Filosofía política del capitalismo republicano de Adam Smith

El capitalismo contemporáneo supone altos índices de concentración del poder económico, un fatal obstáculo para la “iniciativa privada”, la “libertad de empresa”, el “libre comercio” y las “revoluciones industriosas” imaginadas por la economía política de la Ilustración, expone David Casassas en su obra prima “La ciudad en llamas. La vigencia del republicanismo comercial de Adam Smith”.

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Smith pensó la libertad en el mundo de la manufactura y del comercio en unos términos que nada tienen que ver con lo que supuso el despliegue del capitalismo industrial y financiero que cabalga a lomos de grandes procesos de desposesión de la gran mayoría y que, por ello, convierte a esa gran mayoría en población dependiente, material y civilmente, de los pocos beneficiarios de los grandes procesos de apropiación privada del mundo, explica Casassas en la siguiente entrevista concedida al periodista español Salvador López Arnal.

Más allá del consumo compulsivo

La televisión introduce en nuestros hogares imágenes sobrecogedoras de los efectos de tsunamis, terremotos o vendavales que dejan instalados a quienes han padecido sus zarpazos en el desconcierto, la desolación o la desesperanza. Resulta triste comprobar que estas catástrofes naturales suelen golpear a los habitantes más pobres del planeta, a aquellos que carecen de medios para prevenirlos y para hacerles frente con la solvencia que sería deseable. Pobres gentes que son despojados de los escasos recursos de que disponen y reducidos a la indigencia.