Histórica ha sido la lucha de esos pueblos para reivindicar sus derechos, sobre todo la conservación de las tierras donde habitan desde hace generaciones y que constituyen garantías de la supervivencia física y cultural. Sin embargo, el proceso de transformación social que vive Venezuela desde hace más de una década ha garantizado la participación activa de los indígenas en todos los ámbitos de la vida nacional.
Al decir de Esteban Argelio Pérez, presidente del Parlamento Indígena, Capítulo Venezuela, "fueron 500 años de abandono y de olvido, que se han venido saldando en los 12 años de la Revolución Bolivariana". Según explica el diputado, las acciones de las administraciones anteriores solo profundizaron la exclusión y apoyaron a latifundistas en sus pretensiones de despojar a los indígenas de sus tierras, como el caso de los Yukpa en Sierra de Perijá, estado de Zulia.
Para solucionar esa y otras demandas, además de la voluntad política del Ejecutivo y de los programas inclusivos, corresponde a las propias poblaciones originarias dejar a un lado discrepancias para unirse y defender sus derechos con una sola voz, estrategia en la que se encuentran inmersos.Inicio del cambio
De acuerdo con declaraciones de José Luis González, vicepresidente del Parlamento Indígena (Venezuela), la luz para ese sector comenzó a llegar cuando en la Asamblea Nacional Constituyente fueron incluidos tres representantes de las etnias originarias, escogidos por las propias comunidades, en consonancia con sus usos y costumbres.
Así, desde 1999 quedó reconocida constitucionalmente la existencia de esos pueblos, su forma de organización política, económica y social, así como tradiciones, lenguas y religiones, aseguró en entrevista exclusiva con Prensa Latina.
Los indígenas venezolanos salieron desde entonces de la oscuridad en la que estuvieron por años, a fin de insertarse en el programa de transformación promovido por el presidente Chávez para el buen vivir de toda la nación.Vida legislativa
Permitir que tengan voz en el Parlamento, luego de años de silencio, y que asuman posturas en los procesos de debate y aprobación de regulaciones es, sin dudas, uno de los mayores pasos de avance, a juicio de González.
En más de una década fueron validadas un total de siete leyes dirigidas en específico a los originarios, entre ellas la relacionada con la Demarcación de Tierras y Hábitat, sancionada en 2001 y calificada como derecho fundamental. Siguieron las leyes aprobatorias del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (2001) y del Convenio Constitutivo del Fondo para el Desarrollo de Pueblos Indígenas y del Caribe (2002).
También los favorecieron la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (2005) y estatutos relacionados con Idiomas Indígenas (2007), Patrimonio Cultural (2008) y en beneficio de Artesanos y Artesanas (2009).
Sus derechos fueron reconocidos además en otras 40 normativas del Estado sobre extranjería y migración, régimen prestacional de vivienda y hábitat, reforma parcial del decreto de la Ley orgánica de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, educación, proceso electoral y servicios sociales, entre otras.Representación en poderes públicos
En el Parlamento existen tres diputados e igual número de suplentes, mientras quedaron instituidos ocho legisladores principales y sustitutos en los Consejos Estadales y 40 concejales principales en los municipios, además de un diputado principal al Parlamento Latinoamericano.
Por la parte Ejecutiva, se creó un Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, una dirección de salud y otra en materia intercultural, y comisiones nacionales para la demarcación de tierras. Asimismo, está pendiente de definir un proyecto de Ley de Coordinación de la Jurisdicción Especial Indígena con el Sistema de Justicia, en discusión en la Asamblea Nacional.
Mientras, por la rama Ciudadana existe una Defensoría Especial en Materia Indígena con Competencia Nacional, con personal especial.Misiones sociales
Según constata un documento emitido por el Parlamento Indígena, los pueblos originarios también han sido impactados por las Misiones Sociales, planes desarrollados por el gobierno para erradicar los principales flagelos que atacaban a la mayoría de los venezolanos.
Con ese fin llegaron, hasta las comunidades más recónditas, los programas educativos como Robinson I (alfabetización), Robinson II (sexto grado), Vuelvan Caras (combina docencia y trabajo), Ribas (bachillerato) y Sucre (continuidad de estudios hasta el nivel universitario).
Otra de las misiones que reportó cuantiosos beneficios fue Barrio Adentro, que desde 2003 garantiza atención médica en todo el territorio nacional. Como resultado, más de dos millones ocho mil indígenas se han atendido en consultorios médicos populares y 352 mil 786 en el área odontológica.
Por otra parte, han recibido tratamiento hospitalario en régimen de ingreso 10 mil 35 personas, alrededor de seis mil 236 fueron intervenidas quirúrgicamente y se realizaron un millón 146 mil 836 exámenes de laboratorio.
También se efectuaron al menos 97 mil 870 ecografías, 15 mil 194 endoscopias y 134 mil 377 rayos X, al tiempo que las embarazadas y los niños menores de un año tienen consultas garantizadas y suman mil 113 los partos atendidos por galenos de la Misión.
Otros planes sociales como la Misión Milagro, para solucionar o aliviar problemas oculares, alcanzaron a mil 479 originarios y a través de la "José Gregorio Hernández" son atendidos ocho mil 207 pobladores con discapacidades. Un total de 152 jóvenes cursan estudios en el Programa Nacional de Formación de Medicina Integral Comunitaria.
Aunque son múltiples los frentes en los que las comunidades originarias han experimentado cambios positivos, aún queda camino por recorrer para la completa reivindicación de sus derechos. Con esa meta, preparan el V Congreso Indígena, en el cual se proponen limar asperezas internas a fin de acelerar la demarcación de tierras, para lo cual ya aprobaron una comisión especial.
La cita también servirá para elegir nuevas autoridades y evaluar la trayectoria en los 12 años de revolución, así como proponer un plan a fin de reforzar el trabajo y corregir los fallos.* La autora es corresponsal de Prensa Latina en Venezuela.