Inicio del fin de una era maya

Hoy es el día con menos horas de luz en el año y el de la noche más larga, durante el cual estarán a la expectativa personas de disímiles tendencias filosóficas, científicas, y hasta políticas, en todo el mundo. Los enigmáticos jeroglíficos del mayor texto labrado del continente y probablemente del planeta, en el occidental parque arqueológico hondureño conocido como Ruinas de Copán, contienen quizás las claves de la nueva aurora.

Esos grandes bloques, colocados en forma de escaleras hacia el cielo, preservan la verdad establecida por los sabios de esa gran civilización y parte de los secretos por descifrar de quienes poblaron el centro del continente americano hace miles de años. La llegada del solisticio de invierno convoca a muchos en esta jornada, caracterizada por la polémica desatada por la infundada interpretación de algunos acerca de la probabilidad de que el mundo acabe durante el año que entra.

Cuesta permanecer impasible ante tanta proyección de calamidades, como si fuera poco el peligro que ya entrañan al planeta las guerras de despojo y el cambio climático, por agudizarse si los ricos siguen negados a controlar el consumo excesivo y a trabajar por revertir la producción y acumulación de gases con efecto invernadero.

Contrario a lo que ocurre en nuestro tiempo, mujeres y hombres de esa cultura daban tanta importancia a este tipo de acontecimientos que hasta sus estructuras políticas interactuaban con la luz del sol este día. El Astro Rey gira más al sur el 21 de diciembre para moverse luego al Norte, de acuerdo con quienes vaticinaron los desastres climáticos que ahogan a buena parte de la humanidad ahora por la desidia humana, también prevista por ellos.

Luces y sombras juegan a superponerse en las edificaciones mayas y esto constituye un enigma para los estudiosos, cada día más impactados por tanta genialidad sin las invenciones sofisticadas de las cuales alardeamos los contemporáneos. Es por eso que millones de personas, que escucharon o leyeron las profecías y leyendas de ese pueblo originario mesoamericano, esperan con anhelo el 2012.

Ellas revelan la complejidad del pensamiento y grandeza de una civilización, cuyas mediciones les llevaron a concluir que el 21 de diciembre del año por llegar concluirá un ciclo (baktún) de un millón 877 mil días, iniciado en el año 3114 antes de nuestra era. En esta jornada comienza un nuevo período y quizás -si por fin la sensibilidad toca a la mayoría-, estemos en el principio de un amanecer más prometedor para los habitantes de la Tierra.

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Fobomade

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