Pero la toma de fotografías a nuestros miembros no solamente acontece en nuestra sede en la ciudad de Quito, también ocurre en los lugares donde desarrollamos nuestras actividades como defensores de la naturaleza, solo que esta vez, fueron realizadas por parte de miembros de la fuerza pública.   Miembros de la Policía han fotografiado a David Reyes y a Gloria Chicaiza en lugares  donde participaban en talleres con comunidades. Además nuestra compañera Gloria Chicaiza en la actualidad está siendo acusada a través de una causa penal en indagación previa, la misma que creemos es una represalia por el trabajo de denuncia de los impactos de las actividades mineras en el país. Ya con anterioridad otras compañeras también fueron involucradas con acusaciones de afectar intereses económicos vinculados a empresas madereras o petroleras. No sabemos a ciencia cierta si todos los hechos de hostigamiento y persecución tienen un mismo autor intelectual, pero sí sabemos que corresponden al mismo interés:  el de neutralizar la actividad de denuncia de los impactos de las actividades extractivas en la naturaleza y de evitar el acompañamiento a comunidades que sufren las consecuencias de tales actividades.  Por lo anterior, instamos a las autoridades judiciales ecuatorianas a realizar una investigación exhaustiva de estos acontecimientos no como hechos aislados sino como un sistemático ejercicio de la violencia en contra de nuestra organización; y realizamos un llamado a todas las demás autoridades a reconocer la legitimidad de nuestro trabajo en defensa de los derechos de la naturaleza y de las comunidades insertas en conflictos de carácter socio ambiental, y concurrir a la protección de esta labor, como se dispone en los instrumentos internacionales sobre la protección a los defensores de los derechos humanos.  Llamamos a la comunidad nacional e internacional, a los compañeros y compañeras que defienden los derechos humanos y de la naturaleza como lo hace Acción Ecológica desde hace 25 año a permanecer vigilantes ante la situación de amedrentamiento que estamos sufriendo en el Ecuador.

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