Las persistentes lluvias a causa del cambio climático producto del calentamiento global está ocasionando inundaciones y deslizamientos constantes que han afectado aproximadamente 60 mil personas en 120 municipios del país declarados en emergencia y en desastres naturales. Se estima a la fecha 53 fallecidos y 15 desaparecidos por diferentes causas ahogamiento o enterrados por deslizamientos y mazamorras.
En el País, en especial en el Beni se estima que 50 mil cabezas de ganado se han muerto y unas 300 mil se encuentran riesgo de muerte bajo el agua. Escasea alimentos, agua, GLP, no hay energía eléctrica y todo el norte del país está incomunicado por que las vías están cortadas por las inundaciones. No se puede conectar por vía terrestre a La Paz, con Trinidad, San Borja, Rurrenabaque, Reyes, Santa Rosa Riberalta y todo el departamento de Pando por lo que no están llegando los alimentos y carburantes.
El más reciente desastre ha ocurrió en Riberalta, capital del municipio de Vaca diez que por rebalse del rio Beni l laguna de oxidación ha contaminado todas las aguas de los barrios inundados ocasionado un desastre de magnitud.
También el pasado 9 de febrero la tragedia llegó a Cochabamba y Chuquisaca donde han sido soterrados 14 personas por deslizamientos y alud de tierras de cerros donde habían construcciones civiles. 4 personas perdieron la vida y 11 desaparecidas en la localidad de Chullpa K´asa, del municipio de Morochata del departamento de Cochabamba, por un alud de tierra. La mazamorra aplastó a familias enteras y dejó sin nada a otras, 50 familias fueron evacuadas.
El municipio de San Borja, en el departamento de Beni, quedó incomunicado por tierra y enfrenta escasez de alimentos de la canasta básica y de carburantes como el Gas Licuado de Petróleo (GLP). Además sufre racionamiento de energía eléctrica, todo debido al desborde del río Maniqui y las lluvias que dejaron intransitables las vías hacia Trinidad y La Paz.
En 8 Municipios del Beni es donde han sido mayormente afectados por las lluvias. En Rurrenabaque el deslizamiento de un Cerro enterró a 12 personas en el mes hace dos semanas incluido un grupo de 3 soldados que estaban escavando en busca de las victimas en las faldas de los cerros. El agua del Río Beni se desbordó e inundo gran parte de la ciudad turística hasta llegar hasta la plaza.
El agua del rio Beni ha entrado 50 kilómetros de la orilla afectando a la localidad de Reyes que también quedo totalmente inundada y de igual manera San Borja donde las lluvias han sido constantes. Otros municipios inundados son Santa Rosa, Loreto, San Ignacio de Moxos, Ballivian, San Andrés. La zona con mayor producción ganadera Santa Ana del Yacuma está completamente aislada, la población esta desabastecida de alimentos y agua y miles de cabezas de ganado vacuno se han muerto y cientos de miles pueden morir porque están bajo el agua.
El TIPNIS también ha quedado completamente inundado y n afectando a 50 comunidades y la ayuda no ha podido llegar de forma integral por las grandes distancias y la falta de barcos de transporte. La pérdida es grande especialmente de cultivos agrícolas y animales.
En La paz las cabeceras de los cerros las localidades de Guanay, Tipuani, Caranavi, también han sido inundadas por las fuertes lluvias. Caranavi en los Yungas paceños. Existen al menos 5.000 familias damnificadas por las lluvias. Palos Blancos, Alto Beni, Teoponte, Puerto Pérez y Escoma son las regiones más afectadas por el desborde de ríos, como el Suches, en la población fronteriza de Escoma Palos Blancos, Alto Beni, Teoponte, Puerto Pérez y Escoma son las regiones más afectadas por el desborde de ríos, como el Suches, en la población fronteriza de Escoma. En días pasados un deslizamiento de un cerro en Guanay falleció una niña y varias familias fueron evacuadas. Incluso el municipio de Ixiamas varias comunidades a orillas del rio Madre de Dios y arroyos adyacentes han quedado inundadas.
