Carta Abierta al presidente

Señor presidente Evo Morales Ayma:

Hace tres décadas, yo tenía apenas veinte años, iniciamos la revisión de una Ley Forestal que no había garantizado la conservación de los bosques en Bolivia. En los 90 fue necesario dictar una Pausa Ecológica Histórica, en la perspectiva de reconducir el modelo de desarrollo que ya am…enazaba a los bosques. Aprobar la Ley Forestal 1700, llevó casi una década. Es cierto, en ese proceso hubo grandes ausentes, como los castañeros de la Amazonía boliviana, que por fin lograron introducir en la CPE su propio régimen y como los campesinos del occidente con sus bosques andinos.

La CPE introdujo algunos artículos que darían pié a una nueva legislación que permitiera resolver los vacíos que las leyes habían dejado; que la práctica nos había enseñado. Pasaban 20 años de gobiernos neo liberales y supuestamente de extractivismo…empezábamos una nueva etapa “teñida de un esperanzado tono verde”.

Pero los últimos seis años, la deforestación alcanzó un ritmo de 300 mil hectáreas por año. Tenemos un acumulado de 8 millones de bosques destruidos. ¡Ocho TIPNIS completos ya han sido deforestados en Bolivia! Y resulta por demás de extraño que estos temas no se aborden desde el ejecutivo y legislativo de su gobierno. Y resulta por demás de extraño que nadie, ninguna instancia del ejecutivo de su gobierno hable de la destrucción de los bosques en Bolivia y que ninguno de los proyectos enviados a la comisión de armonización normativa de Vice Presidencia, destinado a proteger los bosques, hubiesen sido tomados en cuenta, ni en el momento más grave de los incendios cuando la ABT propuso la Ley de Emergencia.

Asumiré tal responsabilidad entonces: Es mi responsabilidad informarle señor presidente que los “chaqueadores” y “deforestadores” ya se han agotado la tierra agrícola del país; que usted no debería ser el presidente que pase a la historia como el que inició formalmente las autorizaciones para ampliar la frontera agrícola hacia los bosques. No debiera ser ese presidente que condene a Bolivia a convertirse en otro Haití. Las tierras de bosques no sirven para la agricultura y no solo nos dejaran desiertos, sino drásticos cambios en el régimen de lluvias, el aire, el clima.

Es cierto Presidente que el gran deforestador, en un 85% es la gran agro industria, pero le siguen las áreas de colonización y las ocupadas por asentamientos campesinos y menonita. A los campesinos y colonizadores usted ya los ha apoyado con millones de EMAPA; de financiamiento a fondo perdido y no han querido producir, Usted mismo lo ha lamentado públicamente.

Hablamos de desmontes ilegales, de violación a las normas, de debilitamiento institucional vía corrupción, chantaje y extorsión. Hablamos de un tema de corrupción que mueve millones y que pasa desapercibido para muchos cómplices. Millones de árboles han sido cortados para llenar las arcas de unos cuantos bolivianos que nunca hicieron manejo ni gestión forestal.

Como nunca las investigaciones técnicas-científicas serán irrelevantes (me pregunto para qué un satélite y para qué la ciencia) si su gobierno no las va a tomar en cuenta. Cómo nunca la opción será el conflicto si es la práctica asambleísta la que se va imponer en sus decisiones. Para qué nada Sr. Presidente, para qué los estudios, las investigaciones, las propuestas, si por lo visto ni los irresponsables dirigentes de los movimientos sociales las toman en cuenta y con sus declaraciones de esta tarde, su Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, así como su Autoridad Boliviana de Bosques y tierras, se han constituido formalmente en una alegoría.

Alicia Tejada Soruco«

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