Balada recobrada

Acaso después, otro día, mañana, pero ahora no que estoy escribiendo, me vuelva de nuevo nieve como la que andará danzando por las altas cumbres y lleno de luz y lleno de sombras, cargado de caballos y jinetes que yo huelo en la distancia sideral de la noche, de esta noche, de cualquier noche, me vaya con todos ellos —corceles, guerreros, espantos y alegrías— a vagar con el viento.