12 May
2014

El Maíz Andino o Tonko -como se le llama en el idioma Aymara-, se cultiva en las laderas y valles entre 1700 y 3800 metros sobre el nivel del mar. La productividad oscila entre 800 – 2500 kg/ hectárea y varía mucho en función del ecosistema en que crece en las riberas cercanas al lago Titicaca en el Departamento de La Paz a lo largo de la frontera occidental de Bolivia. El Maíz andino se caracteriza por su pequeño tamaño, con las espigas entre 4-15 cm de largo, en una variedad de colores: blanco, amarillo, rojo, azul, gris, y combinaciones de estos colores. Las espigas individuales pesan alrededor de 50 gramos.

Prácticamente todas las comunidades (alrededor de 35) en torno a la península de Copacabana actualmente cultivan maíz. Las entrevistas realizadas con los residentes de mayor edad indican que se ha cultivado durante muchas generaciones. Para los pueblos antiguos , el maíz era el alimento básico y los patrones de consumo son muy similares a los de hoy. El maíz es el principal ingrediente de la comida tradicional boliviana, estando presente en muchos platos y bebidas, incluyendo: apis, laguas, humintas, pasankalla (tostado) y muchos otros. No solo fue utilizado en alimentación Aunque no solo fue utilizado para la alimentación: la Chicha (bebida hecha de maíz) fue el ingrediente principal de las fiestas y rituales. Fue considerada el elixir de los incas, quienes habrían sido los primeros en producirlo; preparado a partir de la fermentación de granos de maíz cuidadosamente seleccionados.

Alrededor del año 1000 aC, el cultivo de maíz se adaptó a las tierras altas de más de 3.000 metros. Alrededor del año 500 aC,, la gente había comenzado a producir variedades en las orillas de la Cuenca del Lago Titicaca. El cultivo y uso del maíz se limitaba inicialmente a los rituales y ceremonias, tanto en la comunidad y la familia, sobre todo para la producción de chicha (kusa en aymara y akha en quechua), pero era muy limitado en su contribución como fuente de alimento diario para la población. Tanto el maíz y la producción de chicha, especialmente con Tiwanaku y el imperio inca , alcanzarían una gran importancia.

El mundo andino se centra en la agricultura y se basa en la creación de la vida y el mantenimiento del delicado equilibrio entre la tierra, las plantas y los animales. Así, el calendario ritual se basa en el calendario agrícola, y durante el ciclo de producción de piezas de maíz se juega con estos ritos y tradiciones. Hay ritos para la siembra y otros para la cosecha. El Maíz andino cultivado en estas áreas es para el consumo doméstico, el intercambio entre los miembros de la comunidad y la producción de chicha. El maíz que se vende en los mercados es de una variedad blanca más grande de maíz que se cultiva en los valles.

El Maíz Andino enfrenta riesgos de extinción porque no hay demanda económica de este tipo de maíz en comparación con las variedades más grandes y de otros cultivos como el frijol y la papa. Las comunidades que lo producen experimentan altos niveles de migración y por lo tanto la pérdida de la agricultura y la tradición de compartir la semilla. Por otra parte, el consumo de bebidas alcohólicas se ha desplazado de la chicha de maíz tradicional al ron y cerveza. Por último, esta variedad tradicional se encuentra amenazada por la expansión de la producción de maíz transgénico en Bolivia. Es necesario desarrollar políticas para rescatar y promover el valor social y cultural de este patrimonio vivo, para fomentar la conservación y la transformación de la producción de maíz nativo en beneficio de las familias locales, para establecer las condiciones para un desarrollo económico sostenible y para definir las acciones a nivel local y estrategias de desarrollo comunitario para la conservación in situ.

El Arca del Gusto-SlowFood

El Arca del Gusto viaje a través del mundo coleecionando productiones de pequeña escala que pertenecen a las culturas, historia y tradiciones del todo el planeta: un patrimonio extraordinario de frutas, vegetales, alimento animal, quesos, panes, dulces y carnes curadas…

El Arca fue creada para resaltar la existencia de estos productos, generar atención sobre el riesgo de su extinción dentro de algunas generaciones, invitar a todos a tomar acciones para protegerlos. En algunos casos esto puede ser comprando y consumiéndolos, en algunos contando su historia y apoyando a sus productores y en otros, como en el caso del especies silvestres amenazadas, esto puede significar comer menos o nada para preservarlos y favorecer su reproducción.

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