El Parque Nacional Yasuní creado en 1979 en la Amazonía occidental y declarado Reserva Mundial de la Biósfera en 1989 por la Unesco tiene una extensión de 982 mil hectáreas y un estimado de 846 millones de barriles de petróleo en los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini, valuados en al menos 7.000 millones de dólares.
A principios de 2007 el gobierno ecuatoriano propuso mantener esa riqueza petrolera bajo tierra con el fin de proteger la biodiversidad de la zona y los derechos de los pueblos indígenas, y evitar la producción de 410 millones de toneladas de dióxido de carbono. A cambio, espera recaudar al menos 100 millones en el próximo año y medio y 3,500 millones de dólares en 10 años para compensar al menos la mitad de las ganancias que obtendría si explota el recurso.
El ex canciller ecuatoriano Fánder Falconí debía firmar el Fideicomiso con el PNUD el 16 de diciembre en la cumbre climática de Copenhague, pero no lo hizo y tuvo que renunciar el 12 de enero de 2010 por los insultos del presidente Rafael Correa, quien denunció que el principal peligro para su gobierno no era la derecha sino el indigenismo y el “ecologismo infantil”.
La ministra María Fernanda Espinosa, Freddy Ehlers, Ivonne Baki y el vicepresidente Lenin Moreno continuaron impulsando la Iniciativa Yasuní ITT hasta que finalmente el gobierno ecuatoriano y el PNUD firmaron el Fideicomiso Yasuní-ITT.
Desde el 2 de agosto de este año un Comité Directivo integrado por tres representantes nombrados por el Presidente Correa, dos por los contribuyentes y uno de la sociedad civil fija condiciones y reglamentos para elegir a los contribuyentes del fideicomiso.
El fideicomiso compromete a Ecuador a mantener indefinidamente inexplotada la reserva petrolera del ITT y a devolver los aportes en caso de iniciar la exploración. Se creará un Fondo destinado a inversiones en energías renovables y programas de reforestación, inversión social, eficiencia energética y ciencia y tecnología. Hasta el momento, los gobiernos de Alemania, España, Bélgica, Inglaterra y Francia se han pronunciado a favor de la Iniciativa.
El proyecto Yasuní-ITT enfrenta amenazas múltiples; la crisis global pone en duda su viabilidad financiera. Se teme que el propio gobierno ecuatoriano sabotee la Iniciativa si la comisión negociadora no lograr conseguir el financiamiento necesario. Ecuador podría revertir el plan si no le satisfacen los montos; Correa amenazó en repetidas oportunidades con extraer el petróleo si no recauda el dinero.
Las empresas y los gobiernos nunca contabilizan los elevados costos ambientales de las actividades petroleras y mineras en sus cálculos de rentabilidad, y cada vez más personas afirman que la riqueza natural del Yasuní vale mucho más que 850 millones de barriles de petróleo, y ven conveniente dejar el crudo en el subsuelo, aún sin la contribución internacional.
Fuentes: 1. Pensando alternativas, entre la crisis europea y el Yasuní, entrevista con Alberto Acosta, Franck Gaudichaud, Rebelión; 2. Entrevista a Carlos Larrea, Director del equipo técnico de la iniciativa Yasuní-ITT, El Universo ; 3. Iniciativa Yasuní ITT se encamina al triunfo, Joan Martínez Alier, www.sinpermiso.info
Más información: http://www.amazoniaporlavida.org/es/Mi-futuro-…-Yasuni