Día Mundial del Agua: escasez para la población negocio para las transnacionales

«Una de cada tres personas vive con escasez de agua entre moderada y alta, y es posible que para 2030 la escasez afecte a casi la mitad de la población mundial, ya que la demanda podría superar en un 40% a la oferta”, señala el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en su mensaje por el Día Mundial del Agua 2013.

Este 2013, la ONU promueve la celebración de esta fecha bajo la consigna de «cooperación en la esfera del agua» como una forma de asegurar “la lucha contra la pobreza, la justicia social y la igualdad de género”.

El objetivo de la Cooperación en la Esfera del Agua, es crear sobre los desafíos a que se enfrenta la gestión del agua y su asignación, por la creciente demanda de agua para satisfacer múltiples necesidades.

En 2010 el acceso al agua y al saneamiento fue reconocido por Naciones Unidas como un derecho humano determinante para la consecución de todos los derechos humanos. A pesar de ello, persiste un enorme déficit de acceso al agua y saneamiento en amplias regiones del planeta; un realidad que condiciona los índices de pobreza, la situación del medioambiente, de la salud y la alimentación.

El agua es un bien común que debe ser garantizado por medio de un servicio público de calidad que garantice su universalidad, la participación ciudadana en su gestión, el respeto al medio ambiente y la cooperación mutua.

Aunque el agua no puede ser considerada como una mercancía a través de la cual obtener beneficios económicos, las corporaciones controlan los servicios hídricos y obtienen excelentes ganancias con la venta de agua embotellada. El negocio no es cualquiera, sobre todo si se considera que la cotización del agua embotellada es mayor que la del petróleo. A nivel mundial, el mercado del agua envasada – controlado por las multinacionales Danone, Nestlé y Coca-Cola – está estimado en 22 millardos de dólares anuales, de ahí que la competencia sea «encarnizada» (tal y como la ha calificado Nestlé para el caso del mercado norteamericano).

Es un negocio que se basa en la escasez que afecta a millones de personas en el mundo. Actualmente 2,500 millones de personas aún carecen de saneamiento básico y 884 millones carecen de un acceso seguro a agua potable, esta realidad tiene como consecuencia la muerte diaria de más de 3.000 niños a causa de las enfermedades diarreicas”

Uno de los colectivos más golpeados por la imposibilidad de acceder a agua potable y saneamiento básico es la infancia, cuya calidad de vida puede verse muy deteriorada. También las mujeres se ven claramente afectadas por la escasez de agua debido a sus roles tradicionales de género que las convierten en proveedoras de alimentación, higiene personal o producción agrícola.

 En el futuro las guerras no se librarán por el petróleo, sino por algo mucho más básico y necesario para la vida: el agua. El planeta se acerca rápida y peligrosamente a una crisis mundial por el agua, mientras la fuente de vida por excelencia entre a formar parte del mercado.

Fue en la Cumbre de Río, y más concretamente en la AGENDA 21 resultante de la misma, cuando la definición de Bien Económico alcanza a los recursos hídricos. Al categorizarla como un bien valioso, al agua se le pone precio y se permite su almacenamiento, transporte y posterior gasto. Este concepto ha permitido a los diversos grupos de interés global presionar a las empresas públicas, que en su mayoría eran las que gestionaban el agua, a ser rentables económicamente o de lo contrario emprender el camino de la privatización, identificando a las empresas privadas como las únicas capaces de desarrollar el concepto del agua de pago.

Hoy en día hay 7.000 millones de personas que alimentar en el planeta y se prevé que habrá otros 2.000 millones para el año 2050. Las estadísticas indican que todas las personas beben de 2 a 4 litros de agua a diario, sin embargo, la mayor parte del agua que \’bebemos\’ está incorporada en los alimentos que consumimos, por ejemplo, producir 1 kilo de carne de vacuno, consume 15.000 litros de agua, y 1 kilo de trigo se \’bebe\’ 1.500 litros.

En Bolivia, constitucionalmente, el acceso de la población al agua potable y saneamiento básico es un derecho humano. El Estado tiene la obligación de proveer esos servicios y, siempre según la Carta Magna, está prohibida la privatización de los recursos hídricos y su mercantilización.

En la actualidad, a nivel mundial,  entre 5 y 7% del agua se destina al consumo humano (alimentación, higiene, eliminación de Excretas, etc.), el 26% al uso industrial y entre 67 y 69% al uso agrícola. En Bolivia el  sector agrícola consume más del 80% del agua disponible; el consumo humano representa el 12% y el consumo industrial y minero, aproximadamente  el 8%. La presión sobre los recursos hídricos está aumentando en el país, el sector agrícola es el principal consumidor, seguido por la minería.

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Fobomade

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