Desde hace más de 40 días los indígenas se encuentran marchando en defensa de su territorio, amenazado por el gobierno boliviano y por la empresa brasileña OAS, que quieren construir una carretera que pasará por dentro de aquel parque sin el consentimiento de las comunidades que lo habitan. La intención de los manifestantes es ir de Trinidad hasta La Paz para exigir que el presidente Evo Morales escuche a las poblaciones que serán impactadas.

No es de hoy que gobiernos latino-americanos sirven para implementar las agendas de las grandes corporaciones, nacionales e internacionales, sin preocuparse de lo que piensan o sufren los pueblos, en especial, los pueblos indígenas. En nombre de un desarrollo que ya destruyó más de un tercio de todos los recursos naturales del planeta, se destruyen  bosques, ríos, vidas.

Reafirmamos que el derecho de los pueblos originarios de mantener sus culturas, sus identidades y sus territorios es sagrado. Pueblos indígenas y quilombolas deben tener sus tierras consolidadas y junto con las comunidades tradicionales ser reconocidos sus derechos a la autonomía y al autogobierno sin que esto signifique separatismo o cesión del território nacional. Esto significa que ningún proyecto puede ser implantado sin el consentimiento previo de las comunidades que viven en estos territorios. Estamos contra mega-proyectos que alteran la geografía, destruyen el medio-ambiente, desalojan poblaciones, ahogan culturas, generando miseria y sufrimiento. Estamos contra el agronegocio y modelos que explotación de la tierra con fines de lucro. Defendemos el derecho inalienable de todos los seres humanos de vivir en paz, con salud, educación, vivienda y todas las garantías para desarrollar plenamente sus potencialidades.

Lo que aconteció el día 25 de septiembre no puede ser aceptado de ninguna forma. Nada justifica la violencia que hermanos y hermanas indígenas sufrieron. Ciertamente todos los abusos y autoritarismos serán denunciados mundialmente.

Exigimos que todas las mujeres y hombres detenidos sean inmediatamente liberados. Que ninguno de ellos sea procesado por haberse defendido de los violentos ataques que sufrieron. Que ninguno de ellos sea criminalizado por luchar por la justicia, por la igualdad, por una forma de vivir que no lleve al fin del planeta.

El FSPA está al lado de todos aquellos que luchan por un TIPNIS libre de la opresión y ganancia del capital. Esta lucha no puede y no debe ser interrumpida. 

¡Viva el TIPNIS libre! ¡Viva la Pan Amazonía Libre!

Belen, 26 de septiembre de 2011