En los últimos días, los productores de amaranto se organizan para formar una asociación nacional que incluya a los agricultores de sésamo del oriente del país, con el objetivo de potenciar y mejorar los productos que elaboran en base a este cereal andino en una empresa instalada en Irupana.
Esta industria, que funciona en esa localidad de la provincia Sud Yungas del departamento de La Paz, ha introducido con éxito en el mercado varios productos de amaranto con valor agregado, entre los que se encuentra el api, el fresco instantáneo “Chico amaranto”, las barras nutritivas, el panetón navideño y los alfajores, además de panes, galletas y otros que serán lanzados próximamente.
La iniciativa, dependiente de Corporación Agropecuaria Campesina (CORACA) regional Irupana, “cuenta con un equipo semiindustrial que puede abastecer la demanda de cualquier entidad. En ese camino, estamos en el trámite de nuestro registro sanitario del Senasag (Servicio Nacional de Seguridad Agropecuaria), porque hemos tenido una evaluación óptima con el cumplimiento de los requisitos mínimos”, afirma Verónica Clemente, responsable del área de agroindustria de CORACA Irupana.
La instalación de la empresa es un reto para los productores asociados a Coraca, señala la agrónoma, “porque se genera empleo, aunque el aspecto de transporte incrementa los costos. Pero ese es el reto de seguir trabajando en la región, para que podamos generar ingresos para las familias procesadoras y las productoras de amaranto en Irupana”.
Producción variada
La línea de alimentos cuenta con aproximadamente 13 productos con valor agregado, uno de ellos es la barra nutritiva de amaranto que ha sido entregada en el desayuno escolar del macro distrito Max Paredes del Municipio de La Paz.
En una primera fase, “el 12 de abril hemos presentado 15.000 raciones en ese macro distrito, donde se ha tenido una aceptación neutral de la barra nutritiva, por eso la estamos mejorando, elaborando una gama diversa para que sea degustada por escolares y sepamos la aprobación”, anuncia Clemente.
La barra mejorada en base a miel, amaranto y castaña será distribuida el 21 de septiembre entre estudiantes de La Paz y, en lo posible, para el 2010 el producto será entregado en mayor cantidad en el departamento, una o dos veces al mes.
En cuanto hace a los macro proyectos, la empresa de Irupana trabaja para maximizar y mejorar el proceso productivo del refresco instantáneo y el “chocoamaranto”, con el objetivo “de ingresar a mercados más fuertes y estables, como el subsidio de lactancia y el desayuno escolar en varios municipios, incluidos La Paz, El Alto y otros de los Yungas”, anuncia la ingeniera.
Iniciativa de partes
Coraca Irupana aglutina a productores de tres rubros económicos importantes, producción orgánica de café, con 650 socios; de miel, con más de 180, y de amaranto, con 140 asociados. En el caso del cereal, “actualmente se trabaja sobre las posibilidades para que sea comercializado en el mercado local. Se ha hecho varios intentos con propuestas de amaranto instantáneo al Ministerio de Salud y Deportes, pero no ha sido aceptado”, recuerda el gerente general de Coraca Irupana, Fabián Castillo.
Hasta el momento, para la formación de la organización nacional de agricultores de amaranto con la participación de productores de sésamo, se ha realizado reuniones con entidades que cooperarán en el proyecto, entre ellas el Foro Boliviano sobre Medio Ambiente (FOBOMADE) y la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB).
Por otra parte, el compromiso de los productores de amaranto para abastecer un mercado local coincide con las políticas de Gobierno, “contribuyendo con la formación de organizaciones sectoriales. Se lo hizo con la miel y ahora se lo hará con el amaranto y el sésamo”, insiste Castillo.
En relación a la miel, Coraca es impulsora de la Asociación Nacional de Productores Apícolas de Bolivia (Anproabol), que trabaja con 17 organizaciones de varios departamentos. “Por el momento estamos entregando el producto (miel) al subsidio de lactancia, esos son los objetivos que nos hemos trazado y estamos dando impulso con la experiencia que cuenta Coraca Irupana”, dice Castillo.
Valores de trascendencia
El amaranto tiene un alto valor nutritivo, subraya el gerente, entonces “queremos que el producto no sólo se exporte, sino que sea procesado y consumido en especial por los niños bolivianos. Como organización, estamos incentivando a este programa y políticas de Estado, por eso buscamos que el amaranto, como cereal andino, sea conocido en Bolivia, mucha gente todavía no lo conoce y debemos mostrar sus cualidades”.
Para su trabajo, Coraca ha implementado el sistema de producción ecológica utilizado ancestralmente, aunque “no había entidades que lo certificaban, ahora estamos llevando a una certificación ecológica, eso significa que el producto es sano, que puede ser consumido tranquilamente. En Bolivia todavía no se motiva el consumo de productos ecológicos y nosotros estamos impulsando este objetivo”.
Castillo señala que nuestro mercado es pequeño porque el consumo nacional está dominado por los productos chatarra con niveles nutricionales bajos y dañinos para la salud, mientras que Clemente advierte que esto influye demasiado, pues “tenemos que ir cambiando los hábitos de consumo y consumir lo nuestro. Actualmente, el amaranto es consumido por los astronautas y ¿por qué nosotros no lo consumimos?”
De acuerdo con la explicación de la agrónoma, el amaranto no es muy conocido en el país y es confundido con la quinua, “estos cereales son muy parecidos, pero, en granulometría, el amaranto es más pequeño y producido en las cabeceras de valle, mientras que la quinua proviene del altiplano. Por otra parte, el amaranto tiene mayor proteína que la quinua, además de diferencias en otros componentes”.