Las descargas de las Aguas del Rio Beni y Madre de Dios proveniente de las montañas han afectado en Pando a mas de 500 familias en los municipios de de San Lorenzo, Gonzalo Moreno, Villa Nueva, San Pedro, Ingavi y Nueva Esperanza. También la crecida de los ríos Tahuamanu y Orthon han afectado a comunidades ribereñas en los municipios Filadelfia, Porvenir y Puerto Rico. Varias comunidades han quedado bajo las aguas, inclusive la comunidad de Valparaíso ubicada en la confluencia del rio Beni con el Orthon ha quedado desaparecido. La mayor pérdida es la destrucción de sus cultivos de arroz, maíz, yuca y plátano. Gran parte de la ciudad de Riberalta ya está inundada por el desborde del rio Beni y la gente a tenido que abandonar sus casas. Además todas las comunidades ribereñas de los ríos Beni y Mamoré están damnificados e inundados. En Santa Cruz también varios municipios como el Sara, el Puente han quedado aislados por la crecida de las aguas y se han perdido miles de hectáreas de cultivos.
En Tarija hubo una granizada que también destruyo grandes aéreas de cultivos agrícolas a fines del mes de enero.
Los desastres se multiplican en el país y a pesar de que se han activado los mecanismos de atención de defensa civil ayudando en el evacuación, provisión de alimentos, vituallas y medicamentos no es suficiente por la magnitud del problema, la dispersión de la población afectada y la falta suficiente de helicópteros para llegar con la ayuda necesaria a todas partes.
Según las predicciones meteorológicas las precipitaciones fluviales continuaran hasta mediados de marzo por lo que se espera mayor afectación de estos desastres naturales Después que bajen las aguas el problema continuara por las enfermedades, mucha gente ya no tendrá donde vivir porque habrá perdido sus viviendas. Otro problema grave es que los cultivos perdidos y los animales que son fuente de proteínas alimento y sustento familiar también se habrá perdido. Por más ayuda que llegue de los tres niveles del estado será insuficiente y la gente padecerá y tendrá que empezar otra vez de cero. Peor aun con la incertidumbre y el miedo que esto vuelva a ocurrir nuevamente.
Cada vez estos desastres naturales ocurrirán con mayor frecuencia y con mayor intensidad lo cual nos indica que tenemos que prepararnos para enfrentar estas contingencias; pero también elevar nuestra protesta más vehemente hacia los países que ocasionan el calentamiento global aprovechando el evento de G 77 + China.
En nuestro país estas situaciones de desastre naturales también tienen que ser una poderosa razón para crear conciencia en nuestros gobernantes y en la sociedad civil de que debemos proteger el medio ambiente para evitar que los efectos del cambio climático sean cada vez más devastadores y que el modelo de desarrollo tiene que tomar en serio la necesidad de preservación de nuestra naturaleza. La desforestación de cerca de 10 millones de hectáreas en los últimos quince años es también una causa de las inundaciones por que los bosques son como una esponja natural que absorbe el agua y evita las inundaciones. Por eso hay que parar la desforestación y elaborara un plan de ordenamiento territorial en la cual se defina la vocación del uso del suelo en cada región y se la aplique se la respete.
Es importante aprender de las culturas moxeñas de las lomas y las migraciones hacia «alturas», han logrado sobrevivir y administrar las lluvias e inundaciones de los llanos del Beni, pero que en el campo académico y de investigación de campo no se le da la importancia debida. El Estado en sus tres niveles debiera recuperar la agricultura tradicional de los camellones e impulsar la ganadería con una estrategia de construcción de grandes lomas donde se resguarde el ganado en época de lluvias e inundaciones; además de implementar un sistema de almacenar pastura en época de buena producción para alimentar a los animales en tiempos de inundaciones.
También es necesario decir que todos los bolivianos que no estamos afectados debemos brindar nuestra solidaridad y cooperación con nuestros hermanos damnificados en todo el país.