El Ministerio de Cultura de Guatemala decretó que el maíz es un elemento fundamental para la alimentación y la espiritualidad del pueblo maya. De ahí que todas las variedades de maíz, tipos autóctonos, propios, distintivos, originarios o peculiares de los suelos y climas de Guatemala son desde hoy Patrimonio Cultural de la Nación, sostiene el decreto emitido el año pasado.

La norma recuerda que el grano ha sido utilizado desde tiempos ancestrales en Guatemala y es parte de la mitología, la cosmogonía, los calendarios y ha sido parte fundamental de la espiritualidad y prácticas culturales del pueblo Maya. Al declararlo como patrimonio, el gobierno se compromete a realizar todas las acciones necesarias para proteger el cultivo, la conservación y la promoción de investigaciones sobre el maíz en el país centroamericano.

Leonel Ángel Raimundo de la organización CEIBA-Amigos de la Tierra Guatemala profundiza sobre los motivos y las consecuencias de este importante paso legislativo en su país en una entrevista con el corresponsal de Radio Mundo Real Óscar Gálvez, señalando que “efectivamente el maíz es un producto de consumo diario en Guatemala y bien sagrado porque era base de la alimentación. Ha sido identificado bien como la perla de la corona de los habitantes de Mesoamérica”.

Actualmente existen 112 variedades de maíz de las cuales 54 se pueden considerar “criollas”, dijo Raimundo. Asimismo, en el contexto político guatemalteco, alertó sobre un proyecto que busca habilitar el cultivo de maíces transgénicos lo cual representa una directa amenaza a esta especie declarada patrimonial.

“Casi toda la población de Guatemala ve como una gran amenaza la aprobación de leyes que abran las puertas a los OMGs (transgénicos)… Esto va a implicar que más adelante la población se vea forzada a comprar maíces importados y no pueda sembrar sus propias semillas”, alertó el especialista.

Panamá inicia la primera cosecha de maíz transgénico

El gobierno panameño legalizó en 2012 la siembra experimental de maíz transgénico en el país, actividad que está bajo la responsabilidad del Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Panamá (Idiap). El 4 de enero de 2012 se inició la primera cosecha del fruto genéticamente modificado en seis parcelas experimentales en la comunidad de El Ejido, provincia de Los Santos .

Román Gordon Mendoza, coordinador de proyectos del Idiap, explicó que durante un año se realizaron evaluaciones a seis variedades de semillas de maíz (tres híbridas y tres mejoradas), las cuales fueron escogidas para ser sembradas en una parcela de 4.500 metros cuadrados. No se ha informado aún acerca de la calidad de la gramínea ni cuál va a ser su destino.

Fuentes: http://www.radiomundoreal.fm/Maiz-mas-nuestro y agencia Prensa Latina.

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