen mucho daño. Está demostrado científicamente. Algunos, seguramente, ignorarán lo que estoy diciendo, pero de acá a algún tiempo todo el mundo nos dará la razón”, Entonces su Excelencia proponía que Bolivia sea territorio libre de transgénicos.
Esa revisión permitió que los artículos se replanteen orientándolos hacia la protección de la biodiversidad y defensa de nuestra condición de País mega diverso y centro de origen y diversidad de muchas especies alimenticias.
La presión de las negociaciones dieron lugar a artículos que finalmente son ambiguos y dependen de la interpretación personal que se le pueda dar, abriendo un abanico de posibilidades en cuanto a su aplicación, esta puede tener un sesgo antitransgénico o uno protransgénico. Ese debate de interpretaciones ha sido reflejado en los Medios de Comunicación Masiva durante la última semana.
Queremos destacar las ultimas declaraciones del Ministro Romero en el sentido de que la Ley “… priorizará la producción orgánica….” y “……no se dejará producir alimentos genéticamente modificados cuyo centro de origen sea Bolivia.” (Pagina 7, 7/6/2011).
Si ese es el enfoque de la ley, pedimos que se revise la coherencia de la misma con sus fines y objetivos, ya que hay otros mandatos contradictorios que deben ser eliminados, y que detallamos a continuación:
Articulo 19 (Política de Intercambio y Comercialización): inciso II subíndice 5: Se establecerán disposiciones para el control de la producción, importación y comercialización de productos genéticamente modificados. Disposición Transitoria tercera inciso I: Se establece arancel diferenciado reduciendo su cuantía para la importación de maquinaria, equipo e insumos agropecuarios…por el lapso de 5 años, sujeto a reglamentación…
Lograr la Soberanía Alimentaria en condiciones de inocuidad y calidad para el vivir bien de los bolivianos y bolivianas que es la Finalidad de la Ley, no será posible con una agricultura a base de transgénicos y pesticidas, además porque su uso va en contra de los principios de ley que son Armonía y Equilibrio con la Madre Tierra, Vivir Bien, Alimentación adecuada y Soberanía alimentaría.
El cambio Climático se lo regula con la biodiversidad a través de un cultivo Ecológico, Orgánico, biológico
Es en este sentido que como seno matriz de las Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia rechazamos categórica y enfáticamente los artículos mencionados en esta propuesta de Ley.
El Vivir Bien se logra produciendo y consumiendo alimentos sanos, sin la intervención de los agrotóxicos.
La Bolivia Ecológica, la que todos los bolivianos anhelamos y queremos se construye sin transgénicos.
Por la protección de la Madre Tierra, de los bolivianos y bolivianas, hacia la Bolivia Ecológica.
Es dado en la ciudad de La Paz, a los15 del mes de Junio de 2011.
Francisco Mollo Calle Ponciano Llusco Alcon Luís Viadez Taquicha
Presidente Secretario General Tesorero
AOPEB AOPEB AOPEB
Ana Maria Condori Brigida Guarachi Ing. Carmen Sotomayor L.
Vocal Directorio Secretaria de Género Gerente General
AOPEB AOPEB AOPEB
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