Hidroeléctricas, crimen y tragedia en el Rio Madera: quién es que vá a pagar por eso?

Al votar en  la basura  el dictamen técnico, y todas las críticas y advertencias  emanadas  de los movimientos sociales como el MAB (Movimiento de Afectados por las Represas) , especialistas  e intelectuales comprometidos con la justicia y la defensa de los derechos de los pueblos, el gobierno Lula practicó conscientemente un doble crimen:  de responsabilidad  administrativa y ambiental

La intervención de las hidroeléctricas en la nueva crecida histórica del río Madera y las tergiversaciones de la Presidente Dilma

La presidenta Dilma Rouseff promovió un viaje relámpago a Porto Velho y Río Branco, el día 15 de marzo, para verificar in loco el resultado de la mayor crecida observada en esa porción de la Amazonía –entre Rondonia, Acre y el noroeste boliviano. La verificación podría haberse traducido en algo más que las migajas emergenciales usuales, entregadas en casos de “calamidad pública”. Podría haber sido el inicio de averiguaciones y de evaluación consciente de los daños sociales y ambientales adicionales, más allá de los llamados “daños naturales”. Daños añadidos a otros tantos pre-existentes, producidos por intervenciones predatorias e imprevisibles, como fueron las implantaciones de las plantas de Santo Antonio y Jirau en el río Madera.

Somos Pueblo, somos Maíz

A fines de mayo del 2011 el debate sobre transgénicos en la Ley de Revolución Productiva Comunitaria llegó a su punto más alto por lo que los miembros de la Alianza para el Consumo Responsable y Solidario articularon diferentes acciones enmarcadas en la Campaña en defensa del Maíz. El objetivo: mantener el maíz libre de transgénicos. Misión cumplida.