Evaluación Ambiental Estratégica del río Madera presenta serias deficiencias

Según los reportes de ENDE las bases del proyecto se iniciaran en septiembre de 2010 y el 2014 se estaría iniciando con la construcción de la represa. El monto presupuestado es de 2.464. 893 Dólares. Con el proyecto se pretende beneficiar a las poblaciones de Riberalta, Guayaramerin, Cachuela Esperanza, el norte Amazónico como porvenir y Puerto Rico.

Las consultas y socialización de la información del proyecto empezarían en abril y los estudios de impactos ambientales con su respectiva ficha ambiental están programados para mayo.

Sobre las áreas de impacto ambiental aún no se tiene identificadas las áreas, pese a esta ausencia se pretende iniciar el proceso de la (EAE)

Uno de los objetivos de Cachuelea Esperanza es poder cubrir la demanda de energía eléctrica en la región,  el resto estaría destinado a la exportación de Brasil. Hasta la fecha  no se cuenta con los datos para cuantificar los volúmenes de exportación debido a que recién será sometido a un proceso de análisis, es decir primero se construirá el proyecto y luego se analizarán las medidas de factibilidad de exportación del proyecto.

La construcción de la represa estaría programada para septiembre de 2010 y se tiene planificado finalizar la obra en 2019.

Una de las propuestas de ENDE para solucionar la demanda de energía eléctrica en la región, se plantea la construcción de dos proyectos hidroeléctricos, uno en Tawamanu con una producción de 8 MW ubicada en la región del porvenir, el segundo proyecto en Guayaramerin con 4 a  6 MW. Con estos proyectos se pretende cubrir la demanda de energía local mientras se implemente el proyecto de Cachuela Esperanza.

Una de los cuestionamientos que surgió entre los asistentes del evento fue la escasa información de los impactos ambientales, si era rentable la exportación de energía a Brasil y si era necesario construir la represa, tomando en cuenta que los proyectos de Tawamanu y Guayaramerin cubrirán esa demanda.

Por su parte Silvia Molina en representación de FOBOMADE cuestionó la ausencia de una planificación seria sobre la EAE y la escasa información, tomando en cuenta que estos puntos son claves para identificar si un proyecto es viable tanto en el ámbito económico y ambiental, mucho más si se piensa realizar un proyecto estratégico.

La cuenca Amazónica ocupa el 66 % del territorio de Bolivia, formado por los ríos Beni, Madre de Dios y Mamoré lo convierten en uno de los ríos más caudalosos del mundo. El río Madera atraviesa el territorio de Brasil, situación  que es aprovechada por ese Estado para construir tres represas: Santo Antoniuo, Jirau y Guajará Mirim que tendrán impactos ambientales en Bolivia. Al respecto la posición de la cancillería Boliviana  sobre esas represas es más pasiva porque se limitan a enviar cartas para que puedan efectuar algunas modificaciones con el fin de no perjudicar a Bolivia. Hasta la fecha no obtuvieron ninguna respuesta a sus demandas.

Entre los impactos ambientales la Cancillería identifica inundaciones en territorio boliviano, la curva de guía de operación de las represas brasileras, la migración de los peces será afectada y el rebrote de enfermedades tropicales como el dengue, malaria entre otros. En este sentido solicitaron el rediseño de las represas con la intención de reducir los impactos negativos al medio ambiente.

Si Brasil no toma en cuenta las demandas del gobierno Boliviano se tendrían que apelar a otras instancias para solucionar de alguna manera el problema.

Urge un plan estratégico para poder analizar la viabilidad del proyecto e identificar los beneficios de Cachuela Esperanza, porque así como la están planteando beneficiará más a Brasil.

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Fobomade

